Tiempo de Cuaresma V
DANOS LOS OJOS DE TU MIRAR, EL CUERPO DE TU ABRAZAR.
Hay miradas que restauran toda falta cometida. Y abrazos intemporales que borran todo tipo de dolores y heridas acumuladas. Hay palabras que omiten todo juicio y condena, elevando dignidades que interpelan a nuestras propias sombras. Hay caricias, que sacian el anhelo de afectos cruelmente ultrajados y comercializados por la lujuria y la mezquindad. ¡Oh Eterno!, Danos los ojos de tu mirar, el cuerpo de tu abrazar, la voz de tu hablar, las manos de tu acariciar, y haremos posible en nosotros una nueva humanidad.Mar Galceran