MOTIVOS PARA ORAR
(A ORAR SE APRENDE ORANDO)
Eusebio Gómez Navarro OCD * EDITORIAL DE ESPIRITUALIDAD * Triana, 9 – 28016 MADRID * www.editorialdeespiritualidad.com/ * http://www.eusebiogomeznavarro.org/
II. CUALIDADES Y REQUISITOS
Se bebe según la sed y para encontrar la fuente sólo la sed nos alumbra (Luis Rosales).
El ser humano tiene sed de Dios y como busca la cierva las corrientes de agua, así él busca a Dios. Mas no siempre la persona persevera en la empresa, pues en los momentos de dificultad huye o abandona el proyecto
Es cierto que, muchas veces, deseamos orar; sin embargo, oramos mal: tratamos de manipular a Dios, somos amigos de las apariencias, los hechos no responden a las palabras, somos impacientes, no sabemos esperar a Dios. Debemos, pues, aprender a orar bien, a fundamentar nuestra vida en la verdad de Cristo, a no deformar el rostro de Dios y a ser coherentes con la vida.
Por medio de la oración entramos en comunión con Dios. Esta experiencia de Dios es oscura y árida, ya que solamente puede ser fruto de la fe, esperanza y amor. Se ora, no por gusto o capricho, o porque se tenga necesidad o no, sino sobre todo, porque se tiene fe.
Aunque la oración necesita de métodos personales y epocales, sin el Espíritu no hay crecimiento y perfección.. Él es el protagonista, y por la oración no sólo seguimos a Cristo, sino que a través de ella nos incorporamos a la misma oración de Cristo al Padre siempre vivo intercediendo por nosotros (Heb 7, 25).
La oración tiene sus reglas y condiciones, las mismas que el Maestro nos dejó: confianza, perseverancia, unidos a los hermanos en el amor y en el perdón. Dios es el Padre de todos, que hace llegar el pan cotidiano, que desea que cumplamos su voluntad de amor… Para comunicarnos con él, necesitamos hacerlo con sinceridad, con fidelidad, sabiendo que él se retrasa, pero llega. En todo tiempo y lugar hay que orar con fe, con perseverancia y con amor.
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