Secundino Castro
Reflexión teológica, y bíblico-literaria sobre el libro de Fundaciones
En los Congresos pasados abordé el libro de la Vida como transparencia de la Sagrada Escritura, y el del Camino de Perfección como un evangelio. En esas dos ocasiones me resultó extremadamente fácil y muy gratificante la elaboración del trabajo. En la Autobiografía era sencillo comprobar que había pasajes que parecían extraídos del Génesis, del Éxodo, de Job, del Cantar de los Cantares, de los Evangelios, de las cartas de Pablo, y de otros libros inspirados.
Eran tantos los pasajes, las resonancias, los paralelismos, que, al evocarlos por junto, surgía el entorno de Teresa como la tierra prometida por ADONAI a su pueblo -la Canaán soñada, la de la leche y miel, o quizás, mejor, o también, la idílica Galilea de Marcos -, donde Adonay y Jesús volvían a realizar las antiguas proezas, su historia salvadora en favor de la humanidad. El resultado fue que la Autobiografía de Teresa me parecía una Biblia en miniatura o su transparencia.
Algo similar me aconteció con su Camino de Perfección, en el que sin esfuerzo, se detectaban numerosas formas evangélicas, de modo que, con las reservas debidas, Pensé que se le podía venerar como un evangelio. Ya en vida de Teresa le llegó a sus oídos, con dulce y orgullosa sorpresa, que a algunos hombres doctos les parecía Sagrada Escritura…
Sigue la Conferencia completa el el Documento PDF
EL DIOS DE LA PROMESA, DE LA TIERRA Y DE LA HISTORIA EN EL LIBRO DE FUNDACIONES