Un día de reflexión con los hospitaleros

María del Prado González Heras, Agustina contemplativa

APRENDER A VIVIR… Nadie nos ha enseñado esta asignatura. Basta con vivir para aprenderla, es verdad. Pero… ¿si nos dieran alguna pista?

SIN PRISAS. Los antiguos decían: «Festina lente», apresúrate lentamente. No aceleres los procesos. Las prisas sólo revelan deseos de poseer. Cada cosa tiene su tiempo, su ritmo. Dios tarda millones de años en la creación de una estrella. Da tiempo al tiempo que el tiempo te dará tiempo a ti. Recuerda que los más bellos crecimientos son siempre lentos si no queremos que sean monstruosos.

con ATENCIÓN. Nos podemos marchar de este mundo sin conocerle. Desde la mañana hasta la noche la vida es todo un espectáculo. Lo más sencillo en ella es una obra irrepetible. No dejes escapar la belleza, la bondad, la verdad que te rodea por todas partes. Contempla la Creación y al hombre con atención, con estupor, con inmenso amor. Abre los ojos y el corazón para ver detrás de todo a Dios.

ESCUCHANDO. Nunca jamás habíamos estado inmersos en tanto ruido y nunca jamás, sin embargó, el hombre había tenido tanta incapacidad de escuchar. Escucha al Universo, escucha al otro, escucha a tu propio corazón, escucha a Dios que no cesa de comunicarse. Aprende a escuchar. La mejor medicina para la enfermedad del hombre de hoy es :.m hombre que escuche.

en SILENCIO. Nuestro mundo tiene muchos ruidos. Estamos en la cultura del ruido. Busca el silencio. Acalla tantas batallas interiores, acalla tanta palabrería interior y exterior. ,aléjate de la vorágine de emociones, sentimientos, sensaciones adonde quiere conducirnos la vida de hoy… y busca en el silencio aquello que no pasa, que no desgasta, que nos sana y da vida.

el TIEMPO. Cada instante es una gracia. Vive la gracia que trae consigo cada momento. Y haz en cada instante aquello que en él debes hacer. Haz lo que haces. Si estás estudiando mientras comes o proyectando mientras rezas o calculando mientras amas… no estás viviendo. Se te escapa la vida porque no estás cuando ella pasa, estás en «otra cosa». Vive el HOY.

con CORAZON. Ama. Los demás no necesitan de nuestro tiempo si no lo damos con corazón; no necesitan de nuestras cosas si no las ofrecemos con amor; no necesitan de nosotros si no les amamos. El mundo no necesita de hombres robots. No necesita eficacia… mendiga amor. Nuestra eficacia estará siempre en hacer lo que hacemos con inmenso amor.

con ALEGRÍA. Esto es un signo de la presencia del Espíritu. Dios vive en medio de nosotros cuando un hombre vive con alegría y la ofrece y la contagia y la reparte. Basta una sonrisa para derrumbar montañas de tristeza, muros de desconfianza, basta una sonrisa de verdad, limpia y amplia, para abrir las puertas más cerradas, para curar las heridas más dolorosas.

HACIA DELANTE.La vida se recorre hacia delante. Enfrente se encuentra el camino a seguir hoy y mañana. Mirar hacia atrás nos convierte en estatuas de sal, nos hace infecundos, tristes. La nostalgia paraliza, nos ata al pasado. Lo mejor está por venir. Hay que mirar hacia el horizonte y caminar hacia él.

HACIA ARRIBA. Ignorar la trascendencia es amputarle al hombre la verdad más necesaria para vivir. El ser humano es un ser en relación y la relación primera es con su Creador. Dios y hombre, hombre y Dios. De aquí dimanan, como de una fuente clara y necesaria, todas las demás relaciones y esta primera relación las marca con un signo de gracia y novedad indecibles. Las hace fascinantes y eternas.

con los OTROS. No estamos solos. Dios es un Padre de muchos hijos que son, por ello, hermanos. Los otros no son ajenos a mí, extraños. Por eso no me pueden ser indiferentes, anónimos. Se me han entregado a mí para que, de algún modo, los cuide, los custodie, amándolos. Son un regalo del cielo como yo lo soy también para los demás. De ahí la gran responsabilidad.

en LIBERTAD.Nadie va a vivir lo que tú sólo debes vivir. Nadie puede hacer por ti tus opciones, nadie puede elegir por ti. Tu vida es un regalo que te ha sido dado a ti, no para que la tires, la menosprecies, la emborrones, la malgastes. Tú eres responsable de este magnífico, único e irrepetible don. Hay un modo maravilloso de vivir en libertad: «Libres bajo la gracia». Esta libertad te dará la felicidad que sueñas y deseas.

como SER HUMANO. No somos objetos, cosas. No somos tampoco ángeles. Somos seres humanos y en nosotros Dios ha concentrado la maravilla más pequeña de la Creación junto a la maravilla más enorme e impensable. Somos un universo breve. Comencemos a amar al ser más amado por Dios, descubramos la dignidad gozosa de ser sus hijos y ayudémonos los unos a los otros a hacer este mundo también más humano, más habitable.

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