Orar con los salmos «Hace falta, pues, que la educación en la oración se convierta de alguna manera en un punto determinante de toda programación pastoral. Yo mismo me he propuesto dedicar las próximas catequesis de los miércoles a la reflexión sobre los Salmos, comenzando por los de la oración de Laudes, con la cual la Iglesia nos invita a consagrar y orientar nuestra jornada» (Juan Pablo II, Novo Millennio Ineunte, 34).
El Salterio. Un regalo que pone la Biblia en nuestras manos para orar. Los Salmos son el alma hebrea en oración. ¡150 modelos de oración!, que continúan enseñándonos a orar: «El Salterio es el libro en el que la Palabra de Dios se convierte en oración del hombre… En el Salterio, las palabras del salmista expresan, proclamándolas ante Dios, las obras divinas de salvación. El mismo Espíritu inspira la obra de Dios y la respuesta del hombre. Cristo unirá ambas. En El, los salmos no cesan de enseñarnos a orar» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2587).
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Momento de Oración
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Salmo 12: Invocación: ¿Hasta cuándo, Señor, seguirás olvidándome? ¿Hasta cuándo me esconderás tu rostro? ¿Hasta cuándo he de estar preocupado, con el corazón apenado todo el día? ¿Hasta cuándo va a triunfar mi enemigo?
Súplica: Atiende y respóndeme, Señor Dios mío, da luz a mis ojos, para que no me duerma en la muerte; para que no diga mi enemigo: «le he podido», ni se alegre mi adversario de mi fracaso.
Confianza en la intervención: Porque yo confío en tu misericordia: alegra mi corazón con tu auxilio, y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.