10. Nacidos para volar
«La etapa más alta de la vida se alcanza en la convivencia con Dios. Precisamente aquí radica la audacia de la aventura humana» (Joseph Ratzinger).
«La etapa más alta de la vida se alcanza en la convivencia con Dios. Precisamente aquí radica la audacia de la aventura humana» (Joseph Ratzinger).
«En un mundo que ha tomado conciencia del drama que supone la incomprensión y el odio, en el que el racismo surge como una llaga
«Para penetrar en el misterio del Cantar es preciso que el Espíritu ilumine los ojos del corazón» (Orígenes). «Hay dos únicos vicios o al menos
«Bastaría con un solo hombre digno de este nombre para que se pudiera creer en el hombre» (Julio Spier). «A pesar de todo, encuentro que
«¿Volver? Vuelva el que tengatras largos años, tras un largo viaje,cansancio del camino y la codiciade su tierra, su casa, sus amigos,del amor que al
«Nada puede acercarnos más a la Belleza, que es Cristo mismo, que el mundo de belleza que la fe ha creado y la luz que
Dios mío, Trinidad a quien adoro «La oración de Jesús a Dios, nuestro Padre, nos invita a tener deseos, anhelos profundos, apasionados, por la llegada
Mi Amado las montañas, los valles solitarios nemorosos, las ínsulas extrañas, los ríos sonorosas, el silbo de loas aires amorosos, la noche sosegada en par
«Está el alma en cierta manera como Adán en la inocencia, que no sabía qué cosa era mal; porque está tan inocente, que no entiende
«Es preciso crear en nuestra vida un espacio para el Señor, con el fin de que pueda transformar nuestra vida en su Vida… Mi primera