Por medio de su Palabra, Dios habla al hombre. Por medio de palabras, mentales o vocales, nuestra oración toma cuerpo. Pero lo más importante es la presencia del corazón ante Aquél a quien hablamos en la oración. ‘Que nuestra oración se oiga no depende de la cantidad de palabras, sino del fervor de nuestras almas’ (San Juan Crisóstomo, ecl. 2) (CIC, 2700).
No hay oración rezada de solas palabras, porque palabras sin interioridad «mirad qué mala música hará» (Sta Teresa C 25,3).
1. Rezar, una forma de orar.
a) No es una oración material, en contraposición a la mental. Aunque se exprese oralmente, no son las palabras las que la caracterizan, sino los sentimientos que éstas contienen. «Lo que querría hiciésemos nosotras, hijas, es que no nos contentemos con solas palabras-» (Sta Teresa, Cam. 24,2).
b) No es una oración de principiantes. Vale para el cristiano adulto. La practican los contemplativos, los santos, los místicos. Es utilizada ampliamente porla Iglesia.»La oración vocal es la oración por excelencia de las multitudes por ser exterior y tan plenamente humana. Pero incluso la más interior de las oraciones no podría prescindir de la oración vocal. La oración se hace interior en la medida en que tomamos conciencia de Aquél ‘a quien hablamos’ (Sta Teresa de Jesús, Cam. 26). Entonces la oración vocal se convierte en una primera forma de oración contemplativa» (CIC, 2704).
c) Es una forma de orar que empeña a toda la persona; que corresponde a su psicología y a la estructura profunda de nuestra condición de espíritus encarnados.Educar al orante, facilitándole el recogimiento de todo su ser, introduciéndolo en la meditación de lo que reza, e induciendo un suave ritmo entre palabras pronunciadas y contemplación interior.
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