Un nombre y una realidad, un método de lectura de la Biblia, utilizado durante siglos en los monasterios y que hoy ha sido rescatado y puesto de actualidad para alimento de la fe del pueblo de Dios. «La Biblia leída y rezada será el libro del futuro del continente europeo» (C. Martini).
«La comunidad cristiana se construye cada día dejándose guiar por la Palabrade Dios, bajo la acción del Espíritu Santo, acogiendo el don de la iluminación, de la conversión y de la consolación, que el Espíritu comunica a través de la Palabra. Enefecto, «todo cuanto fue escrito en el pasado, se escribió para enseñanza nuestra, para que con la paciencia y el consuelo que dan las Escrituras mantengamos la esperanza» (Rm 15,4). (Sínodo 2008, n. 20).
«Así será mi palabra, la que salga de mi boca, que no tornará a mí de vacío, sin que haya realizado lo que me plugo y haya cumplido aquello a que la envié» (Is 55,11).
1. ¿Qué es?
Una forma de leer a Dios. Una lectura de la Sagrada Escritura animada por el Espíritu Santo, que nos hace descubrir no un texto al que calificamos de divino por sus cualidades, sino un texto que pertenece a Dios. Lectio Divina quiere decir «lectura divina, o de Dios».
Siguiendo un método. La lectura de la Palabrade Dios, individual o comunitaria, sigue un método, tiene un ritmo, exige una periodicidad.«Un ejercicio ordenado y metódico de escucha personal de la Palabra de Dios» (C. Martini).
Para el camino. Esta lectura, hecha por los cristianos, alimenta su fe, esperanza y amor; anima su caminar y hace memoria de Jesús: «El Espíritu os recordará lo que yo os he enseñado y os introducirá en la verdad plena» (Jn 14,26; 16,13).
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