1. Orar es saber escuchar
Nuestro Dios no es hermético, lejano, silencioso.. «Dios es Amor», dice S. Juan, y el amor es comunicación, diálogo, palabra cercana y entrañable que se nos ha dicho en Jesús.
Tenemos que aprender el lenguaje de Dios, hay que caminar con la atención vigilante de quien sabe que Él habla en la escritura y en la liturgia, en el periódico y en el hermano, en el tráfico de la ciudad y en el secreto del propio corazón.
Cuando descubrimos en nuestro interior la relación personal con Dios se inicia un proceso de comunicación a través de muchas formas de oración. Una de estas maneras es «orar escuchando».
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