«En aquel tiempo, Jesús exclamó: Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera» (Mt 11,25-30).
«Te doy gracias, Señor, porque al concedernos la experiencia del Espíritu nos concedes la experiencia de la resurrección.
Te doy gracias porque nos haces experimentar la resurrección en la Escritura, en la eucaristía, en la fraternidad, en el bien que recibimos, en los dones carismáticos y en todo cuanto en la Iglesia es vida: desde el perdón hasta la consolación; desde el aliento mutuo, pasando por la capacidad de superar las pruebas, hasta la esperanza que Tú haces nacer en las situaciones más desesperadas.
Gracias, Señor, porque también hoy te manifiestas a nosotros como Resucitado. Concédenos, Jesús, la capacidad de reconocerte; abre nuestros ojos para que podamos verte; suelta nuestra lengua para que podamos expresar con sencillez y claridad, pero también con valor, la verdad que experimentamos y que deseamos que sea clara, luminosa y abrasadora también para los demás» (Carlo M. Martini)
Calendario y programa
- Cuando oréis…
- Ora en lo secreto y sin muchas palabras
- Pedid y recibiréis
- Cuánto más vuestro Padre celestial os dará…
- Te doy gracias porque no soy como los demás
- Oh Dios, ten compasión de este pecador
- Pedid en el nombre de Jesús
- Padre nuestro que estás en el cielo
- Santificado sea tu nombre
- Venga tu Reino
- Hágase tu voluntad
- Danos nuestro pan
- Perdónanos
- No nos dejes caer en la tentación
- Líbranos del mal
- Amén
- La oración de Marta y María en Betania
- La oración de la hemorroisa y la sirofenicia
- La oración de Pedro y de Bartimeo
- La oración de María de Nazaret