II Domingo del Tiempo Ordinario

ESCUELA DE ORACIÓN – LECTIO DIVINA

MOTIVACIÓN

«La devoción a la Palabra de Dios no es solo una de muchas devociones, hermosa pero algo opcional. Pertenece al corazón y a la identidad misma de la vida cristiana. La Palabra tiene en sí el poder para transformar las vidas» (GE 156).

INVOCAMOS AL ESPÍRITU

Acércate a nuestro límite, Tú que eres ilimitado.

Acoge nuestros deseos, Tú que lo puedes todo.

Levántanos con tu mano, cuando estamos en el fondo del abismo.

Cúranos con tu aceite, cuando estamos enfermos.

Límpianos con tu agua, cuando nos vemos manchados.

Fortalécenos con tu fuego, cuando somos cobardes.

Enséñanos tu sabiduría, cuando vivimos engañados.

Alégranos con tu risa, cuando somos incapaces de sonreír.

Agrándanos con tu amor, cuando somos mezquinos.

Acompáñanos con tu Presencia, cuando nos sintamos solos.

Aliméntanos con tu Vida, cuando sintamos hambre y sed de vida.

Ven, Espíritu Santo, haznos vivir por dentro la vida de Dios.

Canto: VEN, ESPÍRITU, DE DIOS, Ain Karem, Álbum: Descálzate.

1. A LA ESPERA DE LA PALABRA. CON LA LÁMPARA ENCENDIDA

Contexto. Juan escribe lo que se llama El libro de los signos. Narra hechos, que nos invita a mirar más allá de lo que vemos, con una dimensión profunda, para penetrar más profundamente en la persona de Jesús. Juan pretende que los discípulos crean en Jesús. Un hecho de la vida, las bodas, es la mejor imagen del Reino, el comienzo de la nueva creación. Lo antiguo ha sido sustituido por lo nuevo. En el sexto día comienza la nueva creación. ¿Es válido el Antiguo Testamento? El nuevo no se entiende sin el Viejo. Jesús quiere que lo nuevo acoja en su casa a María, para caminar juntos.

2. PROCLAMACIÓN DE LA PALABRA: Juan 2,1-11

«Tres días después, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó el vino, y la madre de Jesús le dice: «No tienen vino». Jesús le dice: «Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora». Su madre dice a los sirvientes: «Haced lo que él os diga». Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Jesús les dice: «Llenad las tinajas de agua». Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dice: «Sacad ahora y llevadlo al mayordomo». Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llama al esposo y le dice: «Todo el mundo pone primero el vino bueno y, cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora». Este fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea; así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.

3. FECUNDIDAD DE LA PALABRA

Tres días después. El texto está encuadrado en un marco temporal. Estamos en el día sexto, día de la creación del hombre, a imagen y semejanza de Jesús. El evangelista nos está diciendo que vamos a asistir a una nueva creación de la humanidad, en el relato de estas bodas. Alusiones: En el principio, el Espíritu sobre las aguas, la luz, la palabra.

Una boda en Caná. El Evangelio comienza con un banquete de bodas. A unos 15 km al norte de Nazaret. Jesús comienza la vida pública en Galilea, región de mala fama (rebeldes a Jerusalén, Galilea de los gentiles). Una boda era símbolo del amor de Dios a su pueblo. El futuro lo veían como una boda, a pesar de la crisis del destierro. Audición: «Ya no te llamarán abandonada»

La madre de Jesús estaba allí. Estaba en la hora de Jesús (Cruz).

Faltó el vino, y la madre de Jesús le dice: «No tienen vino». Madre de Jesús: forma semítica de llamar. En lo más alegre de la fiesta se acaba el vino. La madre, que simboliza el AT, sabe que el vino de la antigua alianza se acabó, abre el camino a Jesús, el novio. Da pie a que se inauguren los tiempos nuevos. En ella se une el AT y el NT.

«Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora». Jesús entra en escena. En Caná comienza lo que culminará en la pascua. Mujer, así se dirige Jesús a su madre y a otras mujeres: samaritana, Magdalena. Los lazos de la nueva familia son más fuertes que los de la sangre. La hora es la muerte y resurrección de Jesús: el plan del Padre. María no entiende la respuesta como una negativa, sino como un aplazamiento.

«Haced lo que él os diga». La última gran orden del AT (palabras del pueblo en el Sinaí: Haremos cuanto dice el Señor, Éx 19,8). Una mujer ayuda a pasar de lo viejo a lo nuevo, invita a mirar a Jesús. La ley de Moisés deja paso a la gracia y la verdad de Jesús.

«Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones». Seis vasijas de piedra vacías-incapaces de dar vida (tablas de la Ley de piedra, palabras de Ezequiel: Arrancaré su corazón de piedra y les daré un corazón de carne). Llenad las tinajas de agua. El agua es la palabra de Dios, símbolo del bautismo en el Espíritu. La renovación: fuera del poder. Los servidores se ponen al servicio de lo nuevo.

«Todo el mundo pone primero el vino bueno y, cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora». El mayordomo, el AT, reconoce públicamente que el Nuevo es mejor. Parece que se equivoca, pero acierta. Donde había agua ahora está el vino nuevo de la fiesta. Los nuevos tiempos comienzan con Jesús: el vino nuevo. «Son mejores que el vino tus amores» (Cantares 1,2). Jesús es el verdadero novio. ¿Y la novia?

«Este fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea; así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él». Comentario del evangelista. El primer signo. Juan no utiliza la palabra milagro. Las acciones de Jesús en favor de las personas tienen un valor profundo. La pequeña comunidad cree en Jesús. Las bodas de Caná quieren demostrar que Jesús es el verdadero esposo que llega para las tan esperadas bodas, portando un vino gustoso y abundante.

4. RESPUESTA A LA PALABRA. MEDITACIÓN

¿La fe convierte tu vida en una fiesta, en la que la alegría abunda o más bien tu talante es rígido, intransigente, perfeccionista y grave?

En tu vida cristiana, tu fe y tu oración ¿qué lugar ocupa María? ¿Cómo te diriges a ella?

¿Reconoces y agradeces todo lo que en tu vida se parece al vino, lo que te dilata y anima, lo que te da sentido de fiesta?

5. ORAR LA PALABRA

Señor Jesús, banquete, fiesta, comida, bebida, esposo, risa, gozo…

Señor Jesús, alimento de sabiduría y de pan, en cada Eucaristía…

Señor Jesús, banquete que sacia nuestra hambre de alegría.

Señor Jesús, vino nuevo, que alegra el camino hacia el Padre…

Señor Jesús, fiesta continua de salvación que ofreces cada día…

Señor Jesús, Hombre Nuevo en quien todos somos renovados…

Señor Jesús, alegría sin fin, que nada ni nadie puede arrebatarnos…

6. CONTAR AL MUNDO LA NUEVA MANERA DE VIVIR

Testigos.

¿A qué me compromete esta palabra? ¿Cómo podemos poner en práctica la invitación que nos hace María: Haced lo que él os diga?

Pedro Tomás Navajas

II DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO: Juan 2, 1-11

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