XXXI Domingo del Tiempo Ordinario: Marcos 12, 28b-34

ESCUELA DE ORACIÓN – LECTIO DIVINA

MOTIVACIÓN

«A nadie le debáis nada, más que amor» (Rm 13,8). «Para conocer a Dios hay que amar» (Papa Francisco).

Canto: AMOR SACA AMOR: Fabiola Torrero, stj. (CD: Acostumbrarme a ti, Monte Carmelo, Plataforma STJ)

Lo que más te despierte a amar (3 veces). Eso haz. Como Él que siempre amó. Como Él que siempre mostró. Como Él que siempre amó, que siempre mostró, que el amor es primero. Y es que amor saca amor. Y el amor saca amor…

INVOCAMOS AL ESPÍRITU

«El Espíritu Santo te ama» (Santa Teresa).

Ven Espíritu, Ven Espíritu, Ven Espíritu, Ven, Espíritu.

1. A LA ESPERA DE LA PALABRA. CON LA LÁMPARA ENCENDIDA

Contexto. No olvidamos el tema central y dominante del evangelio de Marcos: la identidad de Jesús y el seguimiento de los discípulos. El contexto inmediato: el encuentro de Jesús en Jerusalén con los grupos más importantes, con un tono provocador. En el texto asistimos a una bella conversación entre Jesús y un fariseo.

2. PROCLAMACIÓN DE LA PALABRA: Marcos 12, 28b-34

En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó:

«¿Qué mandamiento es el primero de todos?».

Respondió Jesús:

«El primero es: «Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser».

El segundo es este: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». No hay mandamiento mayor que estos».

El escriba replicó:

«Muy bien, Maestro, sin duda tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios».

Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo:

«No estás lejos del reino de Dios».

Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas..

3. FECUNDIDAD DE LA PALABRA

Un escriba se acercó a Jesús. Un estudioso de la Biblia pregunta a Jesús. No tiene actitud hostil. Tiene una pregunta importante que hacer y se la plantea a Jesús porque lo valora. Jesús se expone a ser preguntado, no se escond

¿Qué mandamiento es el primero de todos? Había muchos mandamientos (613: 365 prohibiciones, una por cada día del año, y 248 preceptos o normas; los más valorados: guardar el sábado, las purificaciones, aportar el diezmo). Hillel, un rabino contemporáneo: ‘No hagas a tu vecino lo que no quieres que él te haga a ti. En esa frase se resume toda la enseñanza de la Torah. El resto es comentario. Ve y apréndelo’. Vamos a escuchar a Jesús.

Escucha Israel. La shemá: credo básico del judaísmo; la recitaban tres veces al día. Escuchar es amar, aprender. Solo podemos amar si somos amados. ¿Por qué nos ama? (Deuteronomio 7). Dios no es solo un ser al que puedo amar, sino el AMOR con el que debo amar. El amor no es un mandamiento externo que nos pide lo imposible, sino una experiencia profunda que nace de lo más profundo del ser. ‘El amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó’ (1Jn 4,10). La primera conversión es creer que Dios me ama. «Mi Amado es para mí, y yo soy para mi Amado». El amor crece a través del amor. En el amor se esclarece la verdad de Dios y la verdad del hombre.

Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser. Jesús responde citando la Biblia: Dt 6,4-5. Se resalta la palabra «toda»: con la inteligencia, los sentimientos, la voluntad, la libertad. «Ama y haz lo que quieras» (San Agustín). Amar es nuestra identidad más profunda. Somos amor. «En la interior bodega de mi amado bebí…»

Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Jesús utiliza otra cita de la Biblia: Lv 19,18. Amar para Jesús es como una moneda de dos caras. Ambas cosas no se pueden separar: ‘Quien no ama a su hermano a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve’ (1Jn 4,20). «La gloria de Dios es que el pobre viva» (San Óscar Romero).

No hay mandamiento mayor que estos. Respuesta clara, breve, profunda. Jesús, amigo de ir al fondo de las cosas y de quedarse con lo esencial, recuerda que lo único verdaderamente importante es el amor. El mandamiento más importante son dos, o dos en uno.

Muy bien, Maestro, sin duda tienes razón. El escriba está de acuerdo con Jesús: lo fundamental tiene que ver con el amor. Amar vale más que todo, más que todos los sacrificios y holocaustos. Una corriente de mutua simpatía se establece entre los dos.

No estás lejos del reino de Dios. El amor es la regla de oro de todos los que quieren entrar en el reino y ser seguidores de Jesús. Hay dirigentes que están cerca del Reino. Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas. «Porque en darnos, como nos dio a su Hijo, que es una Palabra suya, que no tiene otra, todo nos lo habló junto y de una vez en esta sola Palabra, y no tiene más que hablar» (San Juan de la Cruz).

4. RESPUESTA A LA PALABRA

¿Qué me dice Dios a través de este texto? ¿A qué me compromete? ¿Es verdaderamente el amor a Dios y al prójimo el mandamiento más importante para nosotros? ¿Qué actitud nos pide Jesús que cambiemos o adquiramos? ¿Qué acciones debemos realizar? ¿Confundo el amor a Dios con las prácticas religiosas y el fervor, ignorando el amor práctico y solidario a quienes viven excluidos por la sociedad y olvidados por la religión? ¿Puedo amar de verdad a Dios si vivo de espaldas a los que sufren?

5. ORAR LA PALABRA

«El amor es paciente, es servicial, [el amor] no es envidioso ni busca aparentar, no es orgulloso ni actúa con bajeza, no busca su interés, no se irrita, sino que deja atrás las ofensas y las perdona, nunca se alegra de la injusticia, y siempre se alegra de la verdad. Todo lo aguanta, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta» (1Cor 13,4-7).

Danza: Escucha, Israel, el Señor es nuestro Dios. Uno es el Señor».

6. CONTAR AL MUNDO LA NUEVA MANERA DE VIVIR

Testigos.

Origen de los desiertos: Falta de amor

«Al inicio, dijo el maestro, el mundo era todo él un jardín. Alá, creando al hombre le dijo: -«Cada vez que hagas el mal, lanzaré sobre tu mundo un grano de arena».Pero los hombres no hicieron caso:-«¿Quién puede apreciar uno, cien mil granos de arena en el inmenso jardín del mundo?», pensaron.Pasaron los años, aumentó el mal. Torrentes de arena inundaron el mundo. Nacieron así los desiertos, que de día en día son más grandes…» (Parábola árabe).

Un ejemplo de bondad y amor al prójimo. Vídeo. Vete y haz tú lo mismo.

Pedro Tomás Navajas

LECTIO DIVINA. DOMINGO XXXI TO: Marcos 12, 28b-34

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