UNA FUENTE EN EL DESIERTO…
Hemos comenzado la Cuaresma. Tiempo de gracia y de misericordia. “Ahora es tiempo favorable, ahora es día de salvación” (2 Cor 6,2).
Hemos elegido el Tema: UNA FUENTE EN EL DESIERTO
Porque la Humanidad está atravesando un desierto.
En el desierto se carece de casi de todo y estamos viviendo un tiempo en el que carecemos de lo esencial: de amor, de paz, de alegría, de esperanza, de fraternidad, de vida…
Estamos viviendo días, horas de impotencia, estupor, dolor, grito hacia Dios, clamor a las conciencias… La guerra que se ha desencadenado nos afecta a todos. Nadie queda indiferente.
Es verdad que en medio del desconsuelo y la aflicción se pone en juego lo mejor de cada persona, porque lo que vive el otro nos afecta. Es mi hermano, mi hermana.
Estamos atravesando un desierto en el que se esconde una fuente. Dios es la Fuente, que mana y corre, aunque es de noche…
Por eso estamos aquí
Nos dice el Papa Francisco en el Mensaje para la Cuaresma.
Por eso estamos aquí para caminar hacia Dios, la Fuente que nos vivifica. para reavivar el encuentro con Jesús que siempre nos lleva al Padre. PORQUE SOLO EN DIOS DESCANSA EL ALMA. DE ÉL NOS VIENE LA SALVACIÓN (Salmo 61).
Vídeo: Solo en Dios descansa el alma
Este tiempo de cuaresma es tiempo para estar a solas, con nosotros mismos y caer en la cuenta de quienes somos, qué buscamos, hacia dónde vamos, qué sucede en el mundo y qué puedo hacer yo.
Si Jesús necesitaba ir a la soledad a orar, como nos dice el Evangelio… ¿no necesitamos nosotros dejarnos conducir a esa misma soledad en el deseo de comprender y conocer la raíz de Aquel que es nuestro Maestro, nuestro Dios, ¿y beber de la Fuente que nos da vida?
Estamos aquí porque hemos aceptado la invitación de Jesús de ir con Él al silencio, al desierto para encontrar las fuentes de la alegría, de la libertad, de la gracia, donde brotan relaciones sanas, fraternas para caminar juntos, en Iglesia sinodal.
Nos ha motivado a facilitar esta experiencia de silencio las peticiones de la gente que busca silencio, retirarse, hacer un alto en el camino… Y es donde mejor se escucha el callado amor. En el encuentro que tuvimos en el Adviento así lo expresasteis.
Esta experiencia tiene 4 momentos:
1. La oración: Encuentro con La Palabra
2. Meditación de un texto orante
3. La adoración al Santísimo en la Capilla.
El guía de nuestro encuentro es el Espíritu Santo. Llevó a Jesús al desierto y nos ha traído a este encuentro.
Canto: EL ESPÍRITU OS RECORDARÁ. FABIOLA TORRERO. CD: Volver a nacer, nº 13.
Proclamación de La Palabra:
EVANGELIO DE SAN MATEO 6, 1-6. 16-18
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tenéis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser honrados por la gente; en verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará.Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas que desfiguran sus rostros para hacer ver a los hombres que ayunan. En verdad os digo que ya han recibido su paga.Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no los hombres, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará».
COMENTARIO ORANTE
Jesús nos dice que debemos orar y actuar bajo la mirada del Padre que ve en lo escondido. Nos invita a adentrarnos en el silencio, a hacer un recorrido de las apariencias a la autenticidad, a dejarnos sorprender por el misterio de Dios. Alguien nos está esperando más adentro, en el más profundo centro.
El Desierto esconde fuentes y pozos que regalan vida nueva y verdad, más allá de todo cansancio y desilusión. Hay mucha vida escondida en este ahora duro, seco… que estamos viviendo. Por eso necesitamos caminar hacia la Fuente. Dios es la Fuente, su presencia acalla inquietudes, sosiega la agitación de discursos mentales y pone paz y sabiduría en el corazón.
Proyección en vídeo: Volver al Evangelio
Pautas para la Meditación:
Ahora tenemos un tiempo de meditación personal. Después vamos a la Capilla para un tiempo de Adoración al Santísimo.
Os entregamos una ficha y un bolígrafo por si queréis subrayar algo. Procuramos cuidar el silencio de los otros. Hacemos los menores ruidos posibles. Silenciamos los móviles.
LECTURA- MEDITACIÓN DE UN TEXTO ORANTE: UNA FUENTE EN EL DESIERTO
ADORACIÓN AL SANTÍSIMO.
Estamos ante ti, Señor, Fuente de Agua viva. Te abrimos el corazón necesitado de ti, de tu amor. Eres nuestro maestro, nuestro Dios. Traemos a tu Presencia el dolor y desconsuelo de nuestros hermanos que están sufriendo la guerra. Queremos permanecer en tu presencia, MIRÁNDOTE, AMÁNDOTE, ADORÁNDOTE.
Canción: MIRÁNDOLE. AMÁNDOLE. (Fabiola Torrero. CD: Acostumbrarme a Ti)
- Esta tarde, Señor, venimos a tu Fuente. A la Fuente del Agua viva.
- Estamos ante ti, Señor Jesús. Desde esa pequeña Hostia nos miras y nos amas. Vivifícanos. Danos vida, danos tu vida para atravesar el desierto, confiados en tu presencia que nunca nos abandona.
- Nos atrevemos a mirarte a los ojos. Pero, sobre todo, queremos dejarnos mirar, enseñar y educar por ti.
- En esta Cuaresma queremos caminar hacia las fuentes de la alegría, de la libertad, de la gracia de donde brotan relaciones fraternas, disfrutando de no poseer nada, para poder compartir todo, y no de lo que sobra.
- Queremos vivir esta Cuaresma como un itinerario que reencienda en nosotros el amor alegre que nos empuje a madrugar por ti Señor, y por los hermanos, sin otro premio que la alegría de la gratuidad, sin pedir nada a cambio.
- Tú, Dios mío nos esperas siempre en el centro de nuestro corazón, en esta tierra nuestra y en este ahora único, oscuro y triste, donde habitas, para recordarnos que nos amas con infinita ternura, sin medida y sufres con tus hijos abatidos por la guerra.
Silencio
Momento para agradecer, pedir….Presentamos al Señor nuestras peticiones de paz y acción de gracias
Oh Señor, escucha la oración de todos los que confían en ti, especialmente de los más humildes, de los más probados, de los que sufren y huyen bajo el estruendo de las armas. Devuelve la paz a nuestros corazones, devuelve tu paz a nuestros días.
Bendición con el Santísimo
Canto: No adoréis a nadie, a nadie más que a Él. / (2)
No adoréis a nadie, a nadie más. / (2)
No adoréis a nadie, a nadie más que a Él.
Porque sólo Él, nos puede sostener. / (2)
No adoréis a nadie, a nadie más. / (2) /
No adoréis a nadie, a nadie más que a Él.
Gesto: Manos extendidas para bendecirnos unos a otros y tomar conciencia de que es tiempo de caminar juntos.
Canto: María, de ti nace la vida, de ti brota el amor.
María, de ti parte el camino que lleva hasta el Señor. María.