Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado. Vigilia de oración con Teresa de Jesús

Iglesia sin fronteras, madre de todos

Signo:Unas cuantas personas caminan delante del grupo. Van y vienen. Una mujer, que representa a Santa Teresa, también camina con el bastón en la mano.

Animador:Es impresionante el número de personas que emigran. El mar y el aire son testigos de tantos cruces de caminos. Estamos ante el más vasto movimiento de personas. Muchos de nosotros vivimos en lugares en los que no hemos nacido.

Para Teresa de Jesús, la partida de sus hermanos para América y para África, hasta dejar vacío el hogar de don Alonso, fue una de las experiencias más fuertes: asistir de cerca a la desintegración del hogar, y luego a la llegada de noticias: muerte de Rodrigo en las pampas del Chaco; muerte de Antonio en Iñaquito; anuncios de regreso; regreso efectivo de alguno de ellos; pero la mayoría, ausente para siempre. Su mirada constante sobre América y África, abrieron su visión a lo universal.

Audición de la canción: «Africanos en busca de libertad; (Macu Sanz)»

Son africanos, en busca de libertad

en una barca de mentiras van viniendo sin parar

en un ajuste de cuentas con nuestra sociedad

1. Rompe fronteras

Gesto: Una persona está metida en una jaula de papel. Mientras se escucha música de flauta o la música de Carros de Fuego, va rompiendo el papel y va saliendo.

Parábola (con música suave de fondo):

«Un peregrino recorría su camino, cuando cierto día pasó ante un hombre que parecía ser monje y que estaba sentado en el campo. Cerca de allí, otros hombres trabajaban en un edificio de piedra.

«Parece un monje ‘, dijo el peregrino.

«Lo soy», respondió el monje.

¿Quiénes son esos que están trabajando en la abadía?

«Mis monjes» contestó, «yo soy el abad».

«Es magnífico «, comentó el peregrino.

«Es estupendo ver levantar un monasterio»

«Lo estamos derribando» dijo el abad

¿Derribándolo? Exclamó el peregrino. ¿Por qué?

«Para poder ver salir el sol todas las mañanas», respondió el abad.

Animador:Las fronteras las llevamos en el corazón. Tenernos por mejores que los demás, es mentira. Es mentira que el mundo esté dividido en buenos y malos. Es mentira que los que vienen de otras culturas sean inferiores a nosotros. Es verdad que todos somos hermanos. Es verdad que tenemos un Padre-Madre que a todos abraza. Retírate a un lugar apartado. Retírate y pregúntate: ¿Qué frontera tengo que derribar para;andar en verdad; para acoger a todos los seres humanos sin los cuales no puedo ser yo de verdad?

Teresa de Jesús:»Deseaba vivir, que bien entendía yo que no vivía. (Tres minutos de silencio y soledad).

2. Júntate con otros y cuéntales el muro que tienes que destruir para caminar en verdad

Animador: Se forman grupos entre las personas que están más cerca. Cada uno va diciendo la frontera que desea derribar, solo eso. Cada grupo recoge una de las pancartas, en las que están los nombres de los colectivos de inmigrantes más numerosos que hay en Burgos: Rumanos, Búlgaros, Portugueses, Marroquíes, Ecuatorianos, Colombianos, Brasileños, Argelinos, Dominicanos, Pakistaníes, Nigerianos, Peruanos.

Coro hablado:Cada grupo viene precedido por una vela encendida. Traen una Pancarta. Mientras caminan se oye música de fondo. Al llegar al centro de la asamblea, cada uno de los grupos proclama, a coro, una de estas frases:

  • Toda persona pertenece a la humanidad y comparte con la entera familia de los pueblos la esperanza de un futuro mejor.
  • Los inmigrantes son personas, no peones.
  • La globalización de la indiferencia se rompe con una red universal de colaboración.
  • No a la discriminación. sí a la acogida sin límites.
  • Nadie puede ser considerado inútil, fuera de lugar o descartable.
  • Denunciamos la tentación de ser cristianos manteniendo una prudente distancia con los inmigrantes y refugiados.
  • Es hora de poner el trabajo y energías al servicio de cuantos emigran en busca de una vida mejor.
  • Dale otra visibilidad a tu fe. pon tus dones al servicio de este proyecto de familia humana.
  • Trabajar juntos requiere disponibilidad y confianza. nos necesitamos todos.
  • Denunciamos que los gobiernos no busquen alternativas más dignas que los centros de internamiento.
  • Teresa de Jesús: aquí todos han de ser amigos, todos se han de amar, todos se ha de querer, todos han de ser amigos, todos se han de ayudar.

Signo: Abrazo de paz entre todos. (Música alegre de fondo)

3. La danza de los pueblos: De Bable a Pentecostés

Animador: Entramos en la gracia de la comunión y del don: Somos una familia, la familia de los hijos e hijas de Dios. Ninguno de nuestros rechazos al proyecto de ser hermanos de una misma familia ha roto el amor fiel de Dios. Ni los conflictos, ni las guerras, ni las enemistades apagan el proyecto universal de Dios. El Salmo 89 nos invita a ensanchar el corazón, hasta convertirlo en casa de acogida y comunión con todos los pueblos. Los pueblos distantes, los pueblos considerados enemigos, los pueblos distintos se dan la mano. Todos son ciudadanos sin distinción. Se han secado las fuentes de la indiferencia, nacen las fuentes de la fraternidad. Todos cantan a coro, en todas las lenguas, una bellísima sinfonía. La Iglesia no tiene fronteras. Es madre de todos.

Salmo 89: Recitado por todos (Con música de guitarra de fondo):

«El la ha cimentado sobre el monte santo:

y el Señor prefiere las puertas de Sión

a todas las moradas de Jacob.

¡Qué pregón tan glorioso para ti,

ciudad de Dios!

entre mis fieles;

filisteos, tirios y etíopes han nacido allí.

Se dirá de Sión: Uno por uno

todos han nacido en ella:

el Altísimo en persona la ha fundado.

El Señor escribirá en el registro de los pueblos:

.Este ha nacido allí.

Y cantarán mientras danzan:Todas mis fuentes están en ti.»

Animador: A pesar de las diferentes lenguas, los discípulos de Jesús se entendían. Los hombres y mujeres de hoy podemos entendernos cuando hablamos el lenguaje de Dios, que es el amor. Este Evangelio también ha de ser escuchado con música

Pentecostés:

«Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse. Había en Jerusalén hombres piadosos, que allí residían, venidos de todas las naciones que hay bajo el cielo. Al producirse aquel ruido la gente se congregó y se llenó de estupor al oírles hablar cada uno en su propia lengua. Estupefactos y admirados decían: «¿Es que no son galileos todos estos que están hablando? Pues ¿cómo cada uno de nosotros les oímos en nuestra propia lengua nativa? Partos, medos y elamitas; habitantes de Mesopotamia, Judea, Capadocia, el Ponto, Asia, Frigia, Panfilia, Egipto, la parte de Libia fronteriza con Cirene, forasteros romanos, judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos les oímos hablar en nuestra lengua las maravillas de Dios» (Hch2, 1-11)

Interiorizamos el lema: «Una Iglesia sin fronteras, madre de todos».

Danzamos juntos la danza de la bendición.

4. Adora a Jesús en los inmigrantes y refugiados. Métete en su piel

Signo: Miramos al Cristo, que con sus brazos abiertos abraza a la humanidad y hace de todos los pueblos un solo pueblo. La entrega de Jesús en la cruz no es más que la culminación de un estilo de amar que marcó toda su vida.

Gesto: Se levantan las pancartas y las velas

Animador: Jesús habla el lenguaje del Amor universal. Cruza todas las fronteras para descubrirnos la vocación que todos tenemos a vivir como familia. Esta tarde adoramos a Jesús en los hermanos y hermanas que vienen de lejos y habitan en medio de nosotros. Visualizamos a un inmigrante, a un refugiado, que conocemos. Lo acogemos como hijo, e hija de Dios, como hermano, hermana de todos. Nos metemos en su piel para entender qué esperanza y deseos le mueven a dejar su tierra, su familia, los lugares conocidos… ¿Quién no buscaría escapar del hambre, de la persecución o de la guerra, cuando no de la muerte?

Santa Teresa:

«¡Oh Jesús mío, cuán grande es el amor que tenéis a los hijos de los hombres, que el mayor servicio que se os puede hacer es dejaros a Vos por su amor y ganancia y entonces sois poseído más enteramente».(E 2,2).

Salmo «Al otro lado de la valla» (Francoise Bonnetier)

«Al otro lado de la valla,

mis hermanas Mariam y Desirée,

quitan su hambre de muchos siglos.

mis hermanos Justin y Ahmed

gritan su cansancio de muchos desiertos

gritan y gritan su miedo y su dolor.

Al otro lado de la valla,

mi hermana Mariam

grita su dolor de embarazada exhausta.

Ellos tienen muy próxima la valla.

Pero, a este lado de la valla,

me estremecen los ojos desorbitados, anegados en lágrimas,

de hombres que llevan dentro

muchos niños heridos,

los gritos de rabia,

las manos desgarradas y esposadas,

las súplicas desvalidas de mis hermanos.

Y oigo la voz de nuestro Padre,

tierno y delicado con cada uno de sus hijos:

¿Qué has hecho con tu hermano?»

Momento de silencio (Música)

5. Unir fuerzas

Santa Teresa:

«Parecíame que mil vidas pusiera yo para remedio de un alma de las muchas que allí se perdían.» (C 1,2).

Varias personas van diciendo una de estas frases:

  • Pon tu don al servicio de cuantos emigran en busca de una vida digna.
  • Dale otra visibilidad a tu fe.
  • Deja fuera los clichés.
  • Acércate a los inmigrantes. Acorta distancias.
  • Mírales a la cara. Reconócete en ellos. Son parte de ti.
  • Inicia tú también el arriesgado viaje de la esperanza.
  • Apoya nuevos compromisos de solidaridad, de comunión y de evangelización.
  • Pon tu trabajo y energías al servicio de este proyecto de Dios.

Santa Teresa:

«Estase ardiendo el mundo, quieren tornar a sentenciar a Cristo (en los inmigrantes, refugiados), quieren poner a su Iglesia por el suelos (desprestigiando a los que abren sus puertas para acoger a los que vienen de lejos). No es tiempo de tratar con Dios negocios de poca importancia». (C 1,5)

6. Un mensaje a los inmigrantes de Burgos

«Hermanas y hermanos,

venidos de tantos países, lenguas, culturas, religiones.

Gracias por estar entre nosotros.

No perdáis la confianza ni la esperanza.

Todos somos hermanos.

Todos ocupamos un lugar especial en el corazón de la Iglesia.

Todos nos ayudamos a ser más humanos.

Todos nos ayudamos a tener un corazón más grande.

Contad con nosotros.

Contad con la Iglesia.

La Iglesia no tiene fronteras.

Es madre de todos.

Somos hermanos. Somos familia.

Juntos construimos un mundo nuevo, al estilo del Magníficat de María.

En la iglesia del Carmen, que tiene forma de manto, nos sentimos todos cobijados por la ternura de la Madre. Y con las manos unidas rezamos el Padre nuestro. Padre de Todos».

Canto:

«Id amigos, por el mundo anunciando el amor.
Mensajeros de la vida de la paz y el perdón.
Sed amigos los testigos de mi resurrección.
Id llevando mi presencia con vosotros estoy.»

Equipo Cipe

JORNADA MUNDIAL DEL EMIGRANTE Y DEL REFUGIADO. CON TERESA DE JESÚS

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