Vigilia en la Fiesta de San Juan de la Cruz
MOTIVACIÓN
(Se prepara, la Palabra, un Icono de Jesús y otro de san Juan de la Cruz, velas y las Obras de Juan de la Cruz)
La fiesta de Juan de la Cruz, en el corazón del Adviento, nos invita a:
- salir de la desesperanza
- a buscar al Dios que nos da motivos para esperar
- a hacer el camino envueltos en la luz
(El grupo se pone en marcha hacia el lugar de la reunión con velas encendidas en las manos, mientras se canta este canto repetitivo)
Canto: SÓLO, SÓLO AMOR, SÓLO EL AMOR DA VALOR A LAS COSAS EL AMOR
(Una vez colocados en torno al Icono de Jesús, de Juan de la Cruz, de la Palabra nos vamos presentando y cantando: SÓLO, SÓLO AMOR…)
Nos presentamos ante el Señor con un corazón pobre y disponible:
«Sólo mira que tu conciencia esté pura, y tu voluntad entera en Dios, y la mente puesta de veras en él» (3S 40,2)
Buscamos al Dios vivo que recrea y enamora la vida.
«¡Oh Señor Dios mío! ¿Quién te buscará con amor puro y sencillo que te deje de hallar muy a su gusto y voluntad, pues que tú te muestras primero y sales al encuentro a los que te desean?» (Dichos 2).
Ponemos la mirada en Jesús que descansa y pacifica el corazón:
«El alma enamorada es alma blanda, mansa, humilde y paciente» (Dichos 28).
No venimos solos a este encuentro, traemos los gozos y esperanzas, las fatigas y angustias de los hombres y mujeres que margina nuestra sociedad:
«A la tarde te examinarán en el amor» (Dichos 59).
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