EVANGELIO DÍA A DÍA
Lunes, 6 de marzo
«Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo» (Lc 6,36)
La compasión es la forma que tiene Dios de mirar el mundo. Su forma de acercarse al dolor del ser humano es la ternura. Hacemos visible el Rostro de Dios con la compasión y la ternura.Atrévete a vivir como el Padre. Dale gloria como Él quiere. Arriésgate. El amor no se queda solo en sentimientos. Siempre que eres compasivo, descubres algo nuevo de Dios y de ti mismo.
«Espíritu Santo, despierta en nuestra interioridad la ternura, la compasión, la mirada confiada.»
Martes, 7 de marzo
«El primero entre vosotros será vuestro servidor» (Mt 23,11)
Jesús desea que se viva en la iglesia así: el primero, sirviendo; el más grande, hecho pequeño. Así surge el mundo nuevo. Descubre las mejores aspiraciones que llevas en tu corazón. Te las han dado para tejer, junto con muchos, una humanidad fraterna. «El cristiano que no lleva adelante el don de la fe por el camino del servicio,se convierte en un cristiano sin fuerza, sin fecundidad» (Papa Francisco).
«Enséñanos Jesús, a entender la vida como un servicio a los demás. Como Tú.»
Miércoles, 8 de marzo
«El Hijo del Hombre no ha venido para que le sirvan, sino para dar su vida en rescate por muchos» (Mt 20,28)
Piensa tu vida a la luz de esta palabra. Recuerda: da vida quien ama, libera quien sirve a los demás. «El servicio de la caridad es también una dimensión constitutiva de la misión de la Iglesia y expresión irrenunciable de su propia esencia. Así como la Iglesia es misionera por naturaleza, también brota ineludiblemente de esa naturaleza la caridad efectiva con el prójimo, la compasión que comprende, asiste y promueve» (EG 179).
«¿Para qué estamos en este mundo? Tú, Jesús, lo tenías muy claro: para dar vida dando la vida. ¿Acaso hay vocación más hermosa, para una fuente, que dar agua abundante?»
Jueves, 9 de marzo
«Había un hombre rico… y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal… Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto» (v. 31). (Lc 16,19-20. 31)
Muchos mendigos y pocos ricos. Pueblos con todo, pueblos con casi nada. ¡Un escándalo! «El verdadero problema del rico: la raíz de sus males está en no prestar oído a la Palabra de Dios; esto es lo que le llevó a no amar ya a Dios y por tanto a despreciar al prójimo. La Palabra de Dios es una fuerza viva, capaz de suscitar la conversión del corazón de los hombres y orientar nuevamente a Dios» (Papa Francisco).
«Cerrar el corazón al don de Dios que habla tiene como efecto cerrar el corazón al don del hermano. Despiértanos, Jesús. Abre nuestro corazón.»
Viernes, 10 de marzo
«Por último les mandó a su hijo» (Mt 21,37)
Y en Jesús, su Hijo entregado, lo dijo todo y lo dio todo. Ya no tiene más. ¡Hasta ahí llegó la locura de amor del Padre por todos! Y ahí sigue Jesús, llamando cada puerta. Haz silencio. Escucha a Jesús. Que Él ilumine las oscuridades que llevas dentro. Jesús en persona se aproxima a tu camino, quiere entrar en tu historia. Déjate encontrar por Él.
«Jesús, peregrino de amor. Aquí nos tienes. Estamos dispuestos a tratar de amistad contigo en nuestra interioridad. Tú que tienes paciencia con nosotros, no pases de largo.»
Sábado, 11 de marzo
«Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y echando a correr se le echó al cuello, y se puso a besarlo» (Lc 15,20)
¡Cómo es el Padre! No pierde de vista al que se aleja, ve de lejos al que se acerca. Se conmueve. Echa a correr. Se funde en un abrazo de alegría con quien vuelve. Hace fiesta. Recuerda que has nacido de un abrazo entrañable de ternura. Al verte, a Dios le da un vuelco el corazón. «Sea bendito por siempre, que tanto me esperó» (Sta Teresa).
¡Qué alegría escuchar de tus labios, cuando volvemos a Ti: «Todo lo mío es tuyo y para ti.»