La Cuaresma es un período de cuarenta días de preparación para la fiesta de Pascua. Es una experiencia de intimidad con Dios que todos y cada uno deseamos, en nuestro caminar diario. Lo principal es escuchar a Dios en el día a día.
Con la pandemia, todavía rondándonos, el sonido de las guerras en nuestro entorno, la incertidumbre de tantas gentes ante los terremotos, el tiempo de Cuaresma tiene este año un matiz muy especial.
La luz de Jesucristo, su vida su palabra y su entrega alumbran nuestros pasos.
El Espíritu Santo nos enseña los lenguajes del amor y la alegría;
nos lleva al desierto para hablarnos al corazón.
Dios camina con nosotros.
Su amor, su paz, su alegría… son para nosotros.
Juntos podemos abrir caminos nuevos.
Cuando todo parece cansado,
de los viejos troncos brotan ramas nuevas.
Cuando todo parece confuso,
amanece una una luz nueva de esperanza.
Cuando todo parece destruido,
nos ofrece su mano y su consuelo;
nos susurra al oído: ¡levántate!, todo es posible.
Dios nos sorprende dándonos futuro.
Dios nos alienta dándonos esperanza.
Dios es sembrador de esperanza en nuestro surco.
Con su novedad, nunca agotada,
rompe una y otra vez, la corteza de la monotonía.
Dios llena el tiempo de posibilidades.
Frente a caminos repetidos, nos propone caminos nuevos.
Frente a actitudes indiferentes, nos propone gestos solidarios.
Dios siempre nos acoge y nos cuida con amor.
Cuando la tristeza nos abate, Él levanta nuestra dignidad.
Dios nos regala su amor en el rostros y en los gestos de humanidad
de tantos hombres y mujeres que arriesgan su vida
para ayudar a otros a levantarse.
Curan heridas, alivian dolores, acompañan soledades.
Dios desborda nuestras preguntas con su proyecto de vida.
Sale a nuestro encuentro como un sembrador esperanzado.
Invita a estrenar una nueva manera de vivir.
Una nueva manera de ser todos hermanos.
Nunca se agota el agua de su fuente.
Os ofrecemos algunos recursos orantes para reavivar la fe, encender la esperanza y practicar la caridad.
- Una de las grandes formas de recargar las pilas durante la Cuaresma, pero también durante todo el año, son las obras de misericordia. Visitar a los enfermos, consolar a los tristes, escuchar a quienes se sienten solos, colaborar con algún donativo para los necesitados.
- Participa en la Lectio divina de cada domingo, presencial: los martes a las 19:00 h. en el salón del Carmen, on line, en web cipecar y canal de YouTube Gonzalo de Cangas.
- Vivir la misericordia de Dios con santa Terisa de Lisieux
- Experiencia de silencio en la Cuaresma: día 9 de marzo, jueves de 17:00 h a 19:00 h. presencial en el salón y Capilla del Carmen, online en la web cipecar.
- Celebraciones orantes en la Cuaresma: Días: 28,29 y 30 de marzo. De 20:00 h a 21:00 h. en el salón del Carmen.
- Celebración de la Reconciliación comunitaria: Día 31 de marzo, viernes. De 20:00 h a 21:00 h. en La Iglesia del Carmen.
- Lecturas para el tiempo de Cuaresma: Editorial Montecarmelo.
- Mensaje del papa Francisco para la Cuaresma 2023
“La Cuaresma es un tiempo de gracia en la medida en que escuchamos a Aquel que nos habla. ¿Y cómo nos habla? Ante todo, en la Palabra de Dios, que la Iglesia nos ofrece en la liturgia. No dejemos que caiga en saco roto. Si no podemos participar siempre en la Misa, meditemos las lecturas bíblicas de cada día, incluso con la ayuda de internet. Además de hablarnos en las Escrituras, el Señor lo hace a través de nuestros hermanos y hermanas, especialmente en los rostros y en las historias de quienes necesitan ayuda. Pero quisiera añadir también otro aspecto, muy importante en el proceso sinodal: el escuchar a Cristo pasa también por la escucha a nuestros hermanos y hermanas en la Iglesia; esa escucha recíproca que en algunas fases es el objetivo principal, y que, de todos modos, siempre es indispensable en el método y en el estilo de una Iglesia sinodal”
MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO PARA LA CUARESMA 2023. Ascesis cuaresmal, un camino sinodal