Lunes, 10 de julio
«¡Ánimo, hija! Tu fe te ha salvado». Y en aquel momento quedó curada la mujer” (Mt 9,22) .
El Dios de la vida no quiere a sus criaturas arrodilladas y dobladas. Para Jesús no hay situación desesperada. Se pone en medio de la vida, donde están las gentes con sus dolores y gozos, y se deja tocar. Acércate a Jesús y mira que te mira. Tócale con tu amor, preséntale en silencio tus heridas.
Creo en ti, Jesús. Te confío mi vida. Sáname, Señor, de todas mis heridas.
Martes, 11 de julio
SAN BENITO, abad, patrono de Europa
“El que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna” (Mt 19,29)
¿A quién seguiremos hoy? ¿En quién depositar la confianza? ¿Nos atrevemos a soñar un mundo de personas seguidoras de Jesús? Sus amigos, aun con la mediocridad a cuestas, confiesan su seguimiento. Aprende a seguir a Jesús, haciendo camino con Él, paso a paso.
Señor, aquí está mi vida, tuyo soy; haz de ella un canal que deje pasar tu vida y tu amor a los hermanos.
Miércoles, 12 de julio
“Id y proclamad que el reino de los cielos está cerca” (Mt 10,7)
Jesús pide a los suyos que anuncien una buena noticia: Dios está cerca, su amor ronda a cada ser humano. Dios quiere la vida. Anuncia a Dios, anuncia la salvación, anuncia la vida. Tu cercanía a las personas necesitadas es una forma preciosa de anunciar a Dios.
Gracias, Señor, por enviarme. Lo haré todo en tu nombre. Les diré a todos, de tu parte, que estás cerca.
Jueves, 13 de julio
“Al entrar en una casa, saludadla con la paz” (Mt 10,12).
Toda casa, todo pueblo, toda calle, toda persona necesitan cada mañana el saludo de la paz. El mundo está lleno de saludos. Saluda, cada amanecer, la luz al mundo y todo se llena de colorido. Saludan los pájaros desde las ramas de los árboles ofreciendo a los que pasan canciones gratuitas. Se saludan las gentes. Se saludan los amigos de Jesús. Cultiva el saludo con los que te rodean. El saludo nos hace hermanos.
Cuando tú, Señor, nos saludas, las distancias se acortan, tu corazón y el mío laten al unísono. Cuando llevo paz en el corazón, las gentes la perciben y se alegran.
Viernes, 14 de julio
“El Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros” (Mt 10,20)
El Espíritu viene siempre a animar la vida de la humanidad. Nos da la fortaleza para afrontar la realidad que nos toca vivir. Invoca al Espíritu al comenzar el día. Déjate conducir por Él a la interioridad, a la creatividad y a la comunión.
¡Tu Espíritu sobre mí! Te abro la puerta sin miedo. Te acojo en mi corazón. ¡Empieza lo nuevo!
Sábado, 15 de julio
“No les tengáis miedo, porque nada hay encubierto, que no llegue a descubrirse; ni nada hay escondido, que no llegue a saberse. Lo que os digo en la oscuridad, decidlo a la luz, y lo que os digo al oído, pregonadlo desde la azotea” (Mt 10, 25.26).
¿Cómo alumbrar un mundo nuevo? Las cosas bellas empiezan a nacer en un corazón que ha expulsado el miedo. Expón a Jesús los miedos que te tienen atrapado/a y no te dejan volar en libertad. Camina con la libertad de los hijos e hijas de Dios.
Tú eres mi Señor, mi fe se apoya en tu Palabra de Vida, confío en en amor que se hace terniura en los momentos oscuros.
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