Lunes, 17 de julio
“El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí la encontrará” (Mt 10, 39).
Jesús te habla desde su experiencia. Él ha entregado la vida por el Reino y la ha encontrado. Seguro que muy cerca de ti vive alguien a quien admiras por su coraje y su solidaridad. La vida nueva da sentido a la muerte, la alegría da sentido a los momentos de dolor. Alguien escribió en tiempos de guerra: «Creo en el sol, aunque no brille; creo en el amor, aunque no lo sienta; creo en Dios, aunque esté callado».
¿Qué sentido quieres tú dar a tu vida? ¿A qué o a quién quieres entregarla?
Martes, 18 de julio
“Se puso Jesús a recriminar a las ciudades donde había hecho la mayor parte de sus milagros, porque no se habían convertido” (Mt 11,20)
Todo el amor entregado de Jesús a la humanidad es una invitación a la conversión. Cada eucaristía es una fuente de conversión. Cultiva hoy el asombro. Asómbrate del amor de Jesús que se pone sin condiciones en tus manos. Asómbrate del amor loco de Jesús que se entrega por entero para darte vida.
Tu eucaristía es siempre un amor ofrecido. La mía, ¿qué es, Señor?
Miércoles, 19 de julio
“Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños” (Mt 11,25).
¡Qué alegría la de Jesús! Encuentra gente sencilla que ha entendido las cosas importantes de la vida. Estas gentes son para Jesús una presencia alentadora que le anima a entregar la vida en una eucaristía. Busca a tu alrededor y encuentra gentes sencillas que han entendido lo que es dar la vida, hacer el bien, ser coherentes con su fe. Alégrate.
Me asomo a tu corazón, María, y veo en él reflejadas la belleza y la ternura de Dios. Atráeme, Virgen María, caminaré en pos de ti.
Jueves, 20 de julio
SAN ELÍAS, PROFETA Y PADRE DEL CARMELO.
«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera» (Mt 11, 28-30)..
Jesús nos invita a respirar, a descansar en él. Él es el amigo que nunca nos abandona. Nunca deja de amarnos. Lo mejor de nuestra vivencia cristiana es sabernos amados por él. Es imposible animarnos a cosas grandes si no tenemos dentro la certeza de su amor. Esta experiencia es tan consoladora que Jesús nos invita a compartirla con todo el mundo.
Tú, Jesús, le das a mi corazón más alegría y paz de lo que yo puedo desear. ¡Bendito seas!
Viernes, 21 de julio
“Quiero misericordia y no sacrificio” (Mt 12,7)
Dios tiene siempre abierta la puerta de su entrañable Misericordia. Sale al encuentro de toda debilidad humana. “Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. Lo que movía siempre a Jesús era la misericordia. Sólo quien ha sido acariciado por la ternura de la misericordia conoce verdaderamente al Señor” (papa Francisco).
A veces lleno de cosas mi vida, pero Tú una y otra vez me pides que mire con ternura a mis hermanos.
Sábado, 22 de julio
SANTA MARÍA MAGDALENA
“Jesús le dice: ¡María! Ella se vuelve y le dice: ¡Rabboni!, que significa: ¡Maestro!” (Jn 20,16)
Jesús llama a María por su nombre y ella reconoce su voz. Al esposo le responde la esposa. El lenguaje nupcial expresa la relación de amor que une a la comunidad con Jesús. ¿Cómo llamas a Jesús en tus encuentros con Él?
Lo mío es tuyo, mi Señor. Lo tuyo es mío, mi Señor. Juntos hacemos el camino, mi corazón en el tuyo.
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