Lunes, 23 de octubre
“Guardaos de toda clase de codicia” (Lc 12,15).
La vida, afirma Jesús, no depende de la abundancia de los bienes materiales; pero muchas veces somos como el rico de la parábola que pone su confianza en los bienes y cosechas. Deja que esta enseñanza de Jesús se haga vida dentro de ti: ‘Para Dios es rico quien se desprende de lo que tiene.
Mis pobres y torpes manos quieren parecerse a las tuyas. Dame fuerzas, Señor, para que permanezcan extendidas, acogiendo entre sus palmas a los más necesitados.
Martes, 24 de octubre
“Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas» (Lc 12,35.
Los discípulos deben cultivar una actitud de vigilancia y disponibilidad frente a la venida del Reino. El Reino es el proyecto trinitario de Dios de comunicar al mundo, misericordiosamente, su propia vida, comenzando por salvar la vida humana de todo sufrimiento y de todo mal.
Dichoso/a si esperas contra toda esperanza. Dichoso/a si tu fe se expresa por medio de la compasión y la solidaridad. Dichoso/a si vives agradecido/a y en gratuidad.
Miércoles, 25 de octubre
“Estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre” (Lc 12,40).
Esperar la venida del Señor exige una vigilancia activa; estar atento a las responsabilidades del tiempo presente. Jesús, que no viene a juzgar sino a servir, te invita a mantenerte despierto/a preparado/a en actitud de servicio.
Mi fuerza y mi esperanza eres Tú, Señor, en Ti confío, no temo. Mi gozo y mi descanso están en Ti, Señor. Tu Amor despierta las fibras de mi amor para servir.
Jueves, 26 de octubre
“Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla! (Lc 12,50).
Jesús camina hacia Jerusalén en obediencia a la voluntad del Padre afrontando decididamente toda oposición. Tu encuentro con el Señor suscita una respuesta de fe que puede crear división con otros valores del mundo.
Enciende en mi corazón la llama de tu amor, bautízame con tu Espíritu Santo, pera ser testigo de tu amor y de tu paz en el mundo.
Viernes, 27 de octubre
“¿Cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? (Lc 12,56).
Jesús trae la última palabra del Padre a la humanidad; sin embargo los hombres no tienen la habilidad suficiente de descifrar los signos del reino presente en Jesús. Descubre las pequeñas señales del proyecto de Jesús que están brotando en nuestro momento histórico. Da gracias a Dios por ellas.
Tu reino es vida, tu reino es gracia, tu reino es justicia, tu reino es verdad, tu reino es paz, tu reino es amor. ¡Venga a nosotros, tu reino, Señor!
Sábado, 28 de octubre
“Venían a oírlo a que los curara de sus enfermedades…y gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos” (Lc 6, 18-19).
Jesús ora toda la noche, y desde la fuerza de su oración llama a los discípulos, hace apóstoles y cura a todos los que se acercan a Él. Jesús te invita a orar. A acercarte a Él, a escucharle y tu fe le arrancará esa fuerza sanadora.
Señor, tú llamas a todos a tu mesa, nos acercamos… ¿Tenemos suficiente fe para que tu fuerza nos cure?
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