Lunes, 12 de junio
“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados” (Mt 5,6).
Jesús, desde un monte, proclama la oración del abrazo. La experiencia de Dios es una experiencia gozosa y vivificante para todos. Donde está Jesús la ternura y la compasión de Dios se abren camino. Hay personas en las se nota enseguida su sed de justicia, su dolor hondo por tanta desigualdad. Si hoy las encuentras alégrate, porque has encontrado un tesoro.
Jesús, tú descubres la sed y abrazas al sediento. Te gozas de que Dios sea tan generoso con los que buscan justicia. Me da alegría ir contigo.
Martes, 13 de junio
“Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos” (Mt 5,16).
Ser sal y ser luz es la misión de las comunidades, su identidad más profunda: discípulos misioneros. Los discípulos de Jesús son fermento de una nueva sociedad cuando en su modo de obrar dejan pasar la luz del Padre. Intenta que tus obras reflejen la luz de la fe que llevas dentro.
Te glorifico, Padre, por las obras buenas que hoy has sembrado en el surco del mundo.
Miércoles, 14 de junio
“No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud”(Mt 5,17).
La Ley deja a la persona con sus propias fuerzas, le pone preceptos que ha de esforzarse en cumplir, le amenaza, le premia…; el Evangelio le coloca ante el don de Dios, le hace conocer al Padre, le convierte en hijo, lo cambia por dentro… y ya no tiene que mandarle nada.
Espíritu divino, despierta en nosotros la alegría de sabernos hijos e hijas de Dios. Que la vida y el estilo de Jesús provoque nuestra oración y nuestra vida, a veces tan anodinas y rutinarias.
Jueves, 15 de junio
“Si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda” (Mt 5,25).
La reconciliación es don y tarea, es camino para el encuentro con Dios y con los demás. Dedica unos momentos, antes de orar, a ponerte a bien con los hermanos.
Antes de cantarte, mi Dios, afinaré las cuerdas de mi cítara, recorreré los caminos de la reconciliación.
Viernes, 16 de junio
SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
“Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, así te ha parecido bien” (Mt 11 ,25).
Jesús deja ver en su oración, su relación íntima con su Padre y un llamado a todos los que necesitan de su ayuda, a los cansados y agobiados, para que experimenten el alivio y descanso de sus cargas. Él comprende todas tus angustias y sufrimientos y quiere acompañarte.
Haz mi corazón semejante al tuyo, que encuentre descanso en ti y solo en ti descanse mi alma.
Sábado, 17 de junio
INMACULADO CORAZÓN DE LA VIRGEN MARÍA
“¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?. Pero ellos no comprendieron lo que les dijo. Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos. Su madre conservaba todo esto en su corazón” (Lc 2, 50,51).
María avanza poco a poco en el misterio. Lo que sucede ante sus ojos lo escudriña en sus adentros. Ahí espera confiada que la música de Dios inunde el universo. Contempla tu vida como el lugar donde maduran los sueños de Dios.
Virgen de la escucha y la contemplación, acoge en tu corazón a quienes sufren sin esperanza.
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