Miércoles, 17 de febrero.
MIÉRCOLES DE CENIZA
“Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará” (Mt 6, 6).
Hoy comienza un tiempo nuevo de salvación para ti. El Señor llama a tu puerta y te invita a recorrer el camino de la Pascua con Él. Estás invitado a escuchar la Palabra, los acontecimientos y lo que pasa en tu interior.
Señor, Jesús, haznos entrar en nuestro interior. Estamos tentados, solicitados por el exterior. Todo nos llama, nos invita a vivir a la intemperie donde no hay calor de hogar ni palabras sinceras. Ven, Señor a habitar en nuestra casa y ayúdanos a vivir reconciliados, en paz y en cercanía contigo y con los hermanos.
Jueves, 18 de febrero
“Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga” (Lc 9, 23).
El Espíritu nos enseña que el único camino seguro es seguir a Jesús, en su itinerario hacia la cruz. Pon los ojos en él y entrega hoy tu vida con libertad. Quien entrega la vida por amor la gana para siempre. Las experiencias de gratuidad, por pequeñas que sean, son el mejor clima para la oración.
Enséñanos, Jesús, tus caminos. Vuelve a cautivarnos con tu amor. Enséñanos, Jesús, a amar la vida entregándola.
Viernes, 19 de febrero
«¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos?» (Mt 9, 15).
El Espíritu nos regala el don de la alegría. Sonríe al amanecer y agradece la vida. Trabaja con alegría. Contagia el gozo de la fe a quien se acerque. La oración es el fruto de la fiesta que el Espíritu celebra en tu interior.
Cuando tú estás, la alegría llena nuestro corazón y la vida entera. Tú eres nuestro gozo. Tu Palabra nunca pasa de moda.
Sábado, 20 de febrero
«Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros” (Lc 5 ,29).
Jesús siempre nos mira primero. El Espíritu invita a entrar en la verdadera conversión. Cuando alguien se convierte a Jesús le brota la generosidad por todas partes. Sal al encuentro de los pobres; sírveles, regálales la paz y la bondad del corazón.
Tu mirar es amar. Todo te ofrezco, Jesús. Todo cuanto hay en mí.
Documentación: EVANGELIO DIARIO EN LA CUARESMA