Lunes, 3 de junio
“¿Qué hará al dueño de la viña?” (Mc 12,9).
¿Qué hará el Padre ante tantas injusticias cometidas contra los más pequeños? ¿Dónde quedará tanto amor sembrado en la humanidad? ¿A quiénes dará su luz y su amor para que produzcan frutos de justicia en el mundo? Deja que esta pregunta te alcance. Dios está en las preguntas hondas. Señor, ¿quién conoce los designios de tu corazón?
Pongo este día en tus manos. Quiero caminar contigo. Me coloco en medio de todos como quien sirve.
Martes, 4 de junio
“Lo que es del César pagádselo al César, y lo que es de Dios a Dios” (Mc 12,17).
Quieren meter a Jesús en una calle sin salida, pero él se abre paso y aporta una claridad insospechada. Lo que renueva a la persona es el amor, porque vivir sin amor no es vida. Para quien quiere mejorar su calidad de vida, no hay mejor receta que mejorar la calidad de su amor. Por eso, la obra del Espíritu consiste en encender en el corazón de los orantes el fuego del amor.
Lo tuyo, Señor, es de todos. ¿Será mi vida también un regalo para todos?
Miércoles, 5 de junio
“¿No habéis leído en el libro de Moisés, en el episodio de la zarza, lo que le dijo Dios: “Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob”? No es Dios de muertos, sino de vivos” (Mc 12,27).
Dios es amigo de la vida; cuida la vida, la levanta, la acompaña hasta la plenitud. No deja que perezcan los que Él ama. Cuida hoy tu vida. Cuida la vida de los que tienes cerca. Es una forma de alabar y de bendecir al Dios de la vida. Encamina mis pasos hacia la vida.
Dame tu vida. Dame la vida. Mi Dios, pon mi corazón junto a tu fuente.
Jueves, 6 de junio
“Amar al prójimo vale más que todos los sacrificios” (Mc 12,33).
Lo que importa es amar. Aprender a amar es la asignatura más importante de la vida. Quien está por el bien del ser humano no está lejos del amor. Como un estudiante más, vete hoy a la escuela para aprender a amar. Fíjate en lo que necesitan los que están a tu lado. Aprende de los que han explorado ya la tierra del amor y son una presencia alentadora para todo camino.
Abro mi vida a los próximos. Mi corazón se llena de nombres, de rostros. Con todos los que me habitan te alabo y te bendigo, Señor.
Viernes, 7 de junio
SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
“Mirarán al que traspasaron” (Jn 19,37)
Jesús, en su entrega total a la humanidad, lo dio todo. Su costado traspasado ha quedado abierto a todos/as. Su amor no tiene fronteras. Desde la cruz del amor nos invita a beber en su fuente de gracia y de ternura.
Me acerco a tu corazón, Jesús, y me asombro ante tanto derroche de amor sin medida. ¡Gracias, Señor!
Sábado, 8 de junio
INMACULADO CORAZÓN DE LA VIRGEN MARÍA
“Su madre conservaba todo esto en su corazón” (Lc 2,51).
María avanza poco a poco en el misterio. Lo que sucede ante sus ojos lo escudriña en sus adentros. Ahí espera confiada que la música de Dios inunde el universo. Contempla tu vida como el lugar donde maduran las cosas de Dios.
Llevo siempre sembrada tu Palabra en mi interior. En silencio me va formando a tu imagen.