¿Cómo acercarnos?
- En silencio y agradecimiento escuchamos conmovidos la experiencia de Dios que nos regala el salmista.
- Cuando Dios se acerca y se inclina hacia el pobre y el indigente, nos deja ver sus entrañas maternales. No puede quedarse indiferente ante el clamor de los que sufren; su amor se conmueve y se derrama.
Adviento es un camino de consuelo
Leerlo
El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente,
hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos.
El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos,
el Señor guarda a los peregrinos.
Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad.
¿Cómo orarlo?
- Acoge el rostro de Jesús que se acerca en los seres humanos necesitados.
- Deja que el Espíritu ensanche tu corazón para que en él habiten los preferidos de Dios.
- Ofrécete al Señor para continuar su tarea de sanación por los caminos.
¿Cómo vivirlo?
El Espíritu anima a la Iglesia a continuar la tarea de Jesús. En esta misión estamos implicados todos. Cada gesto de amor nuestro logra que Dios se haga más visible a los hombres y mujeres de hoy que caminan buscando un sentido a sus vidas.
«Tu palabra, siempre sorprendente, nos llega a la vuelta de cada día, a través de nuestros hermanos y de sus anhelos y de sus gritos, a través de las palabras y los gestos del amor de cada día, a través del amor recibido y del perdón otorgado»