¿Cómo acercarnos?
- Nos disponemos a orar con ojos limpios para ver a Dios y con compasión en el corazón para ver la situación de nuestro mundo.
- Tenemos en cuenta el mundo de los pobres y las injusticias que hay en el mundo.
- Vamos a Dios con un proyecto de paz para la humanidad.
Adviento es un camino de paz
Leerlo
Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud.
Que los montes traigan paz,
y los collados justicia;
que él defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos del pobre.
Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
que domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra.
Que su nombre sea eterno,
y su fama dure como el sol;
que él sea la bendición de todos los pueblos,
y lo proclamen dichoso
todas las razas de la tierra.
¿Cómo orarlo?
- Intercede ante el Señor por la paz en los pueblos, en las familias, en los corazones.
- Alégrate con todos los humildes de la tierra, porque del plan de Dios, y de aquellos que lo siguen, siempre brota la justicia.
- Pide al Señor que envíe personas de paz y justicia para el mundo.
¿Cómo vivirlo?
La relación con Dios no se puede separar de lo que pasa a las personas humanas. Estar al tanto de lo que pasa en el mundo y preguntarse qué se puede hacer, es una excelente forma de evangelizar. «¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz!». «Consigue la paz interior y una multitud de hombres y mujeres encontrarán la salvación junto a ti» (Oscar Wilde).