RETIRO: ES TIEMPO DE CAMINAR JUNTOS

ACOGIDA

Empecé dándome a mí misma un comienzo (C.J. Walker)

  • Comenzamos con una señal personal y comunitaria:
    En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
  • Oramos, con la Iglesia, al Espíritu, que siempre viene en ayuda de nuestra debilidad (Rom 8,26).

Leemos en silencio esta oración y escogemos una frase que queremos hacer nuestra.

Estamos ante ti, Espíritu Santo,
reunidos en tu nombre.
Tú que eres nuestro verdadero consejero:
ven a nosotros, apóyanos,
entra en nuestros corazones.
Enséñanos el camino,
muéstranos cómo alcanzar la meta.
No permitas que perdamos el rumbo
como personas débiles y pecadoras.
No permitas que la ignorancia
nos lleve por falsos caminos.
Concédenos el don del discernimiento,
para que no dejemos que nuestras acciones
se guíen por prejuicios y falsas consideraciones.
Condúcenos a la unidad en ti,
para que no nos desviemos del camino
de la verdad y la justicia,
sino que, en nuestro peregrinaje terrenal,
nos esforcemos por alcanzar la vida eterna.
Esto te lo pedimos a ti,
que obras en todo tiempo y lugar,
en comunión con el Padre y el Hijo
por los siglos de los siglos. Amén.

  • Un retiro es un tiempo para estarse amando a Jesús, para amar y ser amados.

EL MIRAR DE DIOS ES AMAR

¿Con qué Dios tratamos? ¿Cuál es nuestro Dios? Con un Dios que es protagonista de la historia: No me parece os quedó a Vos nada por hacer para que desde esta edad no fuera toda vuestra (Santa Teresa, V 1,8). Una obra que realiza en el silencio: La Casa fue construida con piedras preparadas en la cantera: durante su construcción no se oyeron en la Casa martillazos ni sierras, ni instrumentos de hierro (1Re 6,7). Un Dios que tiene un proyecto de comunión: Que todos seamos uno.

  • Anécdota del perfume (Colmenas de abejas)
  • El recuerdo de nuestro bautismo. Dios nos mete en el mismo amor con que él se ama. Uno por uno todos hemos nacido allí (Sal 86).
  • De las guerras destructivas a ejercitarnos en la mirada teologal
    • La mirada de Dios es amar. Ahí está la dignidad de todo ser humano. De ahí surge el diálogo entre iguales, la conciencia de que nada humano nos es ajeno y la misión de pasar por esta vida haciendo el bien.
    • La mirada de Dios es creativa. María, mirada en su pequeñez, proclama un mundo nuevo (Lc 1,48).
    • La mirada de Dios lo pone a nuestros pies. Como si él fuese su siervo y ella fuese su señor.
    • La mirada de Dios nos embellece, delicadamente nos enamora, y nos lleva al asombro (anécdota de Rilke).
    • La mirada de Dios nos hace familia, sínodo. La Iglesia es sinodal. 
  • Un camino: De la conciencia aislada a la comunión.

MIRARNOS POR DENTRO

¿Quién soy yo?, es la pregunta que cada hombre y mujer se ha planteado y sigue planteándose en nuestro tiempo. En el contexto del actual mundo globalizado en el cual todo aparece frágil y efímero, en el cual faltan las seguridades y los puntos de referencia estables, y donde todo parece sujeto al cambio constante, también nosotros queremos tomar en las manos nuestra realidad para comprender mejor lo que somos y lo que estamos llamados a ser.

  • Creer en Dios y creer en nosotros. SOMOS AMOR. SER JUNTOS un Evangelio celebrado.
    • Oración interior. Para percibir que Jesús nos dice: TE AMO.Alegrarnos de lo que Dios ha hecho con nosotros. Dejarle libertad para que siga labrándonos.  
    • El silencio como descenso humilde a la verdad, para deshacer los nudos que nos atascan.  
    • Cruzar despacio el paisaje de la vida, sin vivir acelerados,para saber cómo nos lleva el Señor y descubrir las huellas de Dios en lo cotidiano.
    • Identidad compartida. El arte de ser hermanos.
    • Atrevimiento a entrar en conversación en todas las direcciones posibles. De desconocidos que éramos, nos hemos hecho amigos por el diálogo (Pablo VI).
    • Profunda espiritualidad (mística). Contar con el Espíritu Santo y con las inspiraciones del Espíritu que están en los que nos rodean.  La comunicación honda, en el Espíritu, nos lleva a vivir más allá de nuestras expectativas.
    • Camino: de la superficialidad a la interioridad. 

MIRAR CON LA MIRADA DE DIOS

Dios cuenta con nuestra libertad para decir ‘hágase’. Dios tiene su lógica. No quiere actuar si no le damos nuestro consentimiento. En este mundo en que vivimos, muchas veces sentimos que nos obligan. Dios no hace eso jamás. Dios nos ha hecho libres. Dios nos ha dado una voluntad libre y es respetuoso con este don. No hace nada sin contar con nosotros.

  • Mirar a la Iglesia.
    • Mirarnos como Iglesia de la cercanía. Inspirados en el estilo de Jesús, que es cercanía, compasión, ternura.
    • Mirarnos como Iglesia de la escucha. La adoración nos ayuda a poner los ojos del corazón en Jesús, el Señor de nuestra vida.
    • Mirarnos como Iglesia del caminar juntos. UBUNTU. ¿Con quiénes estoy haciendo el camino? No puede haber una Iglesia en salida con una liturgia en retirada.
  • Mirar a la humanidad
    • En este momento de guerra. Dios puede hacer que las flores broten entre las rocas.
    • Pasar de la condena a la compasión. Testimonio de la enfermera que puso la inyección letal a Tito Bransdma: Siguió mirándome con misericordia, bendiciéndome.
    • Participar en la misión profética de la Iglesia, sumándonos a estilos de vida alternativos: Trabajo y economía al servicio de la persona desde la opción por los pobres; estilos de vida reconciliados.
  • Mirar a la comunidad cristiana, aquí y ahora
    • Con el discernimiento comunitario, sin echarnos a un lado: mirar, escuchar y hablarnos, compartir, acompañar.
    • Cuando oramos no somos islas. Los otros son míos y me pertenecen. No nos son ajenos los unos a los otros. Jesús viene detrás cuando hospedamos en el corazón a cualquier otro (cf Fratelli Tutti 119).   
    • Desde el intercambio de los dones recibidos vivir la amistad social (Papa Francisco) como un desafío.
    • Atrevernos a soñar una comunidad servidora, al estilo de Jesús. La sorpresa del Espíritu es continua porque hace que las cosas viejas sean nuevas y originales.

Camino: de la pasividad a la creatividad. La lentitud en el esfuerzo es ajena al Espíritu Santo (San Ambrosio). Caminar de inicio en inicio, a través de muchos comienzos (San Gregorio de Nisa).

CON LA PRESENCIA DE MARÍA (Hch 1,14) 

María, madre, te rogamos que sigas hoy con nosotros,
en el centro de la familia de Jesús, que es la tuya.
Enséñanos y ayúdanos a vivir unidos, como hermanos,
unánimes en la oración, en diálogo sincero, con actitud de escucha mutua,
abiertos al Espíritu que desde el día de Pentecostés es vida y guía de la Iglesia.
No permitas que dejemos de lado a ninguno de tus hijos, nuestros hermanos.
Haz que estemos siempre atentos a los pequeños y a los pobres,
a los hambrientos a quienes el Señor colma de bienes,
a los humildes que él enaltece.
Es tarde pero es madrugada
si insistimos un poco (Pedro Casaldáliga).

Pedro Tomás Navajas, ocd

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