EVANGELIO DÍA A DÍA EN PASCUA
Lunes, 18 de abril
«Jesús les salió al encuentro y les dijo: Alegraos» (Mt 28,9)
El encuentro con el Resucitado cambia los miedos en anuncio gozoso. Abre tus oídos y deja que resuene en tus adentros esta palabra: Alégrate. La alegría es la señal de todas las comunidades de Jesús. Donde hay alegría ahí está Jesús. Tu alegría puede ser el sendero que lleve a muchos a encontrar a Jesús.
Tú alegras mi corazón. Canto y toco para ti, Jesús resucitado.
Martes, 19 de abril
«He visto al Señor» (Jn 20,18)
El rostro luminoso de una mujer comunica que ha visto al Señor. Su espera amorosa y confiada terminó en el encuentro con el que amaba su alma. Una mujer se convierte en mediadora de encuentro con Jesús para otros. Una mujer habla abriendo caminos nuevos de libertad. Contempla los rostros de los que te rodean. ¿De qué te hablan?
En cada amanecer levanto mi alma a Ti, mi Señor. Todo lo espero de tu Misericordia.
Miércoles, 20 de abril
«Ellos contaron cómo lo habían reconocido al partir el pan» (Lc 24,35)
Jesús se hace compañero de camino de los que se marchaban desalentados. Su palabra penetra en su desencanto y la vida vuelve a sonreír en su interior. Del desencanto pasaron al agradecimiento, de la desilusión a la esperanza. Todo fue fruto del encuentro con Jesús. ¿Te nacen deseos de contar a Jesús?
Jesús, por tu cercanía y tu palabra, por tu pan partido y repartido, me ha nacido una historia que cuento a todos.
Jueves, 21 de abril
«Paz a vosotros… Vosotros sois testigos de esto» (Lc 24,36.48)
¿Cómo curar en los discípulos el fracaso de la cruz? Sólo con paz. Jesús les regala su Paz y cercanía. No están solos. Hay personas que son testigos de paz y humildad, de bondad y perdón, de solidaridad y lucha por la justicia. ¿Será en la casa de estos pobres donde se esconde Jesús?
Dame una y otra vez tu paz, Señor, hasta que yo también sea artesano de paz.
Viernes, 22 de abril
«Es el Señor» (Jn 21,8)
El que ama descubre la presencia de Dios en su vida y en todo lo que le rodea. Jesús siempre está en nuestra orilla y nos espera con su amistad. Llega de forma gratuita e inesperada. Mira tu vida cotidiana con calma, para que descubras una presencia. Acoge hoy a las personas que vengan a ti y al final del día celebra en la oración tantas visitas inesperadas de Jesús.
Con mi candil encendido te espero para llamarte «mi Señor» cuando llegues.
Sábado, 23 de abril
«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio» (Mc 16,15)
El amor sembrado por Jesús en los suyos termina en envío misionero. La luz no se puede ocultar. En cada amanecer, Jesús Resucitado, nos sorprende con su presencia amorosa y nos envía. Comunica hoy con alguien lo que sabes y vives de Jesús. No te lo guardes. Recuerda rostros concretos de hombres y mujeres, misioneros del Evangelio
Te alabo y te bendigo, Jesús, por tu confianza en mí. Dame tu fuerza, dame tu Espíritu.