Letra y música: José-Manuel Montesinos
Inspirado en Himno Cristológico de Filipenses 2, 6-11
Libro-Disco: El canto nuestro de cada día
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A) Cristo, siendo de condición divina,
no se aferró, no se aferró, no se aferró.
Y de su categoría de Dios
se despojó, se despojó, se despojó.
Tomando la condición de esclavo,
como uno más, como uno más, como uno más.
Presentándose como un simple hombre,
se humilló, se humilló, se humilló.
Obedeciendo hasta la muerte,
muerte de cruz, muerte de cruz, muerte de cruz.
Obedeciendo hasta la muerte,
muerte de cruz, muerte de cruz, muerte de cruz
Muerte de cruz.
B) Por eso Dios lo encumbró sobre todo
y le otorgó, y le otorgó, y le otorgó
un título que supera a todo título
y lo elevó, y lo elevó, y lo elevó.
Así que toda rodilla se doble
ante Jesús, ante Jesús, ante Jesús,
en el cielo, en la tierra, en el abismo,
ante Jesús, ante Jesús, ante Jesús.
Y que toda lengua proclame:
¡Cristo Señor! ¡Cristo Señor! ¡Cristo Señor!
Para la gloria de Dios Padre:
¡Cristo Señor! ¡Cristo Señor! ¡Cristo Señor!
¡Cristo Señor!
AMÉN, AMÉN, AMÉN