. Acércate a leer este evangelio con el corazón abierto de par en par. Jesús siempre trae consigo la vida para tu vida. . En este texto exclusivo de Lucas, dos hechos sangrientos y una parábola dan pie a Jesús para transmitir un mensaje muy importante para ti. . Este evangelio puede ser una ocasión propicia para que encuentres tu verdadero rostro y para que te abras al rostro de Dios, que es siempre compasivo. . Lo que les pasa a las víctimas, de cualquier signo, no es un escaparate para que tú te muestre seguro/a contemplándolo desde fuera, sino que es un espejo en el que puedes verte a ti mismo/a. Dios te habla a través de todo. . Tu vida es muy valiosa. No dejes que pase sin más. A Jesús le importa mucho que sea una vida fecunda, que dé mucho fruto. ¿Te importa a ti? . Estés como estés, abre tu vida al Dios de la misericordia. Su compasión le da siempre a la vida nuevas posibilidades.
<*> LEER EL TEXTO:Lucas 13, 1-9
En una ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó: -«¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera.» Y les dijo esta parábola: -«Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: ‘Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?’ Pero el viñador contestó: “Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas’». <*>ENTRAR EN EL TEXTO De camino.Jesús va camino de Jerusalén. Lucas representa la salvación como un viaje en etapas, cada una de las cuales conduce a centros importantes como Jerusalén, Roma (en Hechos). Jesús va a Jerusalén a implicarse totalmente en la historia humana, para darle una orientación definitiva hacia el amor y hacia la vida. Estando de camino se le presentan unos desconocidos para contarle un hecho acaecido recientemente. Vienen a Jesús con las noticias del día. Lo de los galileos. Seguramente peregrinos que han ido a Jerusalén para ofrecer el sacrificio del cordero pascual en el templo. Los soldados del gobernador les habrían dado muerte. Este incidente no se menciona ni en la tradición evangélica ni en otros escritores contemporáneos. Sin embargo, sí se mencionan violentas intervenciones de Pilato contra el pueblo judío. La imagen de Pilato que Lucas nos da en este episodio no contradice, en absoluto, la descripción de Flavio Josefo, que nos lo presenta como un personaje cruel, sanguinario y sin escrúpulos. La lectura que hace Jesús. Hace una lectura personalizada; confronta el hecho con la vida de las personas que le escuchan. La referencia a la historia contemporánea de Palestina le sirve de trampolín para hacer una invitación al arrepentimiento y a la conversión. Jesús no presta su apoyo a las conjuras de los zelotas o a las acciones terroristas contra Roma; únicamente saca la consecuencia de que urge arrepentirse. Los que han sido asesinados no son más pecadores que los demás; lo expresa Jesús con una formulación enérgica (“os digo que no”). De un Dios sabido y hasta encasillado, que premia a los buenos y castiga a los malos, surge un Dios imprevisible, difícil y misterioso, que es gracia pero que pide que el ser humano, desde su libertad, colabore. Los que murieron aplastados.Jesús añade una referencia a otra desgracia, presuntamente conocida, en la que el número de víctimas fue mayor, pero que se produjo por accidente, por derrumbamiento de una de las torres de la muralla de la ciudad. Flavio Josefo dice que, bajo Poncio Pilato, se hicieron trabajos de construcción en ese lugar. La torre de Siloé era una de las que guardaban el acueducto que llevaba el agua al estanque de Siloé. La referencia a esos dos hechos históricos no implica necesariamente que Jesús proponga una visión anticipada de la ruina de Jerusalén. De momento no es más que una exhortación. Nos jugamos mucho en la vida. La conversión es la única garantía; permite mirar al que da la vida. La parábola.Es una forma literaria que echa mano de detalles de la vida diaria de Palestina para transmitir un mensaje. Pretende enfrentar al lector con las verdades del cristianismo de una manera sugestiva. Jesús enseña a menudo sirviéndose de parábolas; es una forma de hablar comprometida. Una higuera plantada en la viña. Era costumbre plantar higueras en las viñas. La vida pacífica se entendía como “sentarse cada uno bajo su parra y su higuera, sin sobresaltos” (Mq 4,4). La higuera simboliza a Israel. La higuera es un símbolo antropológico de una vida improductiva. ¿Cómo es posible que el ser humano malgaste su vida? El pecado más grave es no dar fruto. La infidelidad de Israel es particularmente culpable debido a los favores divinos que le han sido otorgados. No dar fruto es encerrarse uno en sí mismo, dar fruto es vivir para los demás. Los que se afanan por la vida de los demás ésos son los que encuentran a Dios. Tres años.Aunque algunos comentaristas opinan que la cifra puede referirse a la duración del ministerio público de Jesús, en la obra de Lucas es absolutamente desconocida esa duración. Más bien hace referencia a las continuas dilaciones y a la falta de decisión personal, aspectos que acentúan la gravedad. Déjala.Un dato particular de esta parábola es la intercesión del hortelano a favor de la higuera pidiendo una moratoria. Sale en defensa del árbol sentenciado como si se tratase de una causa judicial. En el “déjala” y en la labor de cavar y abonar el árbol está simbolizada la misericordia entrañable de Dios. Un año.A pesar de la obstinación permanente, todavía queda un período abierto a la gracia antes de la manifestación definitiva; pero no se puede olvidar que el tiempo es limitado. La salvación es don de Dios, pero también exige responsabilidad del hombre. Jesús, simbolizado en el hortelano, no es alguien lejano sino un tú cercano que mantiene con nosotros un diálogo responsable y exigente. La acción de Dios se ejerce especialmente en lo profundo del ser humano; por eso tiene que contar con él. A ver si da fruto. Jesús no cree que la respuesta final que le dará Israel haya de ser un no. La misericordia deja abierta la puerta para una respuesta. La misericordia ofrece un espacio donde puede germinar la nueva vida. La misericordia de Jesús hace que vivamos rodeados de posibilidades. La historia contemplada desde la misericordia puede convertirse en historia de salvación. Sólo merece la pena aquella fe capaz de dar vida.