Celebración conmemorativa de la llegada de sta Teresa de Jesús a Burgos (26 de enero 1582)

Recorrido de los lugares teresianos en Burgos:

  1. Capilla del Santo Cristo de Burgos (Catedral)
  2. Plaza del Huerto del Rey -‘La Flora’ (Casa de Doña Catalina)
  3. Capilla de la ‘Buena Mañana’ (Parroquia de San Gil)
  4. Hospital de ‘La Concepción’ (Más: Claustro de S. Agustín y Parroquia de S. Cosme y S. Damián)
  5. Monasterio de San José y Santa Ana, Convento de las Carmelitas Descalzas, última fundación teresiana

CELEBRACIÓN ORANTE Y FESTIVA

Motivación

Símbolo: Una persona trae un bastón, otra unas sandalias

Canto: Teresa de Jesús,nº 5 CD,Amigos fuertes de Dios, Rogelio Cabado

1. ¡BUENOS ESTABAN LOS CAMINOS!

1 Lector: «Quiso el padre Provincial ir con nosotras a esta fundación. Parte debía ser estar entonces desocupado… y parte por mirar por mi salud en los caminos, por ser el tiempo tan recio y yo tan vieja y enferma, y paréceles les importa algo mi vida. Y fue, cierto, ordenación de Dios, porque los caminos estaban tales, que eran las aguas muchas, que fue bien necesario ir él y sus compañeros para mirar por dónde se iba, y ayudar a sacar los carros de los trampales. En especial desde Palencia a Burgos, que fue harto atrevimiento salir de allí cuando salimos. Verdad es que nuestro Señor me dijo que bien podíamos ir, que no temiese, que El sería con nosotros; aunque esto no lo dije yo al padre Provincial por entonces, mas consolábame a mí en los grandes trabajos y peligros que nos vimos, en especial un paso que hay cerca de Burgos, que llaman unos pontones, y el agua había sido tanta, y lo era muchos ratos, que sobrepujaba sobre estos pontones tanto, que ni se parecían ni se veía por donde ir, sino todo agua, y de una parte y de otra está muy hondo. En fin, es gran temeridad pasar por allí, en especial con carros, que, a trastornar un poco, va todo perdido, y así el uno de ellos se vio en peligro» (F 31,16) .

2 Lector: «Tomamos una guía en una venta que está antes, que sabían aquel paso; mas, cierto, él es bien peligroso. Pues las posadas, como no se podían andar jornadas a causa de los malos caminos, que era muy ordinario anegarse los carros en el cieno, habían de pasar de unas bestias al otro para sacarles. Gran cosa pasaron los padres que iban allí, porque acertamos a llevar unos carreteros mozos y de poco cuidado. Ir con el padre Provincial lo aliviaba mucho, porque le tenía de todo, y una condición tan apacible, que no parece se le pega trabajo de nada; y así, lo que era mucho lo facilitaba que parecía poco, aunque no los pontones, que no se dejó de temer harto. Porque verse entrar en un mundo de agua, sin camino ni barco, con cuanto nuestro Señor me había esforzado, aún no dejé de temer: ¿qué harían mis compañeras? Ibamos ocho: dos que han de tornar conmigo, y cinco que han de quedar en Burgos: cuatro de coro y una freila… Yo iba con un mal de garganta bien apretado que me dio camino en llegando a Valladolid, y sin quitárseme calentura….Esto me hizo no gozar tanto del gusto de los sucesos de este camino….Todas venían contentas, porque en pasando el peligro, era recreación hablar en él» (F 31,17)

3 Lector: «Con este mal camino llegamos a Burgos … Quiso nuestro padre fuésemos lo primero a ver el santo Crucifijo, para encomendarle el negocio y porque anocheciese, que era temprano cuando llegamos, que era un viernes, un día después de la conversión de San Pablo, 26 días de enero. Traíase determinado de fundar luego, y yo traía muchas cartas del canónigo Salinaspara que sus deudos favoreciesen este negocio y para otros amigos, muy encarecidamente» (F 31,18). «Luego otro día me vinieron todos a ver y en ciudad, que ellos no estaban arrepentidos de lo que habían dicho, sino que se holgaban que fuese venida, que viese en qué me podían hacer merced. Como, si algún miedo traíamos, era de la ciudad, tuvímoslo todo por llano. Aun sin que lo supiera nadie, a no llegar con un agua grandísima a la casa de la buena Catalina de Tolosa, pensamos hacerlo saber al Arzobispo, para decir la primera misa luego, como lo hago en casi las más partes; mas por esto se quedó» (F 31,20).

Elogio de Teresa a Pablo: ‘Miremos al glorioso San Pablo, que no parece se le caía de la boca siempre Jesús, como quien le tenía bien en el corazón’ (V 22,7).

Pausa musical

2. LAS COSAS DE DIOS SE LLEVAN A CABO ENTRE MUCHOS

4 Lector: «Había en esta ciudad de Burgos una santa viuda, llamada Catalina de Tolosa, natural de Vizcaya, que en decir sus virtudes me pudiera alargar mucho, así de penitencia como de oración, de grandes limosnas y caridad, de muy buen entendimiento y valor. Había metido dos hijas monjas en el monasterio de nuestra Orden de la Concepción, que está en Valladolid …y en Palencia metió otras dos» (F 31,8)

«Tenía ella dos vecinas, personas principales y muy siervas de Dios…La madre se llamaba doña María Manrique. Tenía un hijo regidor, llamado don Alonso de Santo Domingo Manrique. La hija se llamaba doña Catalina. Entrambas lo trataron con él para que lo pidiese en el ayuntamiento, el cual habló a Catalina de Tolosa diciendo que qué fundamento diría que teníamos, porque no la darían sin alguno. Ella dijo que se obligaría, y así lo hizo, de darnos casa si nos faltase, y de comer; y con esto dio una petición firmada de su nombre. Don Alonso se dio tan buena maña, que la alcanzó de todos los regidores y el Arzobispo, y llevóle la licencia por escrito» (F 31,10).

5 Lector: «Pocos días tardaron en traerme la licencia con cartas de Catalina de Tolosa y su amiga doña Catalina … que era harto impedimento, y cosa para considerar habernos juntado tantos en un tiempo, y también para alabar a nuestro Señor de la gran caridad de este lugar, que les dio licencia la ciudad muy de buena gana, con no estar con la prosperidad que solían. Siempre había yo oído loar la caridad de esta ciudad, mas no pensé llegaba a tanto. Unos favorecían a unos, otros a otros. Mas el Arzobispo miraba por todos los inconvenientes que podía haber y lo defendía, pareciéndole era hacer agravio a las Ordenes de pobreza, que no se podrían mantener» (F 31,13)

Gesto: Unimos las manos formando un corro durante unos instantes.

Canto: Juntos andemos, Señor.

Lectura: «Aquí todas han de ser amigas, todas se han de amar, todas se han de querer, todas se han de ayudar» (C 4,7)

3. PRESENCIA DE JESÚS EN EL CAMINO

Símbolo: Repartir una estampa con el Icono del Cristo de la Paz

6 Lector: «La gran contradicción que tenía de fundar por este tiempo, por haber estado con una gran enfermedad, que pensaron no viviera, y aún no estaba convalecida; aunque esto no me suele a mí caer tanto en lo que veo que es servicio de Dios, y así no entiendo la causa de tanta desgana como yo entonces tenía… cada vez que ha de haber trabajo en alguna fundación, como nuestro Señor me conoce por tan miserable, siempre me ayuda con palabras y con obras… Así ha sido en esto; que, como sabía lo que se había de pasar, desde luego me comenzó a dar aliento. Sea por todo alabado. Así fue aquí… que con una manera de reprensión me dijo que de qué temía, que cuándo me había faltado. El mismo soy; no dejes de hacer estas dos fundaciones.» (F 31,4).

7 Lector: «Estando un día de la octava de San Martín encomendándolo a nuestro Señor, pensé que se podía hacer si la diese. Porque ir yo a Burgos con tantas enfermedades, que les son los fríos muy contrarios, siendo tan frío, parecióme que no se sufría, que era temeridad andar tan largo camino… Consideraba que iría bien la Priora de Palencia, que estando llano todo, no había ya que hacer. Estando pensando esto y muy determinada a no ir, díceme el Señor estas palabras, por donde vi que era ya dada la licencia: No hagas caso de esos fríos, que Yo soy la verdadera calor. El demonio pone todas sus fuerzas por impedir aquella fundación. Ponlas tú de mi parte porque se haga, y no dejes de ir en persona, que se hará gran provecho Con esto torné a mudar parecer, aunque el natural en cosas de trabajo algunas veces repugna, mas no la determinación de padecer por este gran Dios… con su favor, no lo dejaré de hacer. Hacía entonces nieves y fríos. Lo que me acobarda más es la poca salud, que, a tenerla, todo no me parece que se me haría nada…El frío ha sido tan poco, al menos el que yo he sentido, que con verdad me parece sentía tanto cuando estaba en Toledo. Bien ha cumplido el Señor su palabra de lo que en esto dijo» (F 31,11-12).

Escuchar la canción: «Mira que te mira» de Rogelio Cabado

Mira, que te mira, mira que te mira,

mira que te mira, mírale.

Acompáñale y háblale y pídele,

Sé humilde y habla con él.

Silencio para mirar la imagen

Oraciones espontáneas

4. ¡YA TENEMOS CASA!/h3>

8 Lector: «Parece cosa impertinente detenerme tanto en contar la compra de esta casa, y verdaderamente a los que miraban las cosas por menudo no les parecía menos que milagro» (F31,38). «Parecía bien había guardádola nuestro Señor para sí, que casi todo parecía se hallaba hecho. Es verdad, que luego que la vi, y todo como si se hiciera para nosotras, que me parecía cosa de sueño verlo tan presto hecho. Bien nos pagó nuestro Señor lo que se había pasado en traernos a un deleite, porque de huerta y vistas y agua no parece otra cosa. Sea por siempre bendito, amén» (F31,39).

Una hermana de la comunidad hace una breve explicación de la casa

Canto de la comunidad

5. ¡ALEGRÍA!

9 Lector: «Dio licencia al doctor Manso para que dijese otro día la misa y pusiese el Santísimo Sacramento. Dijo la primera, y el padre prior de San Pablo… él dijo la misa mayor, el padre prior, con mucha solemnidad de ministriles, que sin llamarlos se vinieron.

Estaban todos los amigos muy contentos, y casi se le dio a toda la ciudad, que nos habían mucha lástima de vernos andar así; y parecíales tan mal lo que hacía el Arzobispo, que algunas veces sentía yo más lo que oía de él que no lo que pasaba.La alegría de la buena Catalina de Tolosa y de las hermanas era tan grande, que a mí me hacía devoción, y decía a Dios: «Señor, ¿qué pretenden estas vuestras siervas más de serviros y verse encerradas por Vos adonde nunca han de salir?» (F 31,45).

El Arzobispo y obispo de Palencia se quedaron muy amigos; porque luego el Arzobispo nos mostró mucha gracia y dio el hábito a su hija de Catalina de Tolosa y a otra monja que entró luego aquí, y hasta ahora no nos dejan de regalar algunas personas, ni dejará nuestro Señor padecer a sus esposas, si ellas le sirven como están obligadas. Para esto las dé Su Majestad gracia por su gran misericordia y bondad» (F 31,49).

Gesto: Abrazo de paz, de comunión, en el día de la unidad de los cristianos (Música alegre)

Oración:

«¡Oh, verdadero Hombre y Dios, Esposo mío!

¿En poco se debe tener esta merced?

Alabémosle, hermanas mías, porque nos la ha hecho,

y no nos cansemos de alabar a tan gran Rey y Señor,

que nos tiene aparejado un reino que no tiene fin

por unos trabajillos envueltos en mil contentos,

que se acabarán mañana.

Sea por siempre bendito, amén,

amén» (F 31,47).

6. ES TIEMPO DE CAMINAR

10 Lector: «Y estando pensando en esto una vez después de comulgar, me dijo el Señor: ¿En qué dudas?, que ya esto está acabado; bien te puedes ir; dándome a entender que no les faltaría lo necesario; porque fue de manera, que, como si las dejara muy buena renta, nunca más me dio cuidado. Y luego traté de mi partida, porque me parecía que ya no hacía nada aquí más de holgarme en esta casa, que es muy a mi propósito, y en otras partes, aunque con más trabajo, podía aprovechar más.

Bendición

Canto final: Determinada determinación, nº 11 CD, Amigos fuertes de Dios, La Voz del Desierto

CELEBRACIÓN CONMEMORATIVA DE LA LLEGADA DE SANTA TERESA DE JESÚS A BURGOS (26 de enero 1582)

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