MOTIVACIÓN
Canto: Vives hoy aquí, Teresa de Jesús, Rogelio Cabado (CD «Para Vos nací», n.1)
Bienvenidos misioneros/as del Evangelio que anunciáis la Buena Noticia de Jesús en el mundo. Nos han convocado esta tarde para orar con Teresa de Jesús en esta capilla de la Buena Mañana, a la que ella asistía a misa con sus monjas, los meses que estuvieron alojadas en la casa de doña Catalina de Tolosa, en la plaza del Huerto del Rey. En este lugar teresiano, donde ella oró y confió al Señor la última de sus fundaciones, queremos orar nosotros, escuchar su palabra, su vivencia y su impulso misionero.
Teresa de Jesús tenía 67 años cuando llegó a Burgos a finales de enero, con frío, lluvia, nieve. Dña. Catalina, amiga de Terea, las acogió en su hogar. Después de algunos meses se hospedaron en el Hospital de la Concepción, hasta que encontraron casa en el actual convento de San José y Sta. Ana. Fue la última fundación teresiana. Se inauguró el 19 de abril de 1582. Y ella permaneció en la capital castellana hasta el mes de julio.
Lo primero que hizo al llegar a Burgos fue rezar ante el Santo Cristo de Burgos. Siempre Cristo en su vida, Teresa es de Jesús y Jesús es de Teresa. Y Jesús, que la llena totalmente, la envía a la Iglesia.
Teresa de Jesús fue una mujer de grandes ojos contemplativos para ver lo que acontecía en la humanidad: las guerras de religión; el estrago de los luteranos, que rompen la unidad en el seno de la Iglesia.
Hay cosas que la «espantan», la sobrecogen: su propia vida, Dios y su manera de tratar a los hombres… La Iglesia concreta, la de los hombres y mujeres, la de la historia. Desde lo hondo de la contemplación y de la experiencia mística se enroló en la tarea evangelizadora. Con la vida, la oración de intercesión, la tarea de escritora y de fundadora. Todo al servicio de la Iglesia de Jesús, el Amigo verdadero, el Amor de su vida.
Momento de silencio
Os invito a silenciarnos interiormente. Silencio para escuchar la Presencia de Dios que nos rodea, nos habita, nos constituye. Podemos cerrar los ojos
Respiramos profundamente unas cuantas veces. Nos hacemos conscientes de que en el aire que inspiramos está el Espíritu dador de vida y en la expiración nos abandonamos en el Dios de la misericordia.
Invocamos al Padre, al Hijo y al Espíritu escuchando una canción
Canto: En el nombre del Padre…
Dos personas traen la Palabra y la Luz y la colocan en medio de los misioneros.
Lectura del Evangelio Juan 14, 5-17
Pausa de silencio
Hilo musical: CD, Lo mejor del silencio n. 1
Monitor. La Palabra ha dado fruto en Teresa, la ha centrado en la Amistad con Jesús, la ha vinculado a Él, y la ha abierto a nuevos horizontes misioneros. Con Jesús ha descubierto la Iglesia, misterio y sacramento universal de salvación. Esta realidad la ha sobrecogido y determinado a vivir de forma nueva. Los otros, forman parte de la entraña misma de su ideal contemplativo. Fruto de la oración son las obras. El servicio y la oración de intercesión: los sacerdotes, teólogos y predicadores, los letrados, los reyes, su obispo, la pobre gente: la Iglesia. También los luteranos, las violencias y la sangre, las guerras, los grandes males de la cristiandad. Todo llena el corazón de esta gran mujer habitada por la Gracia y determinada a vivir su vocación contemplativa, junto con sus hermanas del reciente convento de San José, al servicio de la iglesia.
Teresa. «En este tiempo vinieron a mi noticia los daños de Francia y el estrago que habían hecho estos luteranos… Diome gran fatiga, y como si yo pudiera algo o fuera algo, lloraba con el Señor y le suplicaba remediase tanto mal. Parecíame que mil vidas pusiera yo para remedio de un alma de las muchas que allí se perdían….
Hilo musical (CD Lo mejor del silencio n. 4)
Teresa. «Toda mi ansia era y aún es, que pues tiene tantos enemigos y tan pocos amigos, que esos fuesen buenos, determiné hacer eso poquito que era en mí, que es seguir los consejos evangélicos con toda la perfección que yo pudiese y procurar que estas poquitas que están aquí hiciesen lo mismo, confiada en la gran bondad de Dios, que nunca falta de ayudar a quien por él se determina a dejarlo todo…» (Camino 1, 2). ·Pausade silencio ·
Canto: Para Vos nací…. (CD Rafael Mª León n.1)
Monitor. Los males de la Iglesia, los que tan apretado traen a Cristo en ella, nos dice, son el motivo que la impulsa a dirigirse a un grupo de mujeres, tildadas de debilidad y de flaqueza, para proponerles su visión de una Iglesia acosada, indigente, necesitada de gente decidida, de pequeños grupos orantes y misioneros.
Teresa. «¡Oh hermanas mías en Cristo,… para esto os juntó aquí el Señor; este es vuestro llamamiento, estos han de ser vuestros negocios…!Estáse ardiendo el mundo, quieren tornar a sentenciar a Cristo… quieren poner su Iglesia por el suelo, ¿y hemos de gastar tiempo en cosas que por ventura, si Dios se las diese, tendríamos un alma menos en el cielo? No, hermanas mías, no es tiempo de tratar con Dios negocios de poca importancia» (Camino 1, 5).
Pausa de silencio
Monitor. La Iglesia de Jesús, hoy día, también se siente acosada, desvalorizada, perseguida, marginada, silenciada, ignorada… Hacemos presente algunas situaciones por las que queremos orar. Nombramos en voz alta personas, realidades, situaciones que queremos poner ante el Señor.
Canto: Nada te turbe. (CD Rafael Mª León n.19)
Monitor. En el año 1566, a fines del verano. De América viene a morir en España el misionero dominico Bartolomé de las Casas. Y otro misionero franciscano, fray Alonso Maldonado, va a darle el relevo. Pasa por Ávila y en el locutorio de san José comparte con la Madre Teresa y a sus monjas sus anhelos de misión, la situación de los misioneros y los misionados, también la de los conquistadores. Así nos lo dice Teresa
Teresa. «Acertó a venirme a ver un fraile franciscano, llamado fray Alonso Maldonado, harto siervo de Dios y con los mismos deseos del bien de las almas que yo, y podíalos poner por obra que le tuve yo harta envidia. Este venía de las Indias poco había. Comenzóme a contar de los muchos millones de almas que allí se perdían por falta de doctrina… Yo quedé tan lastimada de la perdición de tantas almas, que no cabía en mí. Fuime a una ermita con hartas lágrimas. Clamaba a nuestro Señor, suplicándole diese medio cómo yo pudiese algo para ganar algún alma para su servicio… y que pudiese mi oración algo, ya que no era para más». Pausa de silencio
Hilo musical: CD. Lo mejor del silencio n. 3
Monitor. La vocación misionera de Teresa le brotó de su encuentro con Jesús, el Amigo verdadero, de su pasión por la Iglesia, Cuerpo de Cristo… Nos invita a orar así:
Teresa.
- «Estando con quien sabemos nos ama» (V 8,5).
- «Pon los ojos en Él» (V 35,14).
- «Mira que te mira» (V 13,22).
- «No os pido más que le miréis» (C 26,3).
- «Dichoso quien de verdad le amare» (V 22, 6.7).
- «En verte, Jesús, junto a mí, veo todos los bienes» (V 22,6).
- «Trata con Él como con amigo» (V 37,5).
- «Mientras puedas no estés sin tan buen amigo» (C 26,1)
Canto. Mira que te mira, Rogelio Cabado (CD Vida n. 11)
Monitor. Momento para expresar nuestra oración de alabanza, acción de gracias, peticiones…
Oración del Centenario
Padre nuestro con las manos unidas
Canto final: ID AMIGOS POR EL MUNDO, ANUNCIANDO EL AMOR. MENSAJEROS DE LA VIDA DE LA PAZ Y EL PERDON. SED AMIGOS, LOS TESTIGOS DE MI RESURRECCIÓN. ID LLEVANDO MI PRESENCIA CON VOSOTROS ESTOY
Monitor. Finalizamos este encuentro de oración recitando todos las palabras del papa Francisco: ‘¡Ojalá Teresa contagie a todos esta santa prisa por salir a recorrer los caminos de nuestro propio tiempo, con el Evangelio en la mano y el Espíritu en el corazón!»
¡Feliz camino misionero!
(Oración realizada por el equipo del CIPE en la Iglesia de san Gil, Capilla de la Buena mañana, para el grupo de misioneros que participan en la Semana de Misionología en Burgos, 7 de julio de 2015)