Determinarse a comenzar oración

VIGILIA DE ORACIÓN PARA LA FIESTA DE SANTA TERESA

Determinarse a conformar la voluntad con la de Dios

«Toda la pretensión de quien comienza oración ha de ser trabajar y determinarse y disponerse, con cuantas diligencias pueda a hacer su voluntad conformar con la de Dios… No penséis que hay aquí más algarabías ni cosas no sabidas…, que en esto consiste todo nuestro bien» (M 2,8).

I.- AMBIENTACIÓN

En lugar donde se va a celebrar la vigilia se preparará todo lo necesario para la Exposición del Santísimo. Un atril para la Palabra, un icono de santa Teresa adornado con flores y velas, un cojín para dejar sus Obras. Una música de fondo prepara el ambiente para la oración. Donde sea posible se puede proyectar el PowerPoit: «Vuestra soy para vos nací».

El animador da la Bienvenida a los asistentes y les invita a colocarse al fondo de la sala o capilla. Todo quedará en semipenumbra.

II.- EN CAMINO DE ORACIÓN

1.- Voz:

¡Cuántas dificultades encontramos cuando queremos vivir el Evangelio de Jesús!

¿Por qué no escuchamos el susurro de la palabra del amor de Dios en nuestro corazón?

¿Qué tiene que suceder para que la luz de Dios, que «ilumina a todo ser humano» (Jn 1,9) alumbre nuestro interior?

¿Cómo hacer que la vida sea vida para todos, que este mundo sea el Reino de Dios que Jesús anunciaba persistentemente?

2.- Voz:

Hemos dado algunos pasos importantes, hemos tomado la decisión de recorrer el camino de la oración, que es el camino del encuentro de Dios con nosotros y de nosotros con El. Experiencias grandes o pequeñas nos han orientado hacia el Señor; queremos abrirle la puerta. Pero escuchamos dentro voces contrarias, percibimos mundos enfrentados.

Símbolo: Cuatro personas van pasando entre los asistentes unos carteles en alto con estas frases:

  • Afán de exhibirnos y deseo de verdad
  • Búsqueda de la seguridad en las cosas y llamada a la libertad
  • Oídos abiertos a los intereses personales y sordera para los de los demás
  • Dominio sobre los otros y actitud de servicio.

Canto: EN NUESTRA OSCURIDAD ENCIENDE LA LLAMA DE TU AMOR, SEÑOR, DE TU AMOR, SEÑOR.

3.- Voz:

Queremos orar, dedicar tiempo a la relación con el Señor. Queremos estar con El. Pero nuestras capacidades no están preparadas para el encuentro.

4.- Voz:

A veces nos aburrimos soberanamente en la oración y nos dan ganas de marchar.

Teresa: «Yo hartas veces no sé qué penitencia grave se me pusiera delante que no la acometiera de mejor gana que recogerme a tener oración… Era tal la tristeza que me daba entrando en el oratorio, que era menester ayudarme de todo mi ánimo para forzarme, y en fin, me ayudaba el Señor» (Vida 8,7).

5.- Voz:

Dios siempre habla, pero en los comienzos se le oye poco. Nos cuesta escuchar el silencio. Hay momentos en los que no sabemos qué hacer. Nos vemos divididos, con un estilo de vida que no responde a lo que nos pide el Señor, sin libertad.

Teresa: Aun en estas circunstancias el Señor no deja de llamarnos. «Es muy buen vecino… y tiene en tanto que le queramos y procuremos su compañía, que una vez y otra no nos deja de llamar para que nos acerquemos a El; y es esta voz tan dulce que se deshace la pobre alma en no hacer luego lo que le manda» (M 2,2).

6.- Voz:

Conviene tener paciencia para esperar, y no abandonar el camino de la oración. La verdad y limpieza de la propia vida no es un presupuesto o un punto de partida, es una conquista cotidiana, morada tras morada, y meta definitiva en lo hondo del alma.

Teresa: «No tengáis en poco (estas llamadas) ni os desconsoléis aunque no respondáis luego al Señor, que bien sabe Su Majestad aguardar muchos días y años, en especial cuando ve perseverancia y buenos deseos» (M 2,3).

7.- Voz:

San Pablo, para resistir a las tentaciones, propone a los cristianos de Efeso: «el cinturón de la verdad, la coraza de la honradez, el escudo de la fe, el calzado de la paz, la espada de la palabra de Dios»(cf Ef 6,10-17).

El Animador invita al grupo a ponerse en camino y se va colocando en torno a la imagen de Teresa. Abre la procesión una persona que lleva en alto la Palabra, otra una vela encendida y otra las Obras de santa Teresa)

Canto: EN NUESTRA OSCURIDAD ENCIENDE LA LLAMA DE TU AMOR, SEÑOR, DE TU AMOR, SEÑOR.

III.- DEJARSE HACER

Lector 1:

Hemos decidido iniciar el trato de amistad con el Señor a pesar de las resistencias y las dificultades, pero lo más importante no es lo que nosotros hagamos sino dejarnos hacer por Jesús, el Señor. Pablo el testigo fiel de Cristo nos relata su experiencia.

Lectura de la Palabra:

«Hermanos: Todo lo estimo pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo perdí todo, y todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo y existir en él, no con una justicia mía, la de la Ley, sino con la que viene de la fe de Cristo, la justicia que viene de Dios y se apoya en la fe. Para conocerlo a él, y la fuerza de su resurrección, y la comunión con sus padecimientos, muriendo su misma muerte, para llegar un día a la resurrección de entre los muertos. No es que ya haya conseguido el premio, o que ya esté en la meta: yo sigo corriendo a ver si lo obtengo, pues Cristo Jesús lo obtuvo para mí. Hermanos, yo no pienso haber conseguido el premio. Sólo busco una cosa: olvidándome de lo que queda atrás y lanzándome hacia lo que está delante, corro hacia la meta, para ganar el premio al que Dios, desde arriba, llama en Cristo Jesús» (Fil 3, 8-14).

Momento breve de silencio

Canto:

NO MIRÉIS A NADIE, A NADIE MÁS QUE A EL.

NO MIRÉIS A NADIE, A NADIE MÁS QUE A EL.

NO MIRÉIS A NADIE, A NADIE MÁS,

NO MIRÉIS A NADIE,A NADIE MÁS,

NO MIRÉIS A NADIE,A NADIE MÁS QUE A EL.

Exposición del Santísimo

(Se hace presente a Jesús Eucaristía)

Teresa:

«Mirarle a El. Dejaos mirar por su Amor. Estar cabe este verdadero Maestro. ¡Acostumbraos, acostumbraos! No os duela el tiempo en cosa que tan bien se gasta. No os pido más de que le miréis. Pues ¿quién os quita volver los ojos del alma, aunque sea de presto si no podéis más, a este Señor? Pues nunca quita Él los ojos de vosotros. Juntos andemos, Señor, por donde fuereis tengo que ir; por donde pasareis, tengo de pasar» (cf. C 26, 2.6)

Momento de silencio para adorar al Señor

Canto:

El alma es de cristal, castillo luminoso,

perla oriental, palacio real con inmensas

moradas donde morar, centro y mitad

está en medio del alma la principal.

 

En ella pasan las cosas más secretas

de Dios y el alma. Uh, uh, uh… Es de cristal,

castillo luminoso, perla oriental.

Siempre obligada la oración es la puerta

de las moradas. Uh, uh, uh… Es de cristal,

castillo luminoso, perla oriental.

 

En ella habita el Rey que da a la esposa

vida infinita. Uh, uh, uh… Es de cristal,

castillo luminoso, perla oriental.

Hay una fuente y el árbol de la vida

y Dios viviente. Uh, uh, uh… Es de cristal,

castillo luminoso, perla oriental.

IV.- EL CAMINO DE LA CONFIANZA

Lector 1:

Cuando tomamos conciencia de lo frágil que es nuestro estilo de vida y que «tenemos los enemigos a la puerta» (M 3,1,2), lo mejor es revivir la confianza ilimitada en el Señor que puede salvarnos de la inestabilidad e inseguridad permanente.

La determinada determinación a la que nos invita Teresa no es el empeño de mi voluntad de manera fuerte y enérgica. Consiste en aprender a recibir, a confiar. Recibirnos de Dios es vivir de balde, dejar que él obre gratuitamente en nosotros y tome la iniciativa más allá de nuestros proyectos de generosidad.

Gesto: Manos abiertas

El animador invita al grupo a expresar en voz alta su oración de acción de gracias, alabanza, peticiones.

Animador:

Señor, queremos orar y no podemos, te buscamos a Ti y nos encontramos con la sequedad entre las manos.

Todos:

Abre nuestros labios, Señor, para poderte alabar.

Abre nuestro corazón, para poderte adorar.

Nos entristecemos porque descubrimos que más que buscarte a Ti, es a nosotros a quien buscamos. Gran parte de nuestra vida la vivimos en la dispersión y en la exterioridad.

Todos:

Que tu Bondad nos de tu luz

Que tu perdón nos de tu paz.

Ante las dificultades del camino sentimos la tentación de volver atrás, aunque Tú nos invitas a perseverary nos esperas siempre.

Todos:

Señor, tú eres la Fuente de vida nueva

Señor, tú eres el Amor que nos cobija

Nos abandonamos a tu misericordia. Tu Amor nos limpia y nos vivifica gratuitamente.

Todos:

Señor, que seas Tú quien viva en nosotros.

Señor, que seas Tú quien ore en nosotros.

Nos abrazamos a tu cruz Jesús sin condiciones. Tú eresel Amigo verdadero, el Señor de nuestras vidas.

Todos:

Que calle nuestro corazón y en Ti descanse.

Que nuestras penas encuentren consuelo en Ti

Solos no podemos hacer el camino por eso buscamos ayuda y apoyo en otros hermanos y hermanas y nos abrimos «a quienes tratan de lo mismo» (M 2,6).

Haznos testigos de tu Amor que libera y genera esperanza

Haznos testigos de tu Vida que alienta y recrea la alegría

Padre nuestro con las manos unidas

Reserva del Santísimo

Canto: VUESTRA SOY PARA VOS NACÍ ¿QUÉ MANDÁIS HACER DE MI?

Animador: Volvemos al camino de la vida con la determinación de estar muchas veces a solas con el Señor Jesús tartando de amistad con El porque sabemos nos ama.

DIOS ES AMIGO DE ANIMAS ANIMOSAS

Teresa Libro Vida

Vuestra soy

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