Oración de intercesión y apostolado. Amistad y oración. Ayuda espiritual. (Cap. 5)
Teresa enferma. Viaje a Becedas. La curandera. El cura de Becedas. El relato del capítulo 5º de Vida se centra en la enfermedad de Teresa.
Es el año 1539. Teresa cuenta 24 de edad. Es su segundo año de profesa carmelita. Reside con su hermana mayor en Castellanos de la Cañada.
En primavera viaja enferma de Castellanos a Becedas. Aquí, a manos de la famosa curandera, pasa «tres meses» de curas «incomportables»: mayo, junio, julio.
En agosto, ante el fracaso de las curas y la curandera, regresa a la casa paterna (Ávila), y el 15 de ese mes, fiesta de la Asunción, le sobreviene una fuerte crisis de salud, el terrible «paroxismo». A consecuencia de él, vive en coma profundo «cuatro días o poco menos» de muerte aparente. Queda paralítica. Cuanto antes regresa a su monasterio de la Encarnación.
En el relato se insinúa la secuencia de «tres años» de parálisis, vividos en la enfermería del monasterio. Serían desde 1539 a 1542. Hasta sus 27 de edad.
Desbordando ese reducido marco, Teresa retorna con la mirada a los días de su noviciado, 1536. Y luego deriva en dirección opuesta hacia los «dieciséis años» en que de enferma corporal pasó a ser enferma del alma. Es sólo una rápida alusión a ese período aún en lontananza: 1538-1553.
Esquema:
- nn. 1-2, recuerdo y añoranza del noviciado, en mirada retrospectiva.
- nn. 3-6, llegada a Becedas y encuentro con el sacerdote de la aldea.
- nn. 7-10, fracaso de la curandera, regreso de Teresa a Ávila y colapso el día de la Asunción.
- n. 11, emoción de la escritora al evocar esos episodios.
Cronología:
- Entre los 21 y 24 años de edad.
- En 1536-37, Episodios del noviciado.
- Otoño de 1538, sale enferma hacia Hortigosa y Castellanos.
- Abril de 1539, curas en Becedas.
- Agosto, el «paroxismo» en casa de Don Alonso.
Descuellan dos emociones fuertes: la amistad fulminante y dramática con el sacerdote de Becedas, y el paroxismo de Teresa, que «estará sin ningún sentido cuatro días».
Reviviendo ahora, a sus 50 años, aquella extraña experiencia de muerte-resurrección, Teresa concluye el relato con una exclamación.
ORACIÓN
«Estoy con tan gran espanto llegando aquí
y viendo cómo parece me resucitó el Señor…
«Estoy casi temblando entre mí»
«Plega a Su Majestad que antes me consuma,
que lo deje yo más de querer».
(Esquemas del Libro de la Vida, ed. de Tomás Álvarez. Monte Carmelo Burgos2004)
Lección de oración para nosotros
Podemos poner la oración en relación con la enfermedad. A Teresa, Dios la previno con la lectura del libro: «Los Morales de san Gregorio y el Libro de La paciencia de Job.
La oración y la paciencia «Todas mis pláticas eran con El». El aprendizaje de este diálogo le da paciencia. Las jaculatorias le ayudan a mantener el hilo de oración. Repetía lo que decía Job para la paciencia. Tipo de oración: Diálogo con Dios mediante las jaculatorias. Lectura del Libro de Job. Pues recibimos los bienes de la mano del Señor, ¿por qué no sufriremos los males?
La oración y el apostolado. Teresa cuida de este cura para que entre en su verdad (n6). El afecto implicado en esta relación le libera y da confianza; así Teresa puede entrar en su vida y hablarle de Dios. Tiene claridad de intenciones. La palanca para remover el obstáculo del cura ha sido la oración. Con un amor se saca otro amor.
Oración y pureza de conciencia. Esta preocupación teresiana de confesarse y hacer oración, de no traicionar al Señor; la verdad, la pureza, es para ella un componente para la oración
Este cura de Becedas era letrado. «Siempre fui amiga de letrados». «Buen letrado nunca me engañó». La oración necesita de la teología y del discernimiento. No basta que yo sienta que esto es de Dios, es necesaria la mediación de la Iglesia. Este trabajo de buscar letras, discernimiento lo seguirá Teresa a lo largo de toda su vida. La oración necesita de la formación, de lacatequesis cristiana, es el mapa para el camino de la oración.
«El embebecimiento de Dios que traía entonces» Ya ha empezado la oración de recogimiento. Oración virtual: «Vive embebecida en Dios». Mantiene una práctica de oración que va más allá de los momentos de oración y pasa a la vida. No separar la oración de la vida: afectos, enfermedad, lectura, amores, trabajos… se extiende a toda la actividad y en ella habla Dios. Entra, la oración, en la vida como el agua en la tierra. Es un estado de oración, una oración existencial que trata de hacer homenaje a Dios de todo lo que le sucede.
La oración en forma de jaculatorias, de alabanza, de bendición. Es necesario esfuerzo para que salga a la vida el ideal evangélico. Fundamento firme: Dios es cercano y hay que devolverle la palabra en forma de oración. En todo momento trata de oración. Prestar atención a la Presencia de Dios. Volverse a Dios, intercambio de afecto. Hace de la vida algo abierto, como la levadura fermenta la masa.