«Es tarde
pero es nuestra hora.
Es tarde
pero es todo el tiempo
que tenemos a mano
para hacer el futuro.
Es tarde
pero somos nosotros
esta hora tardía.
Es tarde
pero es madrugada
si insistimos un poco»
(Pedro Casaldáliga)
A Teresa le interesa forjar un estilo de vida (C 13,6), dentro del estilo del mundo. Un estilo de hablar, de tratarse, de trabajar, de ser. La formación no pretende auparnos sobre los otros, sino servir y dar la vida como Jesús. Se trata de construir el futuro.
Contra el sofisma de las razones («huya mil lenguas de razón tuve, hiciéronme sin razón, no hubo razón quién esto hizo»), descubre «la gran mentira en que vivimos todos», empeñados en acumular penas para aupar el propio yo. «Nunca nos culpan sin culpa» (C 13,4).
Siempre argumenta desde Jesús. «La que no quisiere llevar cruz sino la que le dieren muy puesta en razón, no sé yo para qué está en el monasterio» (C 13, 1). «¿Había razón para que nuestro buen Jesús sufriese tantas sinrazones?» (C 13,1). «Tener parte en su reino y gozarle, y de las deshonras y trabajos querer quedar sin ninguna parte, es disparate» (C 13,2).
Propone la bienaventuranza de ser tenido en menos, frente albaremo de la mentira que consiste en ser tenido en más. «La que le pareciere es tenida entre todas en menos, se tenga por más bienaventurada» (C 13,2).
Apunta ya a un discernimiento vocacional serio. Dejar fuera a personas «amigas de ser estimadas y tenidas, y mirar las faltas ajenas y nunca conocer las suyas, y otras cosas semejantes… es dejar que entre el ladrón en casa y les robe el tesoro» (C 13,5).
¿Cómo diseñar hoy el estilo de vivir de acuerdo con nuestra vocación?