Para leer los escritos de Santa Teresa es muy importante tener en cuenta los signos de los tiempos, pero sin olvidar el verdadero signo que es Teresa. Ella es un hecho que hay que observar y tener en cuenta en su originalidad. No todo se explica con el contexto cultural , social , religioso de la época. También aquí, lo fundamental es la persona, con su riqueza, dignidad, originalidad y belleza. Hay que mirarla, escucharla, dialogar con ella, quedar envueltos en su magia.
Creo que podemos destacar cuatro aspectos de Teresa que pueden iluminar nuestra acción pastoral:
- Teresa es una mujer ABIERTA. Mira la vida con los ojos abiertos, asombrados. Es sensible a lo que encuentra a su alrededor.
- Teresa es una mujer en BUSQUEDA. Se esfuerza por entender lo que esta viviendo. Se esfuerza por entenderse. Esta búsqueda la realiza mediante el dialogo con personas que le dan luz. No vive a solas sus crisis, sino que pregunta en busca de respuesta.
- Teresa es una mujer COMUNICADORA de su experiencia. No guarda para si misma el don recibido o encontrado, sino que lo ofrece a todos, tratando de engolosinar a otros. Lo que gratis ha recibido lo da gratis.
- Teresa es una mujer que aporta EXPERIENCIAS CONCRETAS, hechos concretos. No se queda en las palabras, sino que llega a las obras. Esto la lleva a fundar comunidades en las que las personas que buscan puedan encontrar ayuda.
Todo esto lo vive con tal intensidad, se implica de tal manera en todos estos procesos, que las personas que se acercan a leer sus escritos quedan atrapadas en su red de amistad y son invitadas a hacer también ellas la experiencia de Dios. Sus lectores y lectoras no solo se encuentran con ideas sino con el testimonio de una persona que está detrás de lo que escribe y que en lo que escribe deja traslucir a Dios, su gran interlocutor. Sus lectores empatizan con la experiencia de Teresa con gran facilidad.
Pedro Tomas Navajas