Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz, carmelita descalza, nació en Lisieux el 2 de enero de 1873, entró en el Carmelo a los 15 años y murió a los 24, el 30 de septiembre de 1897. El papa Pío XI la canonizó en 1925, la declaró también Patrona de las Misiones Católicas. El papa Juan Pablo II la declaró Doctora de la Iglesia en 1997.
Teresa sintió la llamada de Dios, que toma siempre la iniciativa en el amor y nos regala la libertad. Acogió su invitación a amar como él, a trabajar en la viña de la confianza y la misericordia. Descubrió un caminito nuevo: “La confianza, y nada más que la confianza, puede conducirnos al amor…”
Su oración es sencilla y está al alcance de quienes quieran orar:
«Para mí, la oración es un impulso del corazón, una simple mirada dirigida hacia el cielo, un grito de agradecimiento y de amor, tanto en medio del sufrimiento como en medio de la alegría. En una palabra, es algo que me dilata el alma y me une a Jesús» (C 25r).
CANTO. LA ORACIÓN ES UN IMPULSO DEL CORAZÓN. Luis Alfredo Díaz, CD: Mi vocación es el amor, nº11
“Mis deseos de martirio no son nada, no son ellos los que me dan la confianza ilimitada que siento en mi corazón… Lo que le agrada [a Dios ] es verme amar mi pequeñez y mi pobreza, es la esperanza ciega que tengo en su misericordia… Este es mi único tesoro. Madrina querida, ¿por qué este tesoro no va a ser también el tuyo…?” (Carta 197, 17 de septiembre de 1896, A sor María del Sagrado Corazón).
CANTO. LO QUE AGRADA A DIOS, Luis Alfredo Díaz. CD: Mi vocación es el amor, nº1
Dame, Jesús, un corazón de niño,
capaz de abandonarme en las manos del Padre, como tú.
Que busque más servir, que ser servido.
Gracias por llamarme a trabajar en tu viña.
RECURSOS ORANTES PARA LA FIESTA DE SANTA TERESITA EN ESTE ENLACE
Equipo: CIPE