Oración del domingo por la mañana.
«Dios mío, estos tiempos sontiempos de terror. Esta noche, por primera vez, me he quedado despierta en la oscuridad, con los ojos ardientes, mientras desfilaban ante mí, sin parar, imágenes de sufrimiento. Voy a prometerte una cosa, Dios mío, una cosa muy pequeña: me abstendré de colgar en este día, como otros tantos pesos, las angustias que me inspira el futuro. Pero esto requiere cierto entrenamiento. De momento, a cada día le basta su pena. Voy a ayudarte, Dios mío, a no apagarte en mí, pero no puedo garantizarte nada por adelantado. Sin embargo, hay una cosa que se me presenta cada vez con mayor claridad: no eres tú quien puede ayudarnos, sino nosotros quienes podemos ayudarte a ti y, al hacerlo, ayudarnos a nosotros mismos. Esto es todo lo que podemos salvar en esta época, y también lo único que cuenta: un poco de ti en nosotros, Dios mío. Quizá también podamos contribuir a sacarte a la luz en los corazones devastados de los otros»
(12 de julio de 1942)
«¡Dios mío, tómame de la mano! Te seguiré de manera resuelta, sin mucha resistencia. No me sustraeré a ninguna de las tormentas que caigan sobre mí en esta vida. Soportaré el choque con lo mejor de mis fuerzas. Pero dame de vez en cuando un breve instante de paz.
No me creeré, en mi inocencia, que la paz que descenderá sobre mí es eterna. Aceptaré la inquietud y el combate que vendrán después. Me gusta mantenerme en el calor y la seguridad, pero no me rebelaré cuando haya que afrontar el frío, con tal de que tú me lleves de la mano. Yo te seguiré por todas partes e intentaré no tener miedo. Esté donde esté, intentaré irradiar un poco de amor, del verdadero amor al prójimo que hay en mí».
(25 de noviembre de 1941)
Breve biografía:
Etty Hillesum (Ester) nació el 15 de enero de 1914 en Middelburg, donde su padre, el doctor L. Hillesum, enseñaba lenguas clásicas. Luego se trasladaron a Tiel, a Winschoten y finalmente, en 1924, se establecieron en Deventer, pequeña ciudad de la Holanda oriental.
El padre de Etty era un estudioso de gran mérito, los libros y la investigación llenaban su vida. Su esposa Rebeca Bernstein, nacida en Rusia, había escapado a Holanda después del enésimo pogrom (exterminio en ruso). Era una mujer pasional, caótica y distinta del marido en casi todo.
Pese a todo, Etty y sus hermanos Mischa y Jaap eran muchachos muy inteligentes y dotados. En los años de Deventer la orientación de Etty no estaba todavía bien definida. Era una muchacha brillante, intensa, que tenía la pasión de la lectura y del estudio de la filosofía. Mischa era un músico genial que a los 6 años tocaba Beethoven en público. Para muchos era considerado uno de los pianistas más prometedores de Europa. El más joven, Jaap, a los 17 años descubrió un nuevo tipo de vitamina y esto le permitió ganarse el acceso a todos los laboratorios académicos, cosa insólita en un estudiante de medicina. Etty, en Amsterdam, obtuvo su primer diploma en Jurisprudencia, y luego se inscribió en la facultad de Lenguas Eslavas. Cuando comenzó a estudiar psicología, estalló la guerra y su vida comenzó a asumir la fisonomía que entrevemos en sus diarios, escritos entre 1941 y 1943.
El 15 de julio de 1942, gracias al interés de algunos amigos, Etty encontró trabajo como dactilógrafa en una de las secciones del Consejo Hebraico. Como en otros territorios ocupados, esta organización había nacido bajo la presión de los alemanes y hacía de puente entre los nazis y la población judía.
Desde agosto del 42 hasta fin de septiembre del 43, Etty permaneció en el campo de Westerbork y trabajó en el hospital local. Gracias a un permiso especial de viaje del Consejo Hebraico pudo volver una docena de veces a Amsterdam. Llevaba a la ciudad y -además- a los grupos de la resistencia, cartas y mensajes de los prisioneros, y recogía medicinas para llevar al campo. Su salud era a menudo pésima, y una de sus licencias la pasó en el hospital de Amsterdam. La última parte del diario fue escrita después del primer mes en prisión en el campo de Westerbork.
En septiembre de 1943 fue trasladada al campo de concentración de Auschwitz junto a sus padres y a su hermano Mischa, donde murió el 30 de noviembre de 1943.