Está, dentro de ti,
en los más profundo de tu ser,
una fuerza de vida que presiona
y se balancea para abrir fisuras
en los muros que te aprisionan.
Está,
en lo más profundo de ti,
una luz que deshiela todo glaciar
que congela los ánimos,
y calienta los horizontes
de la esperanza.
Pero está, también,
en tu piel, cuando acaricias con ternura
los reclamos de amor
que te incomodan.
Y en tu mirar y caminar
cuando te adentras en el dolor
de algún sufriente para acompañarlo.
Está dentro de ti,
en el respirar de tus silencios,
fluyéndote por fuera.
No para sucumbir a la muerte,
sino para bendecir la vida nueva
que, en ti, ya ahora, se renueva.
Mar Galceran