Es bello darse y abandonar,
sin retener nada.
Tan solo la suave esperanza
de un nuevo comienzo
Al igual que la luz del día.
Abandonar toda inquietud,
distracción, apego,
pensamiento, ruido…
Y abandonarse a la desnudez
de la nada,
donde toda suavidad y ternura
desarma aquello que nos tienta…
Al igual que la luz del día.
Mar Galceran