Después del tiempo de Navidad, entramos con la liturgia, en el TIEMPO ORDINARIO.
La Iglesia nos invita:
- a caminar con Jesús,
- a vivir como amigos y discípulos suyos,
- a celebrar juntos nuestra fe.
Lo haremos de la mano de María nuestra Madre, pidiéndole en este día que brille la luz divina y reine la paz sobre nosotros y en el mundo entero.
Palabra de Dios. Lc 2, 22-38
«Ahora Señor puedes dejar ir a tu siervo, porque mis ojos han visto al salvador, luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel».
«Su padre y su madre estaban admirados de las cosas que decían de Él. Simeón los bendijo y dijo a María su madre: Este niño será signo de contradicción… y a ti una espada te traspasará el corazón»
«Ana, daba gloria a Dios hablando del Niño A todos los que esperaban la liberación de Israel.»
Celebración de la LUZ
- Se puede narrar a los niños la Palabra de Dios y destacar las frases importantes, haciendo pequeños murales.
- También podemos escenificar el pasaje del Evangelio.
- Colocar al Niño Jesús en el centro con el cirio Pascual encendido y hacer una pequeña procesión con velas encendidas y cantos, al acercarse al Niño Dios, decirle una pequeña oración o deseo: Niño Dios tu eres mi luz … y besarle.
Oración
Acudimos a ti Madre en este día de fiesta. Como todas las Madres en Israel llevas a tu hijo al templo. Allí el anciano Simeón te anuncia que vas a sufrir, que una espada te traspasará el corazón. María, tu hijo Jesús viene a iluminar nuestras tinieblas. Tu compartes su misión. Queremos acompañarte, contigo mirar y seguir a Jesús Luz del mundo.
Compromisos
- ¿Cómo ser luz en mi casa, con mis amigos?
- ¿En qué situaciones de tinieblas y oscuridad quiero aportar la luz de Jesús?
- Maria ofrece dos palomas, ¿Que ofrezco yo a Dios?