¡JESÚS ES NUESTRA LUZ!
Animador: Todos los años, a mediados de noviembre, las calles de nuestras ciudades se transforman por la enorme cantidad de luces, brillos y decoraciones navideñas que invaden las tiendas, casas, centros comerciales, restaurantes y otros edificios.
Y mientras las ciudades ganan tantos brillos exteriores, el sentimiento que invade una buena parte de las personas es otro: existe un cierto aire de tristeza, melancolía y oscuridad en muchos corazones. Se trata de un índice tan alto, que esta situación genera una pregunta: – ¿Por qué será que en una época tan feliz, en la que Dios vino a visitar a la humanidad, cumpliendo su promesa de salvación para el mundo, tantas personas se entristecen?
El animador lanza la pregunta a la asamblea y todos escuchan atentos las respuestas.
Por supuesto, existen casos particulares en los que la pérdida de un pariente amado, algunas enfermedades, la guerra, o algún otro problema pueden interferir en el modo con el que una persona celebra la Navidad, sin embargo, lo que más se ve hoy en día es una falta de sentido respecto al significado de esta fecha. Se trata esencialmente de la Natividad de Jesucristo, el Salvador del mundo, pero que es recordada mucho más por el valor comercial que posee, por la “llegada” de Papá Noel o por los regalos, los banquetes y las comilonas.
Animador: Nosotros queremos en esta Navidad acoger a Jesús en nuestros corazones, la luz verdadera que necesita brillar dentro y fuera de nosotros.
Preparación:
1 – Nacimiento.
2 – Velas (según el número de participantes).
3 – Biblia para el lector.
Se recomienda, si es posible, que la celebración comience desde el exterior, donde las luces deben estar todas apagadas. Los participantes tienen sus velas apagadas.
Animador: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Estamos reunidos hoy con gran alegría para celebrar la venida de nuestro Salvador al mundo, Jesucristo, la luz verdadera que quiere brillar en nuestros corazones.
Lector 1: Nuestras velas apagadas representan nuestras vidas sin Jesucristo, sin Él no podemos ver, tropezamos, caminamos con el riesgo de perdernos.
Escuchemos la Palabra de Dios que nos habla de un pueblo que andaba en las tinieblas y que también vio una luz:
Lector 2: lee la lectura del libro profeta Isaías:
“El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz: sobre los que habitaban en el país de la oscuridad ha brillado una luz” (Is 9, 1).
Animador: Ahora vamos a reflexionar un instante, en silencio, acerca de cómo hemos vivido durante este año, si en las tinieblas o en la luz, o un poco de todo?.
PETICIÓN DE PERDÓN
Pedimos perdón en alto por las veces que no hemos caminado en la luz.
A cada petición de perdón decimos todos:
Señor Jesús, ilumina nuestras oscuridad, con tu Luz, transfórmanos,
ENTRADA DE LA IMAGEN DEL NIÑO JESÚS
Animador: Ahora acogemos y recibimos al Niño Jesús, cantando un villancico
(Un niño entra con la imagen del Niño Jesús, acompañado de alguien que lleva una vela encendida).
Canto: “Noche feliz”
Noche Feliz, Noche Feliz, / Oh Señor, Dios de amor, / pobre nació en Belén.
En la gruta Jesús, nuestro bien. / Duerme en paz, oh Jesús. / Duerme en paz, oh Jesús.
¡Noche de paz! ¡Noche de amor!
Todo duerme alrededor, / entre los astros que esparce la luz, / indicando al Niño Jesús.
Brilla la estrella de la paz.
¡Noche de paz! ¡Noche de amor!
En las llanuras a los pastores / bellos ángeles enviados por Dios, / anuncian la nueva del cielo,
nace el buen Salvador!
El animador invita a los participantes a dirigirse, cantando, al lugar donde el pesebre estará montado y bien iluminado. Todos los participantes entran con la vela apagada y siguen a la imagen del Niño Jesús. Al llegar ante el pesebre, la imagen del Niño Jesús se deposita en el pesebre y el participante con su vela encendida debe comunicar su llama a las velas de los otros participantes. Todos continúan cantando mientras las velas se encienden.
Cuando todas las velas están encendidas, el animador invita a un pequeño momento de contemplación de la imagen del Niño Jesús, que es luz para nuestra vida, mientras un participante hace una breve lectura:
Lector 2: Lectura del Evangelio de Lucas:
“Entonces Zacarías, su padre, quedó lleno del Espíritu Santo y dijo proféticamente:
«Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su Pueblo, y nos ha dado un poderoso Salvador en la casa de David, su servidor, como lo había anunciado mucho tiempo antes, por boca de sus santos profetas, para salvarnos de nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos odian. Así tuvo misericordia de nuestros padres y se acordó de su santa Alianza, del juramento que hizo a nuestro padre Abraham de concedernos que, libres de temor, arrancados de las manos de nuestros enemigos, le sirvamos en santidad y justicia, bajo su mirada, durante toda nuestra vida. (…) gracias a la misericordiosa ternura de nuestro Dios, que nos traerá del cielo la visita del Sol naciente” (Lc 1, 67-75.78).
PETICIONES: leídas entre varios niños
Niño 1: Señor Jesús, te pedimos que las luces exteriores de este tiempo no lleguen a eclipsar tu venida a nuestras vidas, Tú que eres el verdadero brillo de la Navidad. Llénanos con tu alegría y con tu amor.
Todos: JESÚS, TE LO PEDIMOS.
Niño 2: Señor Jesús, te pedimos por nuestras familias. Que tu Luz brille en medio de nuestras relaciones y que, por la gracia de tu encarnación, todas las enemistades, indiferencias y peleas cesen, abriendo espacio de amor y de paz.
Todos: JESÚS, TE LO PEDIMOS.
Niño 3: Señor Jesús, te pedimos por todos los hombres que están en la oscuridad y sin sentido de la vida, por no conocerte. Socorre a todos los que están perdidos en las drogas, violencia, desunión, criminalidad, enfermedades, y corrupción, ayudándoles a encontrar Tu Luz en esta Navidad.
Todos: JESÚS, TE LO PEDIMOS
Niño 4: Señor Jesús, te pedimos por toda la Iglesia en esta noche. Bendice al Papa Francisco y a todos los fieles del mundo entero. Concédenos la gracia de ser luz y testigos para el mundo.
Todos: JESÚS, TE LO PEDIMOS
Todos: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, y no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal. Amén.
ORACIÓN FINAL
Animador: Señor, Dios nuestro, iluminados por la luz de tu Hijo y guiados por tu Espíritu de Amor, concédenos la gracia de permanecer en esta luz todos los días de nuestra vida, de manera que caminemos siempre de tu mano, alegres y junto a ti, por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina por siempre.
Todos: Amén.
Animador: Os deseamos a todos una feliz Navidad!
Es Navidad (Comunidad Shalom)
¡Es Navidad! / Un niño fue dado a nosotros / y nos fue revelado / el plan de amor del Padre.
Es Navidad! / Y Jesús se hace niño / y en nosotros nace la esperanza / de reaprender a amar.
Es Jesús, el Príncipe de la Paz / Señal para los perdidos / Astro que brilla más.
Es Jesús, mano fuerte del Señor / Consuelo y ternura / Del Padre mirada de amor.
¡Feliz navidad! ¡Que la Luz de Cristo brille en cada corazón!