MOTIVACIÓN
La Cuaresma es un tiempo de conversión: 40 días para acercarse a Jesús, para que invada nuestro corazón y así, amarlo mejor y amar a los demás.
La meta de este tiempo de gracia es pasar de la muerte a la vida, CELEBRAR CON GOZO LA MUERTE Y RESURRECCIÓN DE JESÚS
JESÚS NOS DA ALGUNAS PISTAS.
(Se dialoga con los niños).
* El compartir. Nos invita a estar bien despiertos, a escuchar, a compartir nuestro tiempo en familia, en el colegio, en el trabajo y en el tiempo libre.
Buscamos juntos ejemplos y situaciones concretas que podríamos mejorar.
* La oración. Es esencial para sacar el amor de la fuente, pasar tiempo en silencio con el Señor, escuchar su Palabra, agradecerle, pedirle fuerzas para el camino.
Nos preguntamos: ¿Qué es la oración? ¿Cuándo y cómo oramos?
* El ayuno. Nos recuerda el sentido del equilibro, de la proporción.
¿No os parece que tenemos demasiadas comidas, chuches, juegos, ropa, caprichos?
Queremos aprender a controlar y limitar nuestro consumo, evitar el desperdicio, quedarnos solo con lo esencial. Queremos compartir con nuestros hermanos necesitados.
* El Perdón. Libera, da vida y permite renovar una amistad herida. La Cuaresma es la ocasión de atrevernos a pedir perdón a los que hemos herido y a perdonar a los que nos han hecho daño.
Podemos también pedir perdón a Dios, recibiendo el sacramento del perdón.
ORACIÓN
Nos dice JESÚS:
”Cuando quieras orar, retírate, cierra la puerta de tu cuarto, y allí, habla con tu PADRE DIOS”.
Es importante para mí recordar, caer en la cuenta de que Jesús está siempre conmigo, habita y vive en mi interior. Me retiro en mi cuarto, en el espacio de oración que preparé, hago despacio la señal de la cruz, busco una canción o leo una frase del Evangelio para ponerme en su presencia.
“Jesús, aquí estoy delante de ti, sencillamente en silencio.
Jesús, ante ti estoy tranquilo y silencioso.
Yo quiero hablar contigo, siempre estás ahí para escucharme.
Enséñame a reconocer tu presencia en el silencio de mi corazón.
Jesús, gracias por tu amor; Jesús Te amo.
Como la Samaritana te digo: “Dame de beber”.
Quiero Jesús presentarte lo que me duele, encomendarte a una persona que lo está pasando mal…
Rezar por todos los que sufren la guerra… los terremotos… inundaciones… catástrofes… incendios…
Quiero escuchar lo que tú me dices en el fondo de mi corazón.
Me ayudas cuando estoy triste, me guías para elegir el bien cuando estoy tentado..
Acompáñame a lo largo de este día.
Termino mi oración rezando el Padre Nuestro y haciendo la señal de la cruz y me voy feliz y contento de haber pasado un rato con mi Amigo Jesús.