Todos llamados a la Santidad

FIESTA DE TODOS LOS SANTOS

¡Tu sólo eres santo! decimos en el Gloria. La santidad es un atributo divino, ninguno de nosotros puede acortar la distancia entre el Dios creador y su criatura, pero Dios se hizo hombre, para llevarnos a Dios. Nos invita a vivir y a compartir su vida desde ahora y para siempre. En su inmenso amor, El realiza en nosotros la santidad haciéndonos hijos.

Ser santos es un don de Dios. Nos llama a ser semejante a El, a compartir su felicidad, llamándonos dichosos.

«Dichosos… porque verán a Dios. Dichosos porque el Reino de los cielos les pertenece. Dichosos.. porque no llorarán» (Cf. Mt 5).

Ser santos consiste en ser plenamente hijos, en dejarnos amar por Dios y darle nuestra respuesta de amor.

«El santo es aquel que está tan fascinado por la belleza de Dios y por su perfecta verdad que éstas lo irán progresivamente transformando. Por esta belleza y verdad está dispuesto a renunciar a todo, también a sí mismo. Le es suficiente el amor de Dios, que experimenta y transmite en el servicio humilde y desinteresado del prójimo» (Benedicto XVI).

Explicación y meditación de la Palabra de Dios

«Así como El que os ha llamado es santo, así también vosotros sed santos en toda vuestra conducta, como dice la Escritura: Seréis santos, porque santo soy yo». (1 Pedro 15)

Me enseñarás el camino de la vida, gran gozo delante de tu rostro, a tu derecha, delicias para siempre (Salmo 15,11).

Celebración

Entra el sacerdote con dos niños que llevan en alto el icono de la Trinidad y lo colocan en el centro en un caballete

Monición de entrada

El sacerdote explica brevemente el sentido del icono: Este icono representa el amor de la Santísima Trinidad, que es nuestra familia. En la tierra ya compartimos y vivimos la misma vida de Dios, el mismo amor; en el cielo lo viviremos en plenitud y veremos a Dios tal cual es. Por eso empezamos nuestra celebración haciendo la señal de la cruz:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Canto de acogida:

JUNTOS COMO HERMANOS, MIEMBROS DE LA IGLESIA, VAMOS CAMINANDO, AL ENCUENTRO DEL SEÑOR

Hoy celebramos una gran fiesta de familia, la fiesta de Todos los Santos. Estamos todos unidos con los miembros de nuestras familias y de nuestros amigos ya en el cielo. Son nuestros hermanos mayores, han terminado su peregrinación en la tierra. Los santos gozan de la felicidad de Dios, nos han dejado huellas y ejemplos.

– ¿Conocéis algunos santos?

Se pueden nombrar algunos y se cuelgan algunos rostros de santos en un soporte.

– Y nosotros todos, ¿queremos ser santos? ¿vivir con Dios para siempre? ¿Cómo lo haremos?

Los niños han escrito y decorado sus nombres en algunos papelitos de cartón, antes de la celebración, ahora se acercan y los colocan junto al icono.

Escucha de la Palabra de Dios

Oí una fuerte voz que decía desde el trono: Esta es la morada de Dios con los hombres. Pondrá su morada entre ellos, y ellos serán su pueblo y él Dios- con- ellos, será su Dios. Y enjugará toda lágrima de sus ojos y no habrá ya muerte ni habrá llanto, ni gritos ni fatigas, porque el mundo viejo ha pasado… Al que tenga sed, yo le daré del manantial del agua de la vida gratis. Yo seré Dios para él y él será hijo para mi (Ap 21,3-7).

Interiorizamos la Palabra de Dios

Después de unos momentos de silencio, unos niños leen esta oración.

Hoy Señor celebramos a los santos y a las santas, a todos nuestros hermanos mayores, los que creyeron en ti. Con ellos queremos beber del manantial del agua de la vida. Ya no habrá muerte, ni lágrimas, ni tristeza, ni gritos ni fatigas. Padre nuestro, tú nos lo prometiste. Juntos, lo creemos y esperamos.

Oración de petición y acción de gracias

Se deja un momento para la oración compartida.

Bendición

Los niños se acercan en procesión, los brazos cruzados en el pecho y reciben la bendición del sacerdote que les dice a cada uno:

  • DIOS TE LLAMA A SER SANTO
  • El niño contesta: ¡AMEN!

Canto final

Yo tengo un gozo en el alma, gozo en el alma, gozo en el alma y en mi ser. ¡Aleluya! ¡Gloria a Dios! Es como un río de agua viva, río de agua viva. Río de agua viva en mi alma y en mi ser.

Con alegría, alaba a tu Señor, con alegría, alaba a tu Señor, da gloria a Dios, gloria a Dios, gloria a El, con alegría, alaba a tu Señor.

Ama a María y alaba a tu Señor, ama a María y alaba a tu Señor, da gloria a Dios, gloria a Dios, gloria a El, ama a María y alaba a tu Señor.

Ama a tu hermano y alaba a tu Señor, ama a tu hermano y alaba a tu Señor, da gloria a Dios, gloria a Dios, gloria a El, ama a tu hermano y alaba a tu Señor.

Manualidades

Después de la celebración los niños recogerán su nombre, bien decorado y lo pegarán en la sala de catequesis o en el espacio de oración junto al letrero: QUIERO SER SANTO

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