Conversión: Volver al cara cara con Dios -Niños-

«En este tiempo de Cuaresma, durante el cual nos preparamos a celebrar el acontecimiento de la cruz y la resurrección, mediante el cual el amor de Dios redimió al mundo e iluminó la historia, os deseo a todos que viváis este tiempo precioso reavivando la fe en Jesucristo, para entrar en su mismo torrente de amor por el Padre y por cada hermano y hermana que encontramos en nuestra vida». Benedicto XVI

Convertirnos es mirar a Jesús y querer acompañarle.
Convertirnos es contemplar su rostro.
Besar sus manos, sus pies y su corazón.
Convertirnos es acercarnos y beber del inagotable torrente del amor de Dios.
Querer responder al Amor de Jesús, amando a nuestros hermanos.

Pautas pedagógicas

Para profundizar en el tema de la conversión os proponemos a continuación varios materiales y recursos:

  • Una reflexión con los niños sobre el significado de la CONVERSIÓN
  • Una Lectio Divina con el Evangelio del ciego Bartimeo
  • Un video en youtube: El ciego Bartimeo
  • Unas actividades lúdicas

Reflexión sobre el significado y la necesidad de CONVERTIRSE.

Queremos insistir en este encuentro, en la fuerza y el poder de la fe que conmueve a Jesús y provoca los milagros y la conversión.

BUSCAMOS en la Biblia personas que se encontraron con Jesús, creyeron en El, le siguieron y después del encuentro cara a cara cambiaron de vida.

En el evangelio de Marcos, la fe en Jesús y en su palabra aparece como una fuerza que transforma a las personas.

  • Hace que se reciba el perdón de los pecados (Mc 2,5).
  • En la hora de la tormenta, Jesús reprende a los discípulos por su falta de fe (Mc 4,40).
  • Por la falta de fe de los habitantes de Nazaret, Jesús no puede hacer allí ningún milagro (Mc 6,6)
  • La fe obtiene milagros sobre la muerte; la niña de doce años resucita gracias a la fe de Jairo, su padre, en la palabra de Jesús (Mc 5,36).
  • La fe hace saltar al ciego Bartimeo: «Tú fe te ha salvado» (Mc 10,52).
  • Si tú dices a la montaña: «Levántate y arrójate al mar», la montaña caerá en el mar, pero no hay que dudar en el propio corazón (Mc 11,23-24).
  • «Porque todo es posible para el que cree» (Mc 9,23).
  • «¡Tened fe en Dios!» (Mc 11,22).
  • Gracias a sus palabras y gestos, Jesús despierta la fe en la gente.

Jesús cura a Bartimeo, el ciego de Jericó

Hoy vamos a contemplar la conversación de Jesús con el ciego Bartimeo y su curación. El ciego Bartimeo está sentado a la vera del camino. No puede participar en la procesión que acompaña a Jesús. Pero grita, con fuerza y con fe, implorando la ayuda del Señor: «¡Hijo de David! ¡Ten compasión de mi!». Jesús le dice: «¡Anda! Tu fe te ha salvado!». Al instante, el ciego recobró la vista». Lo primero que vieron sus ojos, antes muertos, fueron el rostro de Jesús que le mira con gozo, y la alegría inunda sin límites su alma: ha sido objeto de la misericordia de Dios.

Bartimeo tiene una fe tan fuerte que conmueve a Jesús y le devuelve la vista. Deja todo y sigue a Jesús (Mc 10,52). Una vez curado, Bartimeo sigue a Jesús y sube con Él a Jerusalén hacia el Calvario. Se convierte en un discípulo y modelo de fe para nosotros.

LECTIO DIVINA

ACOGIDA

Saludamos y damos la bienvenida a los niños, nos sentamos en silencio. Recordamos La Palabra que recibimos en el último encuentro y seguimos con una breve oración. Después presentamos a Bartimeo, el ciego que recobró la vista.

Oración

¡Ven Espíritu Santo!,

ilumina nuestros corazones y nuestras mentes

para acoger la Palabra de Dios.

Jesús, explícanos las escrituras,

como se las explicabas a los discípulos de Emaús.

A la luz y al calor de tu Palabra,

creceremos en la fe y en el amor.

Ambientación

Colocamos las sillas en círculo, ponemos en el centro, la Palabra de Dios, una vela encendida.

Preparamos el Evangelio en una ficha para cada niño. Un Gran letrero:

«Jesús, ¡Hijo de David, ten compasión de mí!»

1. LEO

«Cuando salía de Jericó, acompañado de sus discípulos y de una gran muchedumbre, el hijo de Timeo (Bartimeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino.Al enterarse de que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: ‘Jesús, ¡Hijo de David, ten compasión de mí!’ Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba mucho más: ‘ ¡Hijo de David, ten compasión de mí!’.Jesús se detuvo y dijo: ‘Llamadle.’ Llaman al ciego, diciéndole: ‘¡Ánimo, levántate! Te llama.’ Y él, arrojando su manto, dio un brinco y vino ante Jesús. Jesús, dirigiéndose a él, le dijo: ‘¿Qué quieres que te haga?’ El ciego le dijo: ‘Rabbuní, ¡que vea!’Jesús le dijo: ‘Vete, tu fe te ha salvado.’ Y al instante recobró la vista y le seguía por el camino».Marcos 10, 46-52

¿QUÉ NOS DICE EL TEXTO?

Cada uno lee el texto en silencio. Después, lo leemos despacio, todos juntos en voz alta. Conversamos y dialogamos con los niños sobre el texto:

  • ¿Quiénes son los personajes que intervienen en este pasaje del Evangelio?. Los nombramos.
  • ¿De dónde vienen?. ¿Qué dicen los discípulos a Bartimeo?.
  • Jesús se entera de los gritos de Bartimeo y se detiene.¿Qué le pregunta a Bartimeo?.
  • ¿Por qué Jesús le devuelve la vista?. ¿Qué hace Bartimeo después?.
  • ¿Qué quiere decirnos con este milagro?.

Después cada niño subraya y dice en alto la frase que más le gusta.

2. MEDITO ¿Qué me dice a mí el texto?

En un clima de silencio invitamos a los niños a que piensen en las preguntas

  • ¿Qué es lo que más te ha gustado del texto que?. ¿Por qué?.
  • ¿Cuál es la actitud de Jesús? ¿Qué dice y qué hace?.
  • ¿Cuál es la conducta de la gente de Jericó? ¿Qué dicen y qué hacen?.
  • ¿Cuál es comportamiento del ciego Bartimeo?. ¿Qué dice y qué hace?.
  • ¿Qué me quiere decir Jesús con la curación del ciego Bartimeo?.

3. ORO

Jesús, estoy sentado en el camino,

y tu pasas a mi lado.

Soy como el ciego del camino,

no veo, y quiero acercarme a ti.

Sé que Tu lo puedes todo,

conoces mi miseria y mi ceguera,

Escucha mi grito:

Jesús, «ten compasión de mi».

Creo en ti, quiero acompañarte y ser de los tuyos.

4. CONTEMPLO ¿A que me invita el texto?

A caer en la cuenta de que soy como el ciego Bartimeo, quiero ver a Jesús. Jesús escucha y atiende siempre a mis gemidos. Me callo ante El, porque conoce lo íntimo de mi vida. En un momento de silencio, con los ojos cerrados, le digo a Jesús de todo corazón que quiero verle, que creo en él y le pido con insistencia que me cure.

5. ACTUO

Repetimos: «Jesús, ¡Hijo de David, ten compasión de mí!»

COMPROMISO

  • Antes de terminar queremos agradecer a Dios el Don de la fe que hemos recibido gratuitamente.
  • Agradecemos también a nuestros padres el habérnosla transmitida por el bautismo, a nuestros sacerdotes y catequistas que nos acompañan en su crecimiento.
  • Hacemos el propósito de cuidarla y vivirla cada día mejor.
  • Queremos anunciarla y compartirla con los hermanos porqué La FE es un gran regalo que nos hace feliz

ACTIVIDADES LÚDICAS

Dos vídeos de la Vida de Jesús para ver en Cuaresma o Semana Santa

DOCUMENTACIÓN

PALABRA CLAVE

UNE LAS FRASES DEL EVANGELIO

SERIE DE IMÁGENES DE LOS DOMINGOS DE CUARESMA

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