«Tener fe, es encontrar a ese «Tú,» a Dios, que me sostiene y me concede la promesa de un amor indestructible, que no sólo aspira a la eternidad, sino que la da; es entregarme a Dios con la actitud confiada de un niño, que sabe que todas sus dificultades y todos sus problemas están a salvo en el «tú» de la madre» (Benedicto XVI, 24 Oct. 12)
Buscamos a Jesús, queremos encontrarle, conocerle más, experimentar su amor en nuestra vida. En el Evangelio, descubrimos su vida, sus sentimientos, su obra. Sus milagros nos demuestran que es el Hijo de Dios. Todo lo puede, hace cosas maravillosas: manda al mar y detiene la tempestad, abre los ojos al ciego, hace caminar al cojo, multiplica los panes y los peces, devuelve la salud a los enfermos y otros muchos más milagros.
Jesús se enternece delante de nuestra situación, nuestra ceguera, nuestra sordera, pero pide nuestra colaboración, nuestra fe, que nos fiemos incondicionalmente de Él:
¿Crees que lo puedo hacer?
Al ciego le dice:
«¿Qué quieres que haga por ti?
«Maestro, que yo pueda ver».
«Vete, tu fe te ha salvado».
Siempre la fe «Toca» a Dios, produce efectos, es operativa.
En seguida el ciego comenzó a ver y lo siguió por el camino» (Mc 10,46-52).
Hoy vamos a leer la curación del sordo mudo. En este episodio vemos a Jesús, una vez más, sensible al sufrimiento humano. En este caso particular, se trata de una persona sorda y tartamuda que acude a Nuestro Señor para ser sanada de sus limitaciones físicas.
El Mesías lo lleva aparte, eleva su mirada al Cielo para unirse a Dios Padre y se pone manos a la obra.
Jesús realiza signos visibles para liberar a esa persona y permitir que pueda oír y hablar perfectamente, pero lo más importante es que a través del milagro manifiesta claramente su divinidad. Se dirige a Dios su Padre, de quien le viene todo poder.
Las curaciones que realiza Jesús van más allá de las dolencias físicas, penetran hasta lo más profundo del ser humano. Unen al ser humano con Dios.
JESÚS HACE OÍR A LOS SORDOS Y HABLAR A LOS MUDOS
LECTURA DEL EVANGELIO: Marcos 7, 31-37
«En aquel tiempo, salió Jesús de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la región de Decápolis. Le llevaron entonces a un hombre sordo y tartamudo, y le suplicaban que le impusiera las manos. El lo apartó a un lado de la gente, le metió los dedos en los oídos y le tocó la lengua con saliva. Después, mirando al cielo, suspiró y le dijo: «¡Effetá!» (que quiere decir «¡Ábrete!»). Al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y empezó a hablar sin dificultad. Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero cuanto más se lo mandaba, ellos con más insistencia lo proclamaban; y todos estaban asombrados y decían: «Hace oír a los sordos y hablar a los mudos».
PAUTAS PEDAGÓGICAS
BREVE DIALOGO Y COMENTARIOS CON LOS NIÑOS
Después de leer y escuchar con atención el relato Bíblico, podemos comentarlo con los niños o darles el texto y después de un momento de reflexión, pedirles que subrayen las palabras importantes.
- ¿Por qué Jesús hace milagros?,
- ¿Dónde lleva Jesús al enfermo?,
- ¿Por qué?, ¿Qué hace Jesús?,
- ¿Sus gestos?,
- ¿Qué suspira mirando al cielo?,
- ¿Qué pasó al momento?,
- ¿Cómo se traduce el asombro de la gente?
ORACIÓN
Buenos días Jesús, aquí estamos, te saludamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Venimos a pasar un rato contigo, queremos escucharte, queremos conocerte más. Estamos como el ciego del camino, queremos verte, oírte. Ábrenos los oídos, suéltanos la lengua y contaremos tus maravillas, todo lo que haces en nuestras vidas.
LECTURA DEL SALMO a dos coros
Te doy gracias señor
de todo corazón
porque eres bueno
porque tu misericordia es infinita.
Has puesto tu mirada en mí
Dios de amor.
¡Que puedo decirte mi Señor,
si tú me conoces todo!
Me he quedado mudo ante tu presencia,
porque nada soy.
Aunque me aleje de Ti
muestras tu mirada de amor y me dices
¡Levántate!, ¡Sígueme!
Y yo, escuché tu voz, confié en ti.
Señor confío en ti.
Porque tú eres amor,
justicia misericordia infinita.
Sólo en ti encuentro la paz.
Tu bondad y misericordia
me acompañan día a día.
Señor hoy te doy gracias.
Te ofreceré un canto de alabanza
e invocaré tu nombre,
siempre, siempre, mi Señor.
Momento de silencio
Después de haber leído el Salmo, cada niño comparte en alto la frase que más le ha gustado en un clima de oración.
ACTIVIDADES
1. Ordena las palabras:
«OÍR HABLAR HACE SORDOS A LOS Y MUDOS A LOS»
2. ¿Cómo se llaman los signos que hace Jesús para manifestar su divinidad?
L-s M——S
3. ¿Recuerdas el primer milagro de Jesús? ¿Qué suscitó el milagro en los apóstoles?
«Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él» (Jn 2, 1-12).
4. EL JUEGO DE LA OCA
Imprime el pdf del Tablero del juego de la OCA y fabrica los dados.
El juego de la oca es un juego de mesa para dos o más jugadores. Cada jugador avanza su ficha por un tablero con casillas con dibujos. Dependiendo de la casilla en la que se caiga se puede avanzar o por el contrario retroceder y en algunas de ellas está indicada una prueba.
En su turno cada jugador tira dos dados que le indican el número de casillas que debe avanzar. Gana el primer jugador que llega a la última casilla 45, la VIDA ETERNA
Cuando te paras en la casilla que tiene un dibujo: Tratas de explicar el milagro de Jesús y si no te acuerdas, lo buscas con un adulto en el Evangelio.
- Casillas 5-El sembrador
- Casillas 9-El ciego
- Casillas 14-El paralítico
- Casillas 18-La Samaritana
- Casillas 24-el sordo mudo
- Casillas 29-Jesús enseña
- Casillas 32-las bodas de Cana
- Cuando encuentras un cántaro de agua has de saltar 2 casillas
- Cuando encuentras una flecha regresas 3 casillas para atrás
- Cuando encuentras una silla, no avanzas, descansas en el mismo lugar…