«Hemos conocido el amor y hemos creído en él» (1 Jn 4,16).
«Dios es un Padre bueno, que no abandona, sino que sostiene, ayuda y salva con una fidelidad que sobrepasa infinitamente la de los hombres. Nos ha dado a su Hijo para que seamos hijos suyos y nos ofrece el Espíritu Santo para que podamos llamarle, en verdad, «Abbá, Padre«. Su grandeza como Padre omnipotente se manifiesta plenamente sobre la cruz gloriosa de su Hijo. No es una fuerza arbitraria que cambia los acontecimientos o anula el dolor, sino que se expresa en la misericordia, en el perdón, en la incansable llamada a la conversión y en una actitud de paciencia, mansedumbre y amor». Benedicto XVI 30 de enero 2013
La Iglesia en este tiempo de Cuaresma nos invita a la conversión. La cuaresma es un tiempo privilegiado para acercarnos a Jesús. Queremos ofrecer a los niños y a sus catequistas la experiencia de LA LECCIO DIVINA: Leer la Palabra de Dios, profundizarla, meditarla, contemplarla y vivirla.
ALEGRAOS CONMIGO
PAUTAS PEDAGÓGICAS:
AMBIENTACIÓN
Colocamos las sillas en círculo, ponemos en el centro, la Palabra de Dios, una cruz con una vela encendida. Una cesta con el mensaje de Jesús escrito para cada niño en una tarjeta y otra cesta vacía dónde los niños depositarán al final del encuentro sus propósitos.
«Hay más alegría en el cielo por un solo pecadorque se convierte que por 99 justos que no tienen necesidad de conversión».
ACOGIDA
Saludamos y damos la bienvenida a los niños, nos sentamos en silencio y cantamos
TU PALABRA, SEÑOR, ES PALABRA DE AMOR QUE NOS HABLA DIRECTO AL CORAZON TE PEDIMOS, SEÑOR, QUE TENGAMOS VALOR PARA SER HOY EL ECO DE TU VOZ
Recordamos La Palabra que recibimosen el último encuentro y seguimos con una breve oración.
ORACIÓN
Aquí nos tienes Señor,
queremos escuchar tu Palabra.
Ábrenos los ojos, los oídos y el corazón.
Te buscamos y queremos encontrarte. Amén
1. LEO
Entregamos a los niños en una ficha el texto de Lucas 15, 1-7.
«Todos los publicanos y los pecadores se acercaban a él para oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: «Este acoge a los pecadores y come con ellos.» Entonces les dijo esta parábola. » ¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las 99 en el desierto, y va a buscar la que se perdió hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, la pone contento sobre sus hombros; y llegando a casa, convoca a los amigos y vecinos, y les dice: ‘Alegraos conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido.’Os digo que, de igual modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por 99 justos que no tengan necesidad de conversión».
¿QUÉ NOS DICE EL TEXTO?
Cada uno lee el texto en silencio. Después, lo leemos despacio, todos juntos en voz alta. Conversamos y dialogamos con los niños sobre el texto:
- ¿Quiénes son los personajes que intervienen? Los nombramos
- ¿Qué reprochan a Jesús?
- ¿A quien busca Jesús?, ¿hasta cuándo busca y por qué?
- ¿Quién es la oveja perdida?, ¿Qué quiso decir Jesús con esta parábola? Después cada niño subraya y dice la frase que más le gusta.
2. MEDITO
Reflexionamos sobre el texto
- ¿Qué piensas de esta parábola de Jesús?, ¿Cuál es tu conclusión personal?
- ¿Cuál es tu actitud ante la Palabra del Señor: «Hay más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por 99 justos que no tengan necesidad de conversión»
- Al principio de esta Cuaresma ¿A qué nos invita Jesús? ¿Soy consciente de la alegría de Jesús?
3. ORO
¿Qué le digo al Señor?
ORACIÓN:
Señor, gracias por quererme tanto.
A veces, soy un poco como la oveja perdida
me alejo de ti, pero,
Tú siempre me esperas, y me buscas,
Me guías y me enseñas los buenos prados…
Quiero seguirte y caminar a tu lado.
4. CONTEMPLO
¿A QUE ME INVITA EL TEXTO?
A caer en la cuenta de que soy un poco, como la oveja perdida, que se alejó de Jesús. Que Jesús en su inmensa ternura ha venido a buscarme y me coge en sus brazos, me carga en sus espaldas.
En un momento de silencio, con los ojos cerrados, gozo en su presencia. Me dejo acariciar por sus manos. ¡Que a gusto estoy junto a Él! Me quedo un rato, en silencio contemplativo, en su presencia.
5. ACTUO
Repetimos:
«Hay más alegría en el cielo por un sólo pecador que se convierte que por 99 justos que no tienen necesidad de conversión».
COMPROMISO
Antes de marcharnos, cada uno piensa lo que quiere hacer para acercarse a Jesús en este tiempo de Cuaresma. Repartimos las tarjetitas que teníamos en la cesta para que escriban su propósito. Las llevamos a casa y laspegamos en un lugar visible de nuestro cuarto para recordarlo.
ORACIÓN
Gracias Señor por regalarnos Tu Palabra.
Tú, siempre estás con nosotros.
Tú, nos amas, de día y de noche velas y nos acompañas.
Nos buscas con amor cuando nos alejamos de ti.
Y cuando nos encuentras te llenas de alegría.
Ahora queremos escucharte y seguirte de cerca
Queremos contar a todos: ¡Qué grande que es tu amor!
Amén.