El Papa Benedicto XVI nos invita a cultivar al silencio para dejarnos sorprender por la Presencia de Jesús en nuestra vida.
El Adviento, este tiempo litúrgico fuerte que estamos comenzando, nos invita a detenernos, en silencio, para captar una presencia. Es una invitación a comprender que los acontecimientos de cada día son gestos que Dios nos dirige, signos de su atención por cada uno de nosotros. ¡Cuán a menudo nos hace percibir Dios un poco de su amor!
El Adviento nos invita y nos estimula a contemplar al Señor presente. La certeza de su presencia.
Dios viene, desea encontrarse con nosotros y visitarnos; quiere venir, vivir en medio de nosotros, permanecer en nosotros.