NUEVE DÍAS CON LA VIRGEN DEL CARMEN
- Los que integran, de una u otra manera, la familia del Carmelo han sido siempre rastreadores de la belleza de Dios. Se han puesto en camino «buscando los amores», dejando otros cuidados «entre las azucenas olvidados». Por eso, no es de extrañar que se hayan asomado, una y otra vez, para mirarse en la vida de María, para descubrir la belleza de su corazón habitado por el Misterio de la Trinidad, para seguir a Jesús. Jesús es el gozo de María, como lo es también de la Iglesia.
- Para todos los que buscan caminos de verdad y belleza, la paz y la alegría, María tiene mucho que decirles. Ella es testigo de Cristo. Por ser seguidora apasionada de Jesús, ofrece a todos, desde su vida abierta, el verdadero rostro de hombre y mujer nuevos.
- Porque admiramos profundamente en la Virgen del Carmen su experiencia de seguimiento y amor a Jesús, la seguimos escogiendo hoy como Madre espiritual, como compañera de camino.
PISTAS DE LUZ
Con María, avanzamos en la peregrinación de la fe, manteniéndonos unidos a Jesús tanto en los momentos de gozo como en los momentos de cruz. Ninguna noche interrumpe la historia de amor de Dios con el ser humano.
Con María, nos unimos al dolor de Jesús y al dolor presente, hoy en el mundo, en tantos hermanos y hermanas y encendemos en medio de ellos la luz de la esperanza que nos regala María.
Al igual que María, aurora luminosa y guía segura de nuestro camino, acompañó el crecimiento de Jesús, lo siguió por los caminos, estuvo con Él junto a la cruz, así también nosotros queremos acompañar y formar parte de la tarea misionera de la Iglesia, que extiende la presencia misericordiosa de Jesús por el mundo.
ESCAPULARIO
Un pequeño signo que nos llama al seguimiento de Jesús y de María, para construir un mundo nuevo por el amor.
INVOCACIÓN
Atráenos, Virgen María, caminaremos en pos de ti.