SEMANA DE ESPIRITUALIDAD: PRIMER DÍA
Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie viene al Padre sino por mí (Jn 14,6).
1. ACOGIDA. ENSAYO DE CANTOS
Buenas tardes. Bienvenidos/as a esta Semana de Espiritualidad que prepara la familia del Carmen. Este encuentro ya lo ha empezado a preparar el Espíritu Santo en vuestro corazón. El corazón ha empujado a los pies, porque donde está el corazón allí van los pies. Un día una anciana se empeño en ir a lo alto de la montaña, donde había una ermita. Quería hacer allí su ofrenda. Y se puso en camino. Tuvo que hacer noche en una posada. Cuando el posadero se enteró adonde iba, le dijo que le sería imposible llegar porque había llovido mucho y la laderas está llena de barro. La anciana le dijo: Me será muy fácil, porque mi corazón lleva años allí. Y el corazón dará fuerzas a mis pies. Vuestra presencia aquí es fundamental. Vuestra disponibilidad es básica para que Cristo comparta con cada uno de vosotros y vosotras su amor. ¿Quién más amigo de dar que Dios si tuviese a quién? (Santa Teresa, Fundaciones 2,7). No estés lejos de ti, porque estarás lejos de Jesús. Toma conciencia de tu vida, de tu humanidad, y disponte a que el Espíritu teja el vestido nuevo que os ha preparado para la Pascua. Bienvenidos/as.
(Comienza la música)
2. TU VIDA
(Se proyecta una imagen para cada una de estas frases).
Acércate a tu vida,
detente ante tu vida,
descubre tu vida,
mira tu vida,
siente tu vida,
acoge tu vida,
ama tu vida.
3. ESPEJOS PARA TU VIDA. ¿Con cuál de estas propuestas de vida te identificas más?
VIDAS EN CAMINO (Un peregrino entra por el pasillo y muestra un cartel con la frase «Vidas en camino»).
¿Está tu vida en camino? ¿Te sientes así? Cuando nos preguntan: «¿Cómo nos va?», respondemos sin pensarlo mucho, como queriendo pasar a otra cosa: Tirando, viviendo, que no es poco, bien. Pero si quien nos pregunta insiste, entonces hablamos de nuestras dificultades, de nuestros problemas, de las decisiones pendientes de tomar. Y si todavía nos sigue preguntando y nosotros seguimos con ganas de responder, quizás entonces hablemos de algo muy importante, del lugar hacia dónde caminamos. Sí, el lugar a donde queremos ir es muy importante en el camino. ¿Qué sería de los peregrinos sin la meta de Santiago de Compostela? ¿Cómo tomar opciones que son difíciles si la meta está oscurecida en el horizonte? ¿Cómo saber perder para ganar? Quizás también hablemos del Camino con mayúscula que estamos recorriendo.
Testimonio. (Música de fondo): Tengo 43 años y acabo de dejar el trabajo de los últimos cuatro años de mi vida porque me suponía renunciar a principios que, para mí, eran fundamentales, como el de la verdad, la transparencia de lo público, el servicio a las personas, la opción por los pobres. Y lo he podido hacer porque soy parte de una comunidad que me sostiene y comparte mis bienes (María José).
Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie viene al Padre sino por mí (Jn 14,6).
Canción: Tú eres el Camino, Tú eres la Verdad, Tú eres la Vida.
VIDAS EN PROFUNDIDAD (Una persona entra con un cántaro y muestra un cartel con la frase «Vidas en profundidad»).
¿Se te está marchando la vida sin dejar poso en los adentros? ¿Vives con superficialidad o con hondura? ¿Tienes motivos profundos para vivir la vida? ¿Te resbala la vida o se te mete dentro como una semilla? Cuando vas de camino por las calles y ves rostros, ¿qué te dicen? ¿de qué te hablan? Cuando te encuentras con las personas, ¿qué poso te dejan dentro? ¿Cómo pasar de una mirada superficial a una mirada honda? ¿Cómo pasar de la frustración a la esperanza? ¿Qué hacer ante la rutina, el dolor sin sentido, las penas sin consuelo, el hambre de tantos, las penas, la soledad que ya no es sonora por falta de acogida que acompañe?
Testimonio. (Música de fondo). Mario apareció muerto el 6 de enero en un banco. Era una de tantas personas para las que las calles de Madrid son cama, mesa y sala de estar. Pasó todo un día inmóvil en aquel banco y nadie se enteró de su muerte, hasta que volvió Alfredo, su compañero de mantas y cartones en la puerta del Supermercado del barrio. Qué difícil es hablar con Dios sobre Mario. Me cuesta no rebelarme, no lanzar acusaciones por su muerte injusta, triste e incomprensible. Me cuesta no renegar de este mundo que hace con los hombres lo que se hace con las hojas de las margaritas: me sirve, no me sirve (Teresa).
Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie viene al Padre sino por mí (Jn 14,6).
Canción: Tú eres el Camino, Tú eres la Verdad, Tú eres la Vida.
VIDAS CUESTIONADAS. (Una persona muestra un cartel con la frase: «Vidas cuestionadas»).
¿Qué te cuestiona? ¿Cómo te las apañas para vivir con preguntas, con dudas, con heridas sin curar, con oscuridades? Vivimos en una sociedad muy plural. ¿Cómo convivir con los que piensan distinto y han hecho caminos distintos? ¿Consumes la vida sin más o te agarras con las dos manos a las posibilidades que te ofrece la vida? ¿Quieres arriesgarte a vivir y a convivir?
Testimonio. (Música de fondo). Todos los miércoles comparto una mesa muy plural. En ella se sientan personas que han tenido, o tienen, una experiencia de Iglesia y de fe mejor o peor, pero experiencia al fin y al cabo. Allí nos sentamos un médico ginecólogo, formado en los jesuitas, ateo practicante; una dentista con una fe, tradicional, pero alejada por una mala experiencia con un cura; una empresaria que comenzó de secretaria y ahora es la mujer del jefe, que perdió a su joven marido de la noche a la mañana y que, desde entonces, piensa que Dios se ha ido de vacaciones; una mujer, ama de casa, que, después de un fracaso matrimonial, ha sacado fuerzas de donde no las hay para que su hija y el resto de su familia sigan adelante; una mujer de fe, aunque no practique habitualmente; la abuela, con su vena de psicóloga, que nos cala a todos enseguida, ha educado a sus hijos lo mejor que ha sabido, y está agarrada a Dios para poder llevar lo que la vida le va trayendo; una muchachita, una perla a la que la vida ha pulido a fuego no precisamente lento, con sus 18 años recién estrenados, con experiencias muy precoces en su vida, que ha tenido que ir encajando y poniendo en su sitio poco a poco, y con una fe practicante en crisis; y un servidor, sacerdote, que intenta ser un rostro familiar de Dios allí donde está, pero que muchas veces sale escaldado porque toca dar la cara por aquello a lo que representas y, en ocasiones, no siempre, hay razones para partirla (Pedro Juan).
Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie viene al Padre sino por mí (Jn 14,6).
Canción: Tú eres el Camino, Tú eres la Verdad, Tú eres la Vida.
VIDAS CONVERTIDAS (Una persona entra con una lámpara encendida. Muestra el cartel con la frase: «Vidas convertidas». Música de fondo).
¿Abres tu vida y la compartes o te cierras como erizo detrás de las púas? Los prejuicios, las visiones negativas, los cansancios, ¿te llevan a pasar cada vez más de todo o te esfuerzas por integrar incluso lo que no entiendes? ¿Cómo orientar la vida hacia los otros? ¿Cómo aprender a danzar en la fiesta que Dios ha preparado?
Testimonio (Música de fondo). Allí estaba yo otro día en la fábrica, haciendo piezas para ascensores, aunque era un día especial: era mi último día de trabajo allí. Pero aquella mañana, además de todo lo que había visto, iba a ocurrir algo que me iba a marcar. Eran ceca de las 8 de la mañana, casi llevaba dos horas de curro, cuando vi que apareció un nuevo compañero: era de color y llegaba tarde por venir en bus, así que su comienzo no iba a ser fácil. Se llama Madou, 19 años, de Níger. Su castellano era regular, así que, en cuanto me dijeron que le explicase cómo se hacían unas piezas, enseguida empecé a hablar con él. Cuando acabé ese último día de trabajo estaba feliz pero a la vez me preocupaba el futuro de Madou. Decidí llevarlo en mi coche a casa, pero antes hablé de Madou con José Manuel, otro compañero, que me dijo que a partir del lunes siguiente él le traería a la fábrica en su coche. Sin embargo, la conversación con Madou fue más allá: en el camino a casa, lo primero que me preguntó era si yo tenía amigos negros, por qué hacía eso, y me dijo que era muy bueno. Sus palabras me ponían los pelos de punta: por un simple gesto, él me dijo cosas que antes nunca me habían dicho. Madou me dijo que llevaba cuatro años aquí, con unos amigos que vinieron de Níger. Sin padre, su familia está allí. Son cinco hermanos y quiere ganar dinero para algún día poder volver con su familia, a su país (Raúl).
Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie viene al Padre sino por mí (Jn 14,6).
Canción: Tú eres el Camino, Tú eres la Verdad, Tú eres la Vida.
4. PowerPoint de la canción: Un día por las montañas
5. El encuentro con Cristo: Camino, Verdad y Vida.
Mejor que encuentro con Cristo, habría que decir: encuentro de Cristo con nosotros, porque es Él el que viene a nuestro encuentro.
Procesión con la Palabra. Se lee el texto: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie viene al Padre sino por mí (Jn 14,6). Y se responde cantando: Tú eres el Camino, Tú eres la Verdad, Tú eres la Vida.
La novia, enamorada, oye emocionada estas palabras en medio de la noche: ¡Que llega el esposo, salid a recibirlo! (Mt 25,6).
Dos pescadores dejan las redes cuando descubren a Jesús y exclaman: Hemos encontrado al Mesías (Jn 1,40).
Una mujer de Samaría, con muchos maridos a las espaldas, confiesa: Nadie me ha hablado jamás como este hombre (Jn 4,36-50).
Pablo de Tarso, después de un largo camino de lucha, confiesa con toda la intensidad de su vida: Para mí vivir es Cristo (Flp 1,21).
Testigos estremecidos a lo largo de la historia cantan: Nuestra vida es siempre una vida tocada por la mano de Cristo, conducida por su voz, sostenida por su gracia (Juan Pablo II).
A Teresa de Jesús, sin ser poeta, le brotaron estos versos:
¡Oh hermosura que excedéis a todas las hermosuras! Sin herir dolor hacéis, y sin dolor deshacéis, el amor de las criaturas.Oh ñudo que así juntáis dos cosas tan desiguales, no sé por qué os desatáis, pues atado fuerza dais, a tener por bien los males.
Juntáis quien no tiene ser con el Ser que no se acaba; sin acabar acabáis, sin tener que amar amáis, engrandecéis nuestra nada.
Y tú, ¿qué dices de Cristo? ¿Quién es Cristo para ti? ¿Es tu camino? ¿Es tu verdad? ¿Es tu vida? (Tres minutos de silencio. Con un rostro de Cristo en la pantalla. (Música de fondo)
6. El diálogo de amor con Cristo: Camino, Verdad y Vida
El espejo del Amigo. «Quisiera yo siempre traer delante de los ojos su retrato e imagen» (Vida 22,4). «En veros cabe mí, he visto todos los bienes» (Vida 22,6).
Un diálogo entre iguales. Cristo se hace el encontradizo con nuestros caminos, para hablarnos y hablarle así, de carne a carne, de humanidad a humanidad, de amigo a amigo.
Entre amigos, lo normal es compartir: Lo mío es tuyo, lo tuyo es mío. Cristo y el ser humano se miran, se contemplan. Mi Amado es para mí y yo soy para mi Amado (Ct 6,2), que no parece fue en su mano apartarse un momento de nosotros (Vida 22,6). La vida es ya amistad, intercambio de amor, de voluntades. Ya era tiempo de que sus cosas tomase ella por suyas, y El tendría cuidado de las suyas (Moradas VII,2,1).
Jesús se nos da como fuente radical de vida. Allí me dio su pecho. Allí me enseñó ciencia muy sabrosa (San Juan de la Cruz).
Es tiempo ya de hablar con El, de orar (Imágenes y texto):
Represéntate a Cristo delante de ti.
Siempre que pienses de Cristo, acuérdate de su amor por ti, que amor saca amor. Acostúmbrate a enamorarte de su humanidad.
Tráele siempre contigo.
Mira que te mira.
Acompáñale.
Habla con Él.
Pídele por tus necesidades.
Quéjate a El de tus trabajos.
Alégrate con El de tus alegrías.
Alégrate de estar con Él.
No te olives de El si las cosas te van bien.
No le digas oraciones compuestas.
Dile palabras que te salgan del corazón (Vida 12,2 y 13,22).
7. Los frutos del encuentro con Jesús: Camino, Verdad y Vida
El don de su presencia en nuestras vidas. Yo estoy con vosotros (Mt 28,20). Qué mas queremos de un tan buen amigo al lado, que no nos dejará en los trabajos y tribulaciones como hacen los del mundo (Vida 22,7).
El don de su alegría para nuestro camino: Mi alegría nada ni nadie os la podrá quitar (Jn 16,22). Con libertad y alegría se ha de andar este camino (Vida 13,1).
El don de la paz. Mi paz os dejo, mi paz os doy (Jn 14,27). ¿De dónde me vinieron a mí todos los bienes sino de Vos? (Vida 22,4).
El don de verlo todo y de poderlo todo en Cristo. Con tan buen amigo presente, con tan buen capitán que se puso en lo primero en el padecer, todo se puede sufrir; es ayuda y da esfuerzo; nunca falta; es amigo verdadero. Bienaventurado quien de verdad le amare y siempre le trajere case sí (Vida 22,6-7).
Canto:QUÉDATE, SEÑOR. QUÉDATE CONMIGO
QUÉDATE, SOY UN PEREGRINO.
QUÉDATE, SEÑOR, LARGO ES EL CAMINO
DE TU PASCUA Y DE TU LUZ SERÉ TESTIGO,
DE TU PAN Y TU VINO, MENDIGO,
DE TU PAN Y TU VINO, MENDIGO, QUÉDATE, SEÑOR.
¡Oh Señor, mi Señor! Caminando a tu lado escucho tu voz:
¡Oh Señor, mi Señor!
Tú renuevas mi amor y me llamas tu amigo,
Y a tu lado mi camino se orienta contigo,
Señor, para ser tu testigo.