PREGÓN DE ADVIENTO
Comenzamos el camino, dóciles al Espíritu, abiertos los oídos para escucharle.
Con él, la noche puede convertirse en un comienzo y la cruz en nacimiento.
Estamos en camino, en un tiempo de éxodo y de cambios.
Buscamos nuestra identidad (ser familia, “todos vosotros sois hermanos”
Siendo conscientes de la realidad, capaces de crítica y de autocrítica.
PAZ
Apenas abrimos los ojos y vemos la destrucción ocasionada por la guerra.
Apenas abrimos los oídos y escuchamos el fragor de las bombas.
Pero la paz es posible; no nos resignemos a la guerra.
Recordamos que la paz no se alcanza derrotando a alguien; la paz nunca es violenta ni armada.
La violencia asesina el futuro,destrozando la vida de los más jóvenes, y debilitando las esperanzas de paz.
Canción para escuchar: SÓLO LE PIDO A DIOS QUE LA GUERRA NO ME SEA INDIFERENTE.
Momento de silencio.
LO PEQUEÑITO DE CADA DÍA
Nuestra vida se desenvuelve en medio de las cosas pequeñitas, de las pequeñas fragilidades de cada día. Es hora de descubrir a Dios en las situaciones más comunes y corrientes de nuestra vida.
En la vida ordinaria nos habla Dios.
Recordamos un texto de Santa Teresita
Dios mío, lejos de desanimarme ante la vista de mis miserias, vengo a ti con confianza, acordándome que “no necesitan médico los sanos, sino los enfermos”. Por lo tanto, te suplico que me cures y me perdones, y yo recordaré, Señor, que “el alma a la que más le has perdonado, te debe amar más que las demás… Te ofrezco todos los latidos de mi corazón, como otros tantos actos de amor y reparación, y los uno a tus méritos infinitos. Te ruego, mi Divino Esposo, que seas tú mismo el reparador de mi alma [de mi familia, de mi comunidad cristiana, etc.], que actúes en mí sin tener en cuenta mis resistencias, para que no desee tener más voluntad que la tuya… Y mañana, con la ayuda de tu gracia, comenzaré una nueva vida, en la que cada momento será un acto de amor…” (Oración a Jesús en el sagrario).
. Canción: LO QUE AGRADA A DIOS EN MI PEQUEÑA ALMA. (Luis Alfredo Díaz).
Momento de silencio.
ÉL VIENE
No lo olvidemos nunca. El Señor siempre viene.
Nos visita, se hace cercano.
Su voz resuena en la noche y hace que brote la aurora.
En Adviento, acostumbrémonos a decir, por ejemplo: «Ven, Señor Jesús». Sólo eso, pero decirle: “Ven, Señor Jesús”. Este tiempo de preparación para Navidad es hermoso: pensemos en el pesebre, pensemos en la Navidad, y digamos con el corazón: “Ven, Señor Jesús, ven”. Repitamos esta oración a lo largo del día yel ánimo permanecerá vigilante. “Ven, Señor Jesús”: es una oración que podemos repetirla tres veces, todos juntos. “Ven, Señor Jesús”, “Ven, Señor Jesús”, “Ven, Señor Jesús”.
Canción: BUSCANDO MIS AMORES.
Momento de silencio.
JUNTOS
Estamos sen sínodo, somos sínodo.
Caminamos juntos, para discernir los caminos que el Espíritu quiere para la Iglesia.
La comunión no es una reunión sociológica como miembros de un grupo identitario, sino que es, ante todo, un don del Dios Trino y, al mismo tiempo, una tarea, nunca agotada, de construcción del nosotros del pueblo de Dios.
Canto: JUNTOS ANDEMOS, SEÑOR.
Gesto: Manos unidas.
Momento de silencio.
EN EL ADVIENTO ESCUCHAMOS LA PALABRA
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OJOS ABIERTOS. (Un cartel que ponga OJOS ABIERTOS)
Texto de Marcos 13,33-37: Estad atentos, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento.
“Todo lo que tiene fin, aunque dure, se acaba…Abrid por amor de Dios los ojos” (Santa Teresa de Jesús, Fundaciones 10,9.11).
¿Cómo reconoceremos y acogeremos al Señor que viene? Estando despiertos, alertas, vigilantes.
Una persona se quita la venda de los ojos para poder mirar.
El Espíritu nos enseña a vivir en esperanza de Dios. Marana tha: Ven, Señor, Jesús.
Viviré en esperanza de Dios (lo dice una persona).
Existe el peligro de no darse cuenta de su venida y no estar preparados para su visita.
Viviré en esperanza de Dios. (Lo dicen dos personas).
Esta vigilancia es capaz de discernir la presencia de Dios en la vida cotidiana.
Viviré en esperanza de Dios. (Lo dicen tres personas).
En las vigilias de la noche, cuando se hacen más oscuros los significados y los valores de la vida. El Señor está en la hora menos pensada, en los acontecimientos más pequeños e insignificantes, por eso hay que velar. El amor no duerme. Yo dormía, pero mi corazón velaba (Cantares 5,2).
Viviré en esperanza de Dios (Lo dicen todos).
La vigilancia no tiene que ver con el encogimiento, sino con la verdad que nos hace libres para amar. “Tan alta vida espero” (Santa Teresa de Jesús).
Símbolo. Un peregrino con un bastón camina…
Se escucha la canción: Marana tha, de Brotes de Olivo).
Momento de silencio.
CONVERSIÓN (Un cartel que ponga: CONVERSIÓN)
Texto de Marcos 1,1-8: Preparad el camino al Señor, enderezad sus senderos.
Juan grita en el desierto, donde nada se hace de cara a la galería. Allí hay silencio, soledad; no hay casi nada. Dan ganas de volverse atrás. Pero el desierto forma parte de la pedagogía de Dios; en él acontece su intervención creadora: no solo estamos hechos por Dios, sino que estamos hechos de Dios (Juliana de Norwich).
Optamos por la fe y cambiar de vida amparados por la gracia de Dios que envía a su Hijo.»Con Jesús siempre hay una oportunidad de volver a empezar». «¡Él nos espera y no se cansa jamás de nosotros!» Nunca es demasiado tarde, existe siempre la posibilidad de recomenzar,
“El Adviento es un tiempo de gracia para quitarnos las máscaras – que cada uno tiene- y ponernos en fila con los humildes; para liberarnos de la presunción de creernos autosuficientes, para ir a confesar nuestros pecados, aquellos escondidos, y recibir el perdón de Dios, para pedir perdón a los que hemos ofendido. Así comienza una nueva vida”.
Una persona se quita la máscara.
Momento de silencio.
UN NUEVO NACIMIENTO (Un cartel que ponga: NUEVO NACIMIENTO)
Texto de Juan 1,6-8.19-28: En medio de vosotros hay uno que no conocéis.
Somos soledad, pero soledad acompañada. Somos interioridad, pero interioridad habitada. Somos una pequeñez, pero una pequeñez besada por el Dios de la ternura.
Somos tarea, pero una tarea que nace del don. No somos el centro, en medio de nosotros está el Señor.
Buscando mis amores: esa es nuestra identidad. ¿Creemos esto? Cuando confesamos su presencia en medio de nosotros, nos convertimos en precursores de su alegría. Porque Cristo es mío y todo para mí (San Juan de la Cruz).
Varias personas levantan una planta.
Momento de silencio.
LA CONFIANZA SIEMPRE (Un cartel que ponga: LA CONFIANZA SIEMPRE)
Texto de Lucas 1,26-38: Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra.
Dios propone, pero no impone. El proyecto de Dios se realiza contando con nuestra libertad, con nuestro consentimiento. María se fía del Dios que la ha invitado a ser madre de Jesús (‘hágase en mí’), ve los signos que Dios le pone delante (la espera de un hijo de su prima estéril) y se fortalece con ellos. Dios, que se revela con la palabra, se abre a la palabra humana, la espera, la desea. María responde con su sí al amor de Dios. Al decir sí, el misterio le crece a María en los adentros y el Adviento ya presiente el fruto de tantas esperanzas. Y todo es obra del Espíritu.
Señor que está y que pasa» por nuestra vida.
Caminamos con María y José, la mujer y el hombre de la espera, que supieron captar el paso de Dios en la vida humilde y oculta de Nazaret y lo acogieron en sus vidas.
Con María y José también nosotros te decimos: Señor, ‘hágase’, para que Jesús nazca en nuestros corazones.
Gesto. Manos abiertas, disponibles.
Momento de silencio.
PREGÓN DICHO TODOS JUNTOS
Un Dios, loco de amor, nos busca enamorado.
Sus promesas, sembradas en la historia,
han mantenido encendida la esperanza.
Ahora viene a nosotros en busca de posada,
corriendo el riesgo de que no abramos la puerta.
Pero sabe que no podemos amar sin ser amados.
Por eso, se hace hombre para hacernos a nosotros más humanos.
Se hace pequeño para hacernos solidarios.
Se conecta con nosotros en fidelidad.
Lo queremos encerrar en nuestras lógicas
y él rompe una y otra vez nuestros esquemas.
Lo buscamos en lo grande, en lo brillante,
y él se hace visible en lo pequeño.
Es débil y desvela los misterios.
A su luz se aclaran todas las preguntas.
Al preguntar quién le ha hecho tan pequeño y escondido,
no nos llega otra respuesta que el amor.
Nuestras maneras de pensar le dan espalda.
LA GUERRA SIEMPRE SANGRANTE, DESPIADADA,
MANCHA SU PROYECTO SIN CESAR,
PERO ÉL SIGUE SIENDO NUESTRA PAZ.
El mundo busca la novedad en otros sitios,
hasta lo consideramos algo ya gastado.
Pero él sigue llegando y haciéndose presente como nuevo,
porque es Dios de amaneceres, de brotes, de esperanza.
¡Es el Dios del esbozo y de la profecía!
Él nos enseña a vivir con gozo nuestros límites,
sin perder la alegría de los sueños.
¡Él hace maravillas con la nada!
Apuesta por la vida más perdida,
sacando a la luz bellezas escondidas.
No hacemos nada y él nos lo da todo.
¡Cómo lo llena todo con su gracia!
Ya se asoma, frágil como un niño,
y confunde a los fuertes, a los sabios.
ROMPE EN MIL PEDAZOS NUESTRAS GUERRAS.
Todo él es amor dado a manos llenas.
Tomando nuestra carne, recrea la nuestra y la embellece.
Vine la VIDA a dar un nuevo impulso a nuestra vida.
Viene el AMOR a dar un cimiento común a tanto individualismo.
Viene la COMPASIÓN a poner en marcha una solidaridad inagotable.
Viene la VERDAD a dar nuevo sentido a todas nuestras búsquedas.
Viene la ALEGRÍA a responder cumplidamente a toda la esperanza.
VIENE CON LA PAZ. Viene Dios a llenar de sus riquezas a los hombres.
¡VEN PRONTO, JESÚS, QUE TE ESPERAMOS!
EQUIPO CIPE.